¿Derrotó Davos a Porto Alegre?
El Foro Social Mundial (FSM) nació como contraparte del Foro Económico (FE) de Davos.
El Foro Social Mundial (FSM) nació como contraparte del Foro Económico (FE) de Davos.
Creemos firmemente que los países del MERCOSUR y de la UE necesitan mejorar y transformar su relación, con un acuerdo basado en la solidaridad, igualdad, cooperación y comercio sostenible.
A lo largo del siglo pasado, los socialdemócratas apoyaron un modelo de sociedad en el que los impuestos sobre la renta y el consumo elevados y progresivos se han justificado como medio para reducir la desigualdad y la pobreza, al tiempo que se sufragaba un conjunto cada vez mayor de prestaciones estatales y servicios públicos.
La Comisión Europea ha hecho una propuesta de reforma de las reglas que han de cumplir los estados de la Unión a la hora de establecer sus marcos presupuestarios. De aprobarse, flexibilizarían las anteriores, pero no resuelve sus auténticos problemas fiscales así que están condenadas al mismo fracaso que han tenido las actuales.
Con la debacle económica provocada por una inflación del 10% sucede como en las olas incendiarias en los montes: que las medidas de extinción pueden hacer crecer el problema, y no eliminarlo. Pues por muchos bomberos y medios aéreos que uno ponga en un par de meses, poco avanza si el resto del año no gestionamos esas superficies como se debe.
De una forma o de otra estamos ya en una realidad que va a suponer reenfocar el crecimiento sobre prismas distintos, sin excluir desde luego el decrecimiento en algunos factores, energéticos muy especialmente.
Encontramos en los diversos discursos sobre el cambio climático un gran número de lugares comunes, repetidos mil veces en todos los tonos, que constituyen pistas falsas. Estos conducen, voluntariamente o no, a ignorar los problemas reales o a creer en pseudosoluciones.
Cuando Víctor Hugo escribía en el año 1862 su novela “Los Miserables” ya tenía muy claro que una cosa es ver cómo de capaz es un país de producir riqueza y otra muy distinta si era tan virtuoso haciendo uso de la misma. De manera que solo si hacía las dos cosas (producir y usar la riqueza) satisfactoriamente se podría decir que vivimos en un país con una economía saludable.
Inflación galopante. De dos cifras. Guerra. Problemas energéticos cada vez más graves. Olas de calor más potentes y tempranas. Retroceso en los derechos de la mujer en la –supuesta– cima del Imperio, que nos lleva 50 años atrás… Justo 50 años. ¿Tiene todo esto alguna relación?
“Soy tan pobre que solo tengo dinero”, cuentan que dijo Cristina Onassis, la heredera del multimillonario Aristóteles Onassis, poco antes de expirar en su lecho de muerte el 19 de noviembre de 1988.