¿Uno nace, o se hace?
No hace mucho leí algo que me llamó poderosamente la atención, más por el proceso evolutivo del protagonista que por otro motivo.
Un lugar donde la imaginación y la palabra recorren infinitos caminos y emociones.
No hace mucho leí algo que me llamó poderosamente la atención, más por el proceso evolutivo del protagonista que por otro motivo.
Nos hemos instalado en el enfrentamiento continuo que es una forma nociva y estresante de relación social.
Homenaje a Rafael Cadenas basado en su poema “Las paces”.
Cuenta Robert Luis Stevenson en su interesantísimo libro «En los mares del Sur», que uno de los principales alicientes que le impulsaron a viajar a la Polinesia era buscar gentes con referencias socioculturales distintas de las de Occidente, que no fuesen herederos del acervo y el modo de ver la vida que Atenas y Roma nos han legado. Y, vaya si las encontró.
Caleti Marco es miembro del colectivo literario “Chaflán de Letras”.
Han existido siempre, pero de un tiempo a esta parte abundan sobremanera, aquellos que se empeñan en decirnos cómo hemos de vivir nuestras vidas.
Y sí, las hubo y las hay. Las hubo destacadas por su buen hacer en pro de los derechos de la mujer, que abrieron y afianzaron la difícil senda que nos ha traído a los tiempos de hoy. Gracias a ellas disfrutamos de una posición favorable que no siempre tuvimos.
Asistí hace unos días al concierto de la obra Elías, de Félix Mendelson (1809-1847). Quedé prendada; prendada de la composición, la secuencia y el juego de sonidos, notas, voces —solistas o en coros—….
Hace algún tiempo conocí a un tipo ―alguien arrogante y muy pagado de sí mismo―, que durante una conversación sobre libros y literatura pronunció una frase lapidaria que nos dejó fríos y perplejos a todos los presentes.