La bahía de Cartagena está separada del mar por la península de Boca grande y las islas de Tierrabomba y Barú. Es una extensa bahía orientada de Norte a Sur con dos bocas hacia el mar: Bocagrande y Bocachica. La bahía está ubicada al Sur de la actual ciudad, al Noreste de la ciénaga de Tesca. Una red de caños conforman las islas Calamarí, Getsemaní, Manga, Gracia, entre otras. La altitud media es de tan solo 2 m.n.m.

El clima de Cartagena de Indias es tropical. Las temperaturas máximas se registran entre los meses de abril a agosto (32 ºC) y las mínimas en diciembre, enero y febrero; siendo su oscilación térmica muy baja (tan solo 2º C), entre los 26-28 ºC. La temperatura es muy regular durante todo el año en torno a los 27ºC.

Las precipitaciones más importantes se registran en los meses de agosto, septiembre y octubre, mientras que en febrero y marzo no llueve práctica  mente nada. La precipitación media en Cartagena de Indias es de unos 1000 mm. al año.

La población total que vive en Cartagena de Indias es de unos 955.250 habitantes distribuidos a lo largo de unos 709 km2. (1)

FUNDACIÓN Y COLONIZACIÓN DE CARTAGENA DE INDIAS.

Pedro de Heredia llegó a la ciudad india de Calamarí (que es ahora el centro histórico) en busca de un lugar donde hubiera corrientes de agua para poder establecerse. Era el 1 de junio de 1533. Luis Jaramillo comenta en su trabajo que: “Cartagena inicialmente fue un precario asentamiento español sobre un asentamiento indígena perfecto”.

Este emplazamiento, pues, fue en principio, de carácter provisional, y a pesar de constituirse en lugar ideal para edificar un puerto, gracias al fácil acceso de las naves, no contaba con buenas fuentes de agua capaces de surtir una población grande. Otra razón por la cual no se consideró el sitio de Calamarí como asentamiento permanente durante sus primeros años, fue la omisión por parte de la corona, dentro de las capitulaciones entregadas a Heredia, de otorgar encomiendas a los miembros de la expedición. Esto hizo que muchos pobladores, y entre ellos el mismo Heredia, buscaran fortuna en otros lados, principalmente en el área Cenú  (2)

El primer intento de planificación urbana lo realiza el juez de residencia de Heredia, Juan de Vadillo, entre los años de 1535 y 1537. Entre las obras que se efectúan durante su estancia está la elaboración de la primera catedral de Cartagena y es Vadillo quien se queja que: “ los indios que no han traído la paja necesaria para acabar la techumbre”. La construcción, en general, parece que fue efectuada con cañas, por no encontrarse ni madera ni piedras dentro de la zona. Sin embargo, para el atrio se pidió a la isla La Española “cal, yeso, ladrillos, azulejos y un maestro para hacer el Sagrario, así como también rejas de madera para la capilla mayor y el coro, puertas grandes y pequeñas…” (3)

La caña y la paja, materiales utilizados por los indígenas, fueron usados en todas las construcciones nuevas. Esto hizo que en el año de 1552 se destruyera la ciudad totalmente, cuando por un descuido se incendió una casa y con la ayuda de las brisas marinas su fuego se propagó hacia las demás. La ciudad fue reconstruida inmediatamente, procurando esta vez utilizar materiales perdurables, como el bahareque.

Del trazado original de la ciudad es poco lo que se conoce aunque se sabe de la existencia de dos plazas: la plaza Mayor y la de la Aduana (o Real).

La plaza Mayor tenía una importancia de carácter social y burocrático. En ella se encontraba la catedral que sustituyó la de cañas y el edificio compartido por el cabildo y el gobernador (desde 1568). Era la plaza el sitio ideal para pasear y conversar. (4)

La segunda plaza es la de la Aduana, frente al muelle. En ella se establecieron la Casa de Contratación, la carnicería y las principales tiendas. La función de esta plaza era de tipo económico, en ella se desarrollaron las principales transacciones mercantiles, aunque también se celebraban fiestas populares. (5)

Las principales construcciones durante el siglo XVI fueron de carácter religioso: se iniciaron las obras del convento de Santo Domingo (1551), del convento de San Francisco (1555) -única construcción junto con el matadero levantada en el Arrabal de Getsemaní en este siglo- y el de San Agustín (1588).

La catedral que se consideró como definitiva, por los materiales utiliza dos para su construcción (columnas de piedra, portones de madera, etc.), se inició en 1577 y se terminó alrededor de 1612. Esta catedral debió coexistir con la catedral de paja, has ta que esta última fue reutilizada en parte por el Hospital San Sebastián al anexarle una enfermería en 1579. (6)

Las edificaciones oficiales fueron más tardías. La casa de la Aduana se inició en 1575. Por otro lado, el Cabildo se reunía cada viernes en casa de particulares hasta que se adquirió la casa del tesorero (1586), por ser la mejor de la ciudad. Ésta era una de las pocas que hasta ese momento se habían elaborado en materiales nobles y estaba frente a la catedral y la plaza Mayor. Era una construcción de dos pisos; en la planta baja se reunía el Cabildo, y la planta superior sirvió de aposentos para el gobernador.

En cuanto a obras civiles se puede mencionar el puente de San Francisco que une a Getsemaní con la ciudad de Cartagena. La importancia que fue adquiriendo la ciudad como puerto marítimo, hizo que se construyera un muelle adicional. A pesar de esta situación, la población urbana en el siglo XVI no pasó de unos pocos bohíos provisionales en el momento de su fundación. Con Heredia llegaron a Cartagena de Indias, en 1533, unos 250 españoles la gran mayoría de ellos varones con escasa cultura; (7) Martínez Shaw aumenta la cifra a 502 distribuidos en unas 150 casas con 16 encomenderos de indios; a fines del siglo XVI eran ya unas 400 casas las existentes en Cartagena de Indias con 22 encomenderos (8) que bien podrían albergar a más de  3.000 personas entre españoles, indígenas y negros. (9)

Al poco tiempo de llegar Pedro de Heredia a Cartagena ya estaba trazada la ciudad dentro de la zona,repartidas tierras entre los colonizadores y nombrados todos los cargos correspondientes para el nacimiento legal del poblado. A continuación la ciudad se limitó dentro de la zona, se distribuyeron las tierras entre los colonos y todos los gastos jurídicos fueron propiedad para el nacimiento del pueblo. (10)

La primera obra importante de carácter defensivo fue el fuerte de Boquerón, construido por el gobernador Dávalos de Luna en 1566. Consistía en una especie de torre ubicada en la isla de Manga. Al año siguiente se construyó, por la entrada de la Bocagrande, única practicable en aquella época a la Bahía, un fuerte en la punta de Icacos llamado Castillo de San Matías.

Para impedir el acceso por vía terrestre a la isla de Calamarí, se construyeron dos trincheras con fosos. En 1594 el gobernador Pedro de Acuña enlazó esas dos trincheras con una empalizada al borde del mar. Tres años más tarde construyó una muralla, según proyecto de Antonelli, de madera y fajina, que fue destruida por el mar.

En el siglo XVII se inició la construcción definitiva de las murallas. Esta obra le fue encomendada al ingeniero militar Cristóbal de Roda, quien la dirigió desde 1609 hasta 1631. Roda trabajó sobre los planos de Antonelli, pero amplió el recinto amurallado.

El 8 de septiembre de 1614 se colocó la primera piedra de las murallas, para los cimientos del baluarte de San Felipe (hoy Santo Domingo). Cristóbal de Roda construyó además la muralla de La Marina y los baluartes de Santa Catalina y San Lucas, el fuerte de Santa Cruz de Castillo Grande, en la punta del Judío y la plataforma de Santángel en la isla de Tierrabomba.

En 1631 el gobernador Francisco de Murga inició la fortificación de la isla de Getsemaní. Tres años después estaba cercada en sus frentes hacia los caños y la bahía de Las Ánimas. Construyó además los fuertes de Manga y San Juan de Manzanillo.

En 1640 naufragaron tres navíos portugueses en el canal de la Bocagrande. Sus cascos hicieron que la arena se acumulara formando una barrera que se podía atravesar caminando. Las corrientes de la bahía, al buscar salida hacia el mar, dragaron el canal de Bocachica, habilitándolo para el paso de grandes embarcaciones. Fue necesario entonces avanzar las defensas a Bocachica y se inició la construcción de un fuerte en el extremo Sur de la isla de Tierrabomba, el Castillo de San Luis, que estuvo a cargo del ingeniero Juan Bautista Antonelli.

En 1656, el gobernador Pedro Zapata de Mendoza dispuso la construcción de un bonete en el cerro de San Lázaro, al que nombró San Felipe de Barajas. (11)

A pesar de la fuerte protección defensiva de Cartagena de Indias, la naciente población sería blanco de la codicia de invasores ingleses y franceses, y es que su calidad de puerto negrero y comercial la hacía muy atractiva a ojos foráneos. La prosperidad de Cartagena de Indias atrajo el interés de los piratas. Y los primeros ataques de piratas los realizó el francés Roberto Baal. Pocos años después, Cartagena conoció numerosos ataques por parte de Juan Hawkins, los hermanos Juan y Martín Coté, y de Francis Drake. (12) A consecuencia de estos ataques, una muralla y varios fuertes fueron construidos alrededor de la ciudad.

Por lo tanto su protección y defensa eran más que urgentes, comenzando en pleno siglo XVI con el Fuerte del Boquerón  (donde hoy está el Fuerte del Pastelillo). Luego vendrían, poco a poco, las diferentes fortificaciones que rodearían a la ciudad de acuerdo a las exigencias y la evolución del arte militar en los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, no por ello la ciudad se salvaría de arrasadoras invasiones como la del Barón de Pointis en 1697, que la dejó prácticamente destruída.

El 13 de abril de 1697, el barón de Pointis atacó la ciudad de Cartagena de Indias con una gran flota de buques y comenzó a bombardear la ciudad el día siguiente. El desembarco se realizó en la isla de Tierrabomba y utilizó sus soldados y bucaneros para atacar el castillo de San Luís de Bocachica el cual era defendido por Don Sancho Ximeno, que se defendió valerosamente del ataque, pero que fue traicionado por sus propios soldados, la mayoría esclavos negros que a la primera ocasión entregaron sus armas y le permitieron la entrada a los franceses al castillo. Pointis reconoció el gran valor de Sancho Ximeno así que le devolvió su espada y le dijo : “Un hombre como usted no debe estar desarmado”.

A continuación, los franceses se desplazaron lentamente hacia la ciudad para apoderarse del Castillo de San Felipe donde atacaron sin piedad la puerta de la Media Luna para abrir un paso con el fin de entrar en el sector de Getsemaní, pero no sin antes combatir con los últimos so0ldados que intentaron conservar la seguridad de la ciudad. (13)

Después de que las autoridades de Cartagena de Indias decidieron entregar sus armas, Pointis entró triunfante en la ciudad y ordenó que se realizara un canto cristiano para celebrar su victoria. Los piratas pasaron alrededor de un mes en la ciudad robando y despojando a todos los habitantes de sus joyas. Pointis abandonó la ciudad el primero de julio de 1697, con un botín de dos millones de pesos en oro. (14)

Sin embargo, el episodio más legendario de Cartagena fue la defensa de la ciudad en 1741, frente al ataque del almirante inglés Vernon. Este comandaba una flota de 195 navíos, 3.000 cañones, 25.000 soldados ingleses y un refuerzo de 4.000 milicianos de Nueva Inglaterra. Fue la mayor flota jamás organizada por Inglaterra hasta la Segunda Guerra Mundial.. Frente a ellos, el comandante español que defendía la ciudad, Blás de Lezo, disponía de 6 navíos con su tripulación y 3.000 soldados, apoyados por 600 indígenas. La derrota del almirante inglés ha quedado grabado en la historia como una gran hazaña de Blás de Lezo y los soldados cartageneros.

Cartagena de Indias se hizo la ciudad más protegida de América del Sur. Los españoles concibieron los fuertes, las baterías y los castillos gracias a la ingeniosidad de sus arquitectos españoles e italianos con abundante mano de obra esclava.

A finales del siglo XVII Cartagena de Indias contaba con 2.500 familias de origen europeo. El comercio negrero fue la principal actividad mercantil durante todo el siglo XVII y principios del XVIII, convirtiéndose en el principal puerto esclavista de toda la América hispánica. Militares, clérigos y vecinos, además de usufructuar del negocio de la trata, eran dueños de tierras y esclavos. Un siglo antes había alrededor de 68 asentamientos indígenas en las inmediaciones de la ciudad de Cartagena. La gente africana los reemplazaba en las labores domésticas urbanas y rurales. Entretanto, las naves negreras portuguesas, holandesas, francesas e inglesas desembarcaban cientos de miles de africanos destinados al cautiverio. En 1687, Cartagena tenía 1.952 esclavizados en la ciudad y decenas de miles más eran compra dos y llevados hacia el interior de Sudamérica o las islas caribeñas. (15)

El mayor poblamiento de Cartagena se concentrará en torno al puerto y será  más disperso en las áreas rurales próximas, que se mantuvo hasta finales de la colonia. El dominio sobre la tierra se concentraba en manos de unas pocas familias de notables, que establecieron en la colonia en función de la cría de ganado, como una actividad subsidiaria del comercio y destina da al abasto de los principales centros urbanos. (16) Como es bien sabido, en estas llanuras no se dio una producción agro-exportadora de importancia durante el periodo colonial, y las familias de hacendados en Cartagena, perdieron privilegios en el transcurso del siglo XVIII en la medida en que sus propiedades rurales se dividieron en juicios de sucesión, o perdieron valor por las cargas impositivas que acumularon en préstamos a censos.

Resulta interesante la comparación entre los grupos de poder que se forman en los primeros cincuenta años de existencia de la ciudad, y los existentes al finalizar el siglo XVIII. En el primer grupo todos los privilegios se derivan de su participación y sus vínculos con la empresa conquistadora. Los que se quedan en Cartagena en el s. XVI son aquellos que habían comprometido su hacienda y honor en la empresa conquistadora. A estas familias se integran los encomenderos y los que llegan más tarde con cargos oficia les. Las élites de poder al finalizar el siglo XVIII en Cartagena, contrariamente a lo ocurrido en otros lugares, no guardaban vínculos de parentesco con las huestes conquistadoras. Estas eran en su mayoría comerciantes peninsulares o personas vinculadas a la burocracia oficial, y su principal anclaje en el notablato de la ciudad está determinado por su riqueza, por sus vínculos de parentesco, o por la ocupación de cargos burocráticos.

Otra constante en esta ciudad, por su condición de puerto, fue la existencia continua de una población mutante de aventureros, negociantes y gente de paso, lo que contrasta con las ciudades ubicadas en el altiplano. El movimiento en el puerto incidió en la gran variedad de ocupaciones que se perciben entre la gente del común y en la configuración del colectivo social. (17)

La ciudad sigue su lento crecimiento demográfico para llegar a los 25.000 habitantes, en 1777, de los que 10.470 residen en tan solo cuatro barrios de la ciudad. (18)

El siglo XVIII no trae grandes construcciones que reflejen importantes cambios en la estructura de la población. Se caracteriza más bien porque se terminan muchas de las obras iniciadas con bastante anterioridad; o por la remodelación de algunas casas de los más adinerados quienes buscan estar al tanto de los últimos estilos arquitectónicos; o por la reconstrucción de edificaciones afectadas por los bombardeos piratas.

Cabe hablar aquí del uso del espacio en las casas cartageneras. Las del centro de la ciudad eran generalmente de dos pisos. El segundo piso era ocupado por sus dueños y se caracterizaba por tener balcones volados, espacio ideal para aprovechar la brisa marina refrescante en momentos de intenso calor. Contaban estas casas también con patios internos con columnas y arcos y, por lo general, estaban construidas en ladrillo, piedra y mampostería. La planta baja frecuentemente era utilizada con fines comerciales o como depósitos, en la parte que se encontraba frente a la calle. La parte interior comprendía los aposentos de la servidumbre y las caballerizas. (19)

CARTAGENA DE INDÍAS A LO LARGO DEL S. XIX.

Uno de los más serios problemas con los que se va a enfrentar Cartagena sería la grave crisis demográfica que va a padecer a lo largo de todo el s.XIX. Si la ciudad contaba con unos 25.000 habitantes, en 1810, un siglo después, en 1905, tan solo tenía unos 9.681. Es decir Cartagena de Indias disminuyó su población a más de la mitad en casi un siglo. (20) Veamos, en este cuadro estadístico, la evolución demográfica negativa de la ciudad de Cartagena a lo largo del s. XIX que podemos apreciar, con mayor claridad, en el histograma realizado por José Antonio Sariego Fueyo.

El descenso de la población de Cartagena, en el primer tercio del s. XIX, se debe, sin lugar a dudas, a la Guerra de Independencia de Nueva Granada dirigida por Simón Bolívar contra los ejércitos españoles. Durante dicha guerra se produce el bloqueo naval y terrestre de Cartagena de Indias por parte de las tropas realistas a cargo de Pablo Murillo. Durante 3 meses, desde agosto hasta diciembre de 1815, los cartageneros sufrieron los estragos del sitio militar más dramático de la historia colombiana, ya que durante el asedio murieron unos 7.000 habitantes, casi una tercera parte de su población, luchando por la independencia de la ciudad, por efectos de enfermedades o por hambre. Un número aún sin precisar murieron después por represalias del régimen realista, en un capítulo tenebroso de la historia colombiana denominado Régimen del Terror. (21)

A mediados del s. XIX, (en 1849) la ciudad de Cartagena fue devorada por el cólera que se extendió rápidamente por toda la ciudad y provocó un gran número de muertes. Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos las autoridades se vieron obligadas a cavar una enorme fosa en el cementerio de Manga. Ante la desesperación de los cartageneros las autoridades tomaron medidas encaminadas a asistir a los más afectados (gente humilde). Un espíritu de solidaridad se sintió entre todos, pobres y ricos, puesto que la epidemia atacaba a todos por igual. Al cabo de cinco semanas el cólera fue disminuyendo su expansión, hasta desaparecer. Se calcula que esta peste ocasionó la muerte a una tercera parte de la población. (22)

El descenso de la población de Cartagena se debió, también, a la emigración de personas que buscaron oportunidades de trabajo en otros lugares de la región, al haber perdido su puerto la antigua actividad en tiempos de los españoles. Esa emigración era selectiva ya que emigraban más hombres que mujeres, de ahí que los censos de población registrasen más mujeres que hombres en todos los tramos de edad.

La evidencia de la recesión importante de las actividades comerciales en Cartagena de Indias, hasta las tres últimas décadas del s.XIX, se constata a través de documentos e informaciones de viajeros europeos que visitaron Cartagena en esos años como fue el caso del alemán Georg Wegener (23)

A partir de 1875 se vuelve a potenciar la actividad comercial. El comercio estaba formado por la mayor parte de los hombres de la élite cartagenera. En efecto, el 17% de los hombres estaban dedicados a esa actividad, un 36% eran artesanos, el 12% militares, el 11,2% empleados y un 4% eran profesionales liberales (médicos, abogados, ingenieros, profesores…)

En 1875 los impuestos pagados por los comerciantes representaron más del 62% del total del impuesto de renta recaudado en Cartagena por el Estado de Colombia. Les siguen en pago de impuesto los hacendados que, aunque no eran muchos, hacían pagos per cápita elevados (87 pesos anuales). Posteriormente, estaban los capitalistas que contribuyeron con el 9% y aportaron 103 pesos por persona y año, seguidos por el grupo de los artesanos quienes solo pagaron 21 pesos. (24)

La distribución de lo que se pagaba por impuesto de renta debía reflejar la distribución del ingreso entre los contribuyentes cartageneros. Había una distribución del ingreso bastante desigual entre los contribuyentes, que eran las personas más ricas de la ciudad. (25)

Cartagena, debido al estancamiento económico, no recibió demasiados extranjeros hasta fines del s. XIX. No obstante, se tiene constancia de que varíos extranjeros, ya avanzado el siglo, ingresaron en la élite económica y social cartagenera. El mayor número de ellos procedían de Cuba (26%), Inglaterra (21%), Francia, Holanda e Italia (10% cada país), y Estados Unidos (7%). Como ya señalé, con anterioridad, la principal actividad económica de estos extranjeros era el comercio. Allí tenían ventajas comparativas por sus vínculos con los países de origen, el conocimiento de las lenguas y la legislación y contactos personales previos.

El comerciante más rico de Cartagena, a fines del siglo XIX, fue Juan Bautista Marinero que se convirtió en propietario de un gran número de inmuebles en la ciudad y, además estaba casado con una italiana que se dedicaba al comercio al por menor y era propietaria de una tabacalera. (26)

Al finalizar el siglo XIX, las regiones y ciudades colombianas procuraban incorporarse al proceso de modernidad. Cartagena, poco a poco, se asoma al desarrollo con el primer sistema de energía eléctrica, la construcción del ferrocarril y un tranvía que constaba de un vagón tirado por mulas sobre un carril que partiendo del Centro Histórico de la ciudad bordeaba los baluartes de San Pedro Mártir y San Lucas para llegar a El Cabrero, zona residencial extramuros de la ciudad. (27)

CARTAGENA DE INDIAS EN NUESTROS DÍAS.

La recuperación demográfica de Cartagena comenzó, por fin, ya en la primera década del s. XX hasta poder considerarse como de auténtica explosión demográfica. La ciudad, en 1912, contaba con 36.632 habitantes para llegar a los 128.877, en el año 1951. Así pues, entre 1912 y 1951 la tasa de crecimiento poblacional se situó en un 3,2% anual, la tasa más alta en toda la historia de la ciudad. (28)

A este fuerte crecimiento demográfico se sumaría el económico. Dos factores marcaron el crecimiento económico en la primera mitad del siglo XX: la construcción del ferrocarril a Calamarí, que mejoró la comunicación de la ciudad con el río Magdalena y el establecimiento de la Andean Petroleum Company. Esta empresa contrató con el gobierno la construcción de un oleoducto para transportar el petróleo del campo de “Las Infantas”, en Santander, hasta Mamonal, en la bahía y se vinculó a la ciudad amurallada como sede de sus negocios. Cartagena se convirtió en el primer puerto exportador de petróleo del país por lo cual el valor del tráfico de exportación superó al de Barranquilla. La Andean construyó importantes obras de infraestructura y generó empleo lo que reanimó la vida económica de la ciudad.  (29)

En los últimos años, en especial desde la última década, la ciudad de Cartagena de Indias se ha erigido como uno de los principales destinos del turismo internacional en Colombia. Ello ha sido jalonado por varios factores, entre los que se destacan el patrimonio natural y cultural, la dinámica inmobiliaria, el emprendimiento de diversas empresas turísticas, la oferta hotelera y de ocio y la preocupación por la seguridad y la comodidad de los turistas.

A inicios de la década de 2000 el porcentaje de la ocupación hotelera era aproximadamente de 80% para los turistas nacionales y de 20% para los turistas extranjeros. La llegada de turistas foráneos por vía aérea entre 2000 y 2002 fue de alrededor de 30.000 por año, cifra bastante menor a los casi 80.000 de 1995; las cifras de llegadas decrecieron sustancialmente a causa de la violencia derivada del narcotráfico y el conflicto armado interno. En cuanto a los cruceros, es posible señalar que hacia el año 2000 hubo alrededor de 120 recaladas, mientras que hacia el año 2002 la cifra disminuyó a alrededor de 70. Paralelamente, por este modo se registraron alrededor de 160.000 turistas para el año 2000 y 80.000 para 2002. (30)

En la actualidad Cartagena de Indias es la segunda ciudad en importancia como receptora de turistas en Colombia después de Bogotá. En el año 2006 se registraron 128.973 turistas internacionales, y en el 2009 la cifra aumentó a 155.249. Bogotá, con cifras de 517.647 turistas en 2006 y de 692.800 en 2009, es primordialmente un destino de turismo de negocios, mientras que Cartagena es un destino de turismo de ocio combinado con otras motivaciones, como las de eventos de diversa índole. Por esto la estacionalidad de la actividad turística en Cartagena de Indias es más marcada que en la capital del país, aunque durante todo el año se realizan eventos que requieren parte de la oferta hotelera de la ciudad. (31)

Aunque es evidente que el turismo internacional genera beneficios económicos a algunas franjas productivas de la ciudad, éste también está participando, directa o indirectamente, en la aparición y consolidación de problemas sociales y ambientales variados, como la segregación urbana, la especulación inmobiliaria, la parahotelería, la prostitución infantil y juvenil, el expendio y consumo de drogas, la producción de basuras y la sobreexplotación ambiental de la zona costera.

Los retos son muchos para que el turismo internacional en Cartagena de Indias se constituya en un motor real de mejoramiento de las condiciones de vida del conjunto de sus habitantes, y no sólo —como está ocurriendo actualmente— en una franja productiva de la que pocos grupos sociales y económicos se benefician realmente. (32)

Con el fuerte aumento demográfico iniciado ya a principios del siglo XX y su correspondiente desarrollo económico, la élite local de la ciudad se planteó la construcción de un nuevo edificio consistorial que aunase modernidad y sobriedad como claro ejemplo de la nueva ciudad que se pretendía remodelar o construir de nuevo bajo los escombros de edificios que ya estaban en estado ruinoso.

El Palacio Consistorial. (P.P. S.XX)

El Ayuntamiento de Cartagena se asienta sobre un edificio que fue derribado en 1893. La realización del nuevo edificio fue encomendado al arquitecto municipal Tomás Rico, iniciándose las obras en marzo de 1900. El coste fue de 1.780.437 ptas; siendo inaugurado en 1907, aprovechando la visita a Cartagena de Indias del rey Alfonso XIII y el rey Eduardo VII de Inglaterra para la firma de los “Pactos de Cartagena”. En enero de 1908 la Corporación Municipal se instaló en el nuevo edificio.

El Palacio Consistorial es de planta triangular, con cuatro cúpulas y rotondas en las esquinas. Cada fachada, de granito y mármol blanco, tiene un tratamiento diferente. Así, la fachada principal, se realza con el pórtico y el eje central, marcado en planta, y rematado por el escudo de Cartagena y la cúpula mayor. En la fachada que da a la calle Alcalá Zamora, destaca un gran balcón corrido al que se abren tres esbeltos arcos de medio punto. El resultado es un edificio ecléctico con un indudable aire clasicista acorde con su función. (33)

El desarrollo urbano moderno de Cartagena se inicia a finales del siglo XIX, muchas familias de pescadores invadieron la franja del terreno entre la muralla y la escollera, conformando tres barrios llamados Boquetillo, Pekín y Pueblo Nuevo. Estos tugurios duraron hasta 1939, cuando el alcalde Daniel Lemaitre los desalojó trasladándolos a Canapote, para así dar paso a la Avenida Santander.

A finales del siglo XIX se dio inicio al barrio el Cabrero, caserío formado por dos calles: una de un kilómetro de largo paralela al mar y a la ciénaga del Cabrero, otra perpendicular y de menos longitud. Por otro lado existía un caserío denominado El Fiscal de propiedad del señor Federico Romero Gómez donde habitaba un grupo de pescadores.

En el año 1894 se inicio la formación del barrio Amador y La Quinta y en el año 1913, aparecen los primeros asentamientos en Torices. Además, se inicia la expansión de la ciudad amurallada hacia los barrios periféricos.

En los barrios de Manga, Pie de la Popa y el Cabrero se asentó la clase alta de Cartagena y en El Pie del Cerro y El Espinal, se ubicó una franja poblacional de menores recursos, aunque también se asentaron en los barrios de estrato alto.

Otras zonas de crecimiento en este periodo, fueron los barrios de la Esperanza en el año 1920, Zaragocilla en 1927, Amberes y Bruselas en 1930, el Prado en 1935, Armenia, Boston y Tesca como pequeños asentamientos aproximadamente por los años 1938 y 1939.

Grandes cambios tuvo Cartagena de Indias para esta época, especialmente aquellos que se refieren a la construcción de vías y edificaciones, que de una u otra forma modificaron el territorio alterando la dinámica espacial y de concepción del territorio.

Así se hizo el relleno a la Laguna del Cabrero para la construcción de la Avenida del Mar, conocida también como la Avenida Rafael Núñez, cuyo objetivo es conectar la Avenida Pedro de Heredia con la Avenida Santander. En el sector del Muelles de los Pegasos donde se encontraba el antiguo mercado de víveres de la ciudad inaugurado en 1905 y demolido en 1978, esté se trasladó al sector de Bazurto y en su lugar se construyó el centro internacional de Convenciones Cartagena de Indias inaugurado en 1982, con estas construcciones se dio la rectificación del cuerpo de agua de la Bahía de Las Ánimas. Al mismo tiempo se logran apreciar los rellenos realizados en el sector que hoy en día comprende el Parque la Marina, Base Naval y entrada al Barrio Bocagrande. (34)

A partir de mediados del siglo XX, se comienza la construcción de barrios de interés social en Cartagena financiados por el gobierno, uno de los primeros fue el barrio Crespo y el Bosque en el año 1949, entre 1951 a 1953 se construyó el barrio Martínez Martelo con 220 viviendas y en 1952 el barrio Daniel Le maître con 60 casas. Entre 1955 y 1966 el crecimiento de la ciudad se presenta en forma dispersa. En orillas de la Ciénaga de la Virgen y a lo largo de las riberas de los caños, se incrementan el asentamiento de tugurios. En 1960 se intenta erradicar a Chambacú con el traslado de algunas familias al barrio Blas de Lezo, pero por múltiples razones este proyecto fracasa.

En 1964 la ciudad contaba con 217.910 habitantes según el censo del DA NE. En este periodo se construye la primera etapa del alcantarillado sanitario de la ciudad. En el periodo de 1967 a 1973 Cartagena experimenta un gran crecimiento urbanístico aumentando su población al final del mismo a 311.664 habitantes, según el DANE. La zona de tugurios de Chambacú es erradicada definitivamente en 1973. (35)

El crecimiento de la ciudad, a partir de los años 80, se caracterizó por la densificación de las zonas con mayores pendientes ubicadas entre la avenida Pedro de Heredia, carretera del bosque y transversal 54, comenzando a surgir las tramas desarticuladas que pudiera insertarse favorablemente dentro del sistema general de la ciudad. En la actualidad parte de estos terrenos han sido acondicionados para El Parque Espíritu del Manglar unos de los principales pulmón verde de la ciudad.

En Cartagena de Indias el crecimiento urbano se ha limitado por sus diferentes accidentes geográficos como el Mar Caribe, la Ciénaga de la Virgen además por la zona industrial de Mamonal, trayendo como consecuencia la invasión de terrenos en la falda del Cerro de la Popa y los diferentes rellenos en la Ciénaga de la Virgen y los diversos sistemas lagunares de esta.

Desde 1961 y 2005, se aprecia la evolución del paisaje en las últimas décadas, donde se puede constatar la reducción de 30,3 Has. de zonas lacustres, debido a la presiones urbanísticas.

En el análisis realizado con el programa ARCGIS se determinó la existencia de dos puntos críticos que cambiaron la dinámica territorial del área de estudio, el primero se ubica en el sector Chambacú cuando el curso de agua del mismo nombre fue desviado de su curso original mediante la construcción del puente de la Transformación Nacional. (36)

El segundo punto crítico se ubica en el sector del Cabrero y Marbella siendo precisamente sus cuerpos de agua homónimos los que más rellenos ha tenido, la modificación de estos corresponde a 36% equivalentes a 11 Has. y 18% equivalentes a 5,32 Has. respectivamente, por la expansión urbanística que se da a partir de 1990. También se logra apreciar que se modificó de una forma significativa el cauce original, existe aprovechamiento de la cobertura vegetal para la industria de la construcción.

Se ha observado que el esquema de desarrollo de la ciudad ha ocasionado una considerable presión del complejo urbano sobre las aéreas naturales, generando acelerados procesos de deterioro del espacio lacustre y una progresiva desfragmentación de gran parte de la cobertura natural desde 1990 a nuestros días. Cartagena está perdiendo su identidad como ciudad acuática pues no se le da un valor a los cuerpos de agua y se ha olvidado que la ciudad básicamente es insular, tratando de homogeneizarla a través de rellenos en el territorio urbano. (37)

La ciudad de Cartagena de Indias se encuentra actualmente con una gran cantidad de proyectos inmobiliarios con fines turísticos y multifamiliares que en la zona de influencia es más notorio en el sector de Marbella, además de la creación de nuevos centros comerciales como son Caribe Plaza en el Caño Bazurto, el Centro Comercial la Serrezuela y Portal de Heredia al lado de Chambacú.  (38)

Notas bibliográficas.

(1)Censo de población de Cartagena. 2012.

(2) Lucas Fernández Piedrahita: Historia General de las conquistas del Nuevo Reino de Granada. Bogotá. 1942. Mª Carmen Borrego Plá: Cartagena de Indias en el siglo XVI. Escuela de Estudios Hispano-Americanos. Sevilla. 1983.

(3)Juan de Castellanos: Historia de las Indias. Enrique Marco Dorta: Cartagena de Indias. Puerto y Plaza Fuerte. Bogotá. 1988.

(4)Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés: De la natural y general Historia de las Indias, islas y tierra firme del Mar océano. Academia de la Historia de Madrid. 1959. Idelfoso Gutiérrez: Historia del Negro en Colombia. Bogotá. 1980.

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