La Habana, la ciudad de la alegría (II)
Como hemos visto en la primera parte, La Habana desde muy temprano comienza a adquirir gran importancia gracias a su estratégica situación y a la protección que ofrece su bahía. Si su desarrollo había sido hasta entonces de un carácter militar, el siglo XVIII hace que gracias a su apertura, al fin del monopolio español y a negocios como el azúcar o el tabaco, la ciudad se enriquezca, crezca y se embellezca.