Una nueva era
Los empleos son trabajos que proporciona una empresa. El trabajo –de los autónomos, de las pequeñas asociaciones y cooperativas, del inicio de muchas pymes- lo “busca”, halla, descubre o inventa uno mismo.
Los empleos son trabajos que proporciona una empresa. El trabajo –de los autónomos, de las pequeñas asociaciones y cooperativas, del inicio de muchas pymes- lo “busca”, halla, descubre o inventa uno mismo.
Ahora sí, por fin, todo el mundo se ha dado cuenta de que no debe seguir tolerando que la hegemonía de los Estados Unidos –mantenida contra viento y marea por el Partido Republicano- sea la que tenga en sus manos las riendas del destino común de la humanidad.
Ahora sí que ya es patente y bien reconocido, gracias al COVID-19, que con la exclusiva atención neoliberal al PIB, es decir, al crecimiento económico y no al desarrollo humano.
Hay propuestas que, con el tiempo, permanecen de actualidad e incluso se hacen más urgentes.
¿Estamos a las puertas de cambios de calado en la sociedad?
Está claro que el G20 ha fracasado estrepitosamente, ampliando la brecha social y desatendiendo a los más vulnerables.
Deber de memoria: la más relevante lección de la crisis mundial producida por el coronavirus es que el conocimiento es el pilar fundamental de la nueva era.
Acaba de fallecer Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense que trascendió fronteras no sólo por la palabra sino por el ejemplo de dignidad y coraje a lo largo de toda la vida.
La educación es, como la justicia, la sanidad y la ciencia, tema supra-partido político. Se dirige a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna, y no puede concebirse desde ideología, creencia e identidad cultural alguna.