Limita al norte con los municipios de Nejapa, Mejicanos, Cuscatancingo, y Ciudad Delgado, al este con Soyapango y San Marcos, al sur con Panchimalco y también con San Marcos, y al oeste con Antiguo Cuscatlán y Santa Tecla.

San Salvador tiene un clima cálido todo el año, siendo diciembre, enero y febrero los más frescos. Las temperaturas se mantienen entre los 18 y 33 grados centígrados. Los más calurosos son de marzo a mayo. De mayo a octubre es la estación lluviosa, época donde se producen inundaciones.

La temperatura varía entre el mediodía y la medianoche, debido a cambios en los niveles de humedad. La temperatura más alta registrada en San Salvador fue de 38,5 °C, la más baja fue de 4,0 °C. (1)

Tiene una población de 316.090 habitantes (censo de agosto de 2013), aunque el conglomerado urbano denominado “Gran Salvador” tiene una población aproximada de 1,7 millones de habitantes lo que supone más del 28% de la población total del país. La población de San Salvador se asienta en una superficie de 72,25 Km2 y su densidad es bastante elevada ya que supera los 3.900 hab/Km2. Es la sede de los principales órganos del Estado y principal centro económico y cultural del país. (2)

FUNDACIÓN DE LA CIUDAD.

En la etapa pre-colombina El Salvador estaba ocupado por la tribu pipil denominada antiguamente “Nequepio” y más recientemente “Cuzcatlán” (todavía se denomina así al territorio salvadoreño). Se componía esencialmente de varios cacicazgos: El más importante de ellos, el “Señorío de Cuzcatlán” que comprendía la región central del país; y el de Señorío de Izalco, cuya ciudad principal era Tecuzalco y que se extendía por el actual departamento de Sonsonate. La palabra “Cuzcatlán” significa “Tierra de Preseas” debido a la abundancia de riquezas naturales de la región.

La capital del señorío de Cuzcatlán era la ciudad del mismo nombre, generalmente considerada como la metrópoli de la región pipil. Estaba situada a 8 kilómetros al S/O. de la actual capital de la República, en sus afueras se podía gozar de los beneficios de una hermosa laguna que empezó a secarse después del terremoto de 1873. Actualmente estos terrenos son ocupados por la ciudad de Antiguo Cuzcatlán.

Pedro de Alvarado en su segunda carta a Hernán Cortés, hablaba de las importancias y riquezas de la región pipil, en las que se apreciaban “edificios de cal y canto sin grandes obras monumentales” .

Se cree que los pipiles vinieron de México a fundar Izalcos y Cuzcatlán en el año 1054 D.C., dirigidos por un príncipe tolteca, después de su derrota en una sangrienta disputa sobre sucesión dinástica. Aunque esta puede no ser una fecha exacta, las investigaciones arqueológicas indican, hasta ahora, que la migración se produce en el siglo XI .

En junio de 1524 el capitán español Pedro de Alvarado empezó la exploración de Cuzcatlán (tierra de cosas preciosas) del señorío homónimo que estaba poblada por las tribus nativas del país, con la intención de alojarse de manera permanente y anexar aquellas verdes y fértiles tierras al reino español. Después de 17 días de hostilidades, muchos nativos y españoles murieron, incluyendo al jefe indígena Atlacatl. Pedro de Alvarado derrotado y herido en su cadera izquierda, abandonó la pelea y se retiró a Guatemala, comisionando a su hermano, Gonzalo de Alvarado, a continuar con la conquista de Cuzcatlán. Posteriormente, su primo Diego de Alvarado, estableció la villa de San Salvador en abril de 1525, en un sitio llamado La Bermuda, cercano a la ciudad de Suchitoto.

Excavaciones en Ciudad Vieja

Debido a las frecuentes rebeliones en el sitio por parte de los nativos, se estableció una nueva villa en el lugar conocido actualmente como Ciudad Vieja, al sur de la actual localidad de Suchitoto (1 de abril de 1528). Su trazado original tardó quince días en realizarse llegando a ser poblada por un número de entre 50 a 60 viviendas, teniendo por alcaldes a Antonio de Salazar y Juan de Aguilar. (3)

Después de la pacificación de la región, la pequeña localidad fue abandonada poco a poco y el nuevo asentamiento se ubicó, el año de 1545, en el valle de Zalcoatitán renombrado como “Valle de las Hamacas”. Se estima que tal acampamiento estuvo en la llamada cuesta del Palo Verde, y que fue conocida como “La Aldea”. Al norte de ese emplazamiento se comenzó a trazar la Plaza Mayor, donde se ubica actualmente la Plaza Libertad; al Este, se erigió la Iglesia consagrada al Santísimo Salvador del Mundo, mientras que las casas consistoriales, estafeta de correos y cárceles públicas se edificaron en la manzana situada al Sur, hoy plazoleta de aparcamiento. En el frente de las manzanas ubicadas al Norte y Oeste, destinadas al comercio, se construirán amplios portales con arcadas de estilo mudéjar. (4)

El 27 de septiembre de 1546, mediante trámites de los procuradores Alonso de Oliveros y Hernán Méndez de Sotomayor, y por petición del Secretario de la Real Corona Juan de Samano ante el príncipe don Felipe por la ausencia del emperador Carlos I, se elevó la villa a la categoría de ciudad por Real Provisión siendo alcalde, en ese momento don Diego de Holguín. (5)

San Salvador fue una de las primeras ciudades de la Real Audiencia de Guatemala, y de América y en el año que se denominó ciudad, en 1546, solo existían con ese título Santiago de la provincia de Guatemala; Puerto Trujillo y Gracias a Dios en Honduras; Granada y León en Nicaragua.

Las leyes españolas prohibían a sus súbditos a residir permanentemente en los pueblos de indios y a su vez los indígenas, a excepción de casos como sirvientes, artesanos, etc., quienes también debían residir en sus propios pueblos. Aunque esta ley en gran medida no se cumplió.

En el caso de San Salvador, la villa necesariamente necesitaba para su desarrollo como para su propia defensa de la cercanía de un asentamiento indígena a la mano. En este caso el más importante núcleo indígena de San Salvador fue Suchitoto, sobre todo teniendo en cuenta que las familias españolas allí asentadas no pasaban de unas cuantas docenas que vivían en dos o tres manzanas edificadas en torno a la Plaza de Armas.

ETAPA COLONIAL DE SAN SALVADOR.

San Salvador no creció rápidamente ya que no era un emporio de riquezas en la época del gobierno colonial y los españoles se dedicaban a la explotación agrícola con el empleo de mano de obra indígena, mediante el sistema de las encomiendas, hecho criticado por el Dominico Fray Bartolomé de Las Casas en esa época.

Efectivamente, cuando pasa la etapa cruenta de la Conquista y el país está más o menos en paz, la mayoría de las poblaciones indígenas de El Salvador son otorgadas en calidad de “Encomienda” a los españoles que directamente habían participado en la Conquista o  querían compensar algún favor a estos. Por medio de la Encomienda, el encomendero se beneficiaba de la tributación y trabajos a su favor, que obligatoriamente tenían que brindarle la indígena o “encomendados” de determinado pueblo. El encomendero, a su vez, se comprometía a evangelizar y cuidar como un buen padre de familia a sus encomendados.

Para el caso de la ciudad de San Salvador la localidad de Suchitoto, próxima a la ciudad, era una Encomienda a favor de Don Hernán Pérez, con una población indígena considerable que debía de pagar tributos de encomiendas ya en 1548, según orden de la Real Audiencia. Este sistema se mantendrá hasta bien avanzado el s. XVIII. (6)

El tributo que los indígenas debían pagar a los encomenderos o a la Corona directamente fue de singular importancia. En el s.XVI el tributo era de 3 tostones o 12 reales anuales por hombre y de 2 tostones por mujer; en el siglo siguiente este impuesto aumentó a 4 tostones para los hombres y 1 tostón por mujer. Este pago se hacía regularmente en frutos de la tierra; es decir, en especie producida por los indígenas. En definitiva, el sistema de la Encomienda era tan importante en El Salvador que, a finales del s. XVIII, llegó a suponer el 80% de los ingresos totales de las Arcas Reales. (7)

A mediados de 1551 se fundó el primer convento de Santo Domingo, dirigido por la Orden de Santo Domingo, guiados por los frailes Tomás de la Torre, Vicente Ferrer y Matías de la Paz. Fue la primera orden en abrir convento a orillas del río Acelhuate, del que utilizaron un ramal, en las cercanías de la después iglesia de Candelaria. En 1556 el convento dominico se trasladó a solares que le donó el peninsular Nicolás López de Yrarraga para levantar la gran casa de frailes que existió en ese lugar hasta 1873. En 1574 se fundó el segundo convento el de la Orden de San Francisco dirigido por el fraile Juan Vico. También se estableció en San Salvador, a fines del siglo XVI, la Orden de la Merced o mercedarios que fueron los frailes más criticados, según opinión de clérigos de las otras órdenes, por lo holgada y deficiente que era su conducta. (8)

Plaza de Armas

La Real Audiencia comenzó el trazado de la ciudad a regla y cordel, según el urbanismo español americano, a partir de la Plaza de Armas, sitio de mercado (hoy Plaza Libertad), con la cuadrícula más o menos uniforme que se observa en el núcleo histórico original de San Salvador, donde se diseñó otra plaza, la de Santo Domingo, a manera de gran atrio de la iglesia y convento de los dominicos, actualmente la plaza Gerardo Barrios.

También en esa zona es posible que haya estado el primer hospital, el de Santa Bárbara, por la necesidad del agua. Este  hospital sufrió los terremotos de 1575  -que describió el oidor Diego García de Palacio en su famosa carta al rey Felipe II, de marzo de 1576-, y luego probablemente lo destruyó el de 1594. Después, se organizó el hospital en las cercanías de la plaza de Santo Domingo.

Asimismo, se edificaron las ermitas de la Presentación (después iglesia de San José), que albergó la imagen de la Virgen Conquistadora, así como las del Calvario, Santa Lucía, Concepción y San Esteban. La iglesia parroquial estaba en el lugar de la hoy iglesia del Rosario, un lugar del más alto significado histórico y religioso. Y allí también estará la primera catedral, desde 1842 hasta el terremoto de 1873, cuando se trasladó frente a la plaza de Santo Domingo, luego de destruido el convento. La Plaza de Armas era el corazón urbano de la ciudad, con su gran fuente en el centro.

El templo parroquial del nuevo emplazamiento fue dedicado al Salvador del Mundo (los cronistas Vázquez y Juarros así lo mencionan), y ya no a la Trinidad, como en Ciudad Vieja, por el mismo nombre de la villa, además de que el día de la Transfiguración, 6 de agosto, se volvió importante en el calendario litúrgico y cívico. En la víspera y día, se realizaba el paseo del pendón real en San Salvador, con acompañamiento de los tlaxcaltecas del barrio de Mexicanos, que guardaban la espada de Pedro de Alvarado en su iglesia. (9)

Debido a la falta de costa hacia el Caribe, El Salvador poco sufrió de los ataques de piratas. La zona se caracteriza por fuertes sacudidas de terremotos y erupciones volcánicas. En el siglo XVI la ciudad de San Salvador fue destruida por dos sacudidas y en 1648 el volcán Playón hizo erupción.

Plumilla, Parroquia San Salvador. (s.XVI)

El desarrollo original del añil en El Salvador favoreció este proceso como producto agrícola comercializable. En 1770, unas 517 haciendas cultivaban este producto. La producción de tinte se encontraba en manos de de una pequeña élite que era propietaria de grandes extensiones de tierra. Algunos pueblos de indígenas en Sonsonate y San Salvador tributaban también telas de algodón. Su economía se basó entonces en el cultivo del cacao y del añil. Se importaba de Nicaragua ganado, de las provincias vecinas alimentos. Los comerciantes de Guatemala enviaban textiles hacia el Salvador a cambio de añil. (10)

En 1786 San Salvador fue elevado al rango de Intendencia junto con León, Ciudad Real de Chiapas y Comasagua. La lejana Costa Rica fue organizada como un gobierno dirigido desde la Capitanía General. De todos los que fueron elevados al rango de intendencias sólo San Salvador había pertenecido directamente a la capitanía general de Guatemala, las otras provincias elevadas a intendencias tenían ya un territorio considerable bajo su administración. San Salvador recibe este honor por la importancia que había adquirido como el productor de añil más importante del área. (11)

A finales del siglo XVIII, San Salvador se convierte en una ciudad clara mente diferenciada de la producción agrícola y ganadera e impulsa la comercialización de los productos “estancados” por la Corona como el tabaco y el añil. Especialmente esto se expresó en la instalación de las garitas de control de las Rentas del Tabaco y las Alcábalas, con las cuales la ciudad definió sus fronteras y las de algunos de sus barrios, además del desarrollo de la infraestructura político-económica dentro de la traza española. (12)

SAN SALVADOR EN EL SIGLO XIX.

Después de la Independencia (1821), la población de la ciudad residía en barrios ubicados en los alrededores de la Plaza Mayor y Plaza Santo Domingo ahora llamada Plaza Gerardo Barrios. Los barrios más populosos, en aquel entonces, eran El Calvario, La Ronda, San José y Santa Lucía. Actualmente estos barrios se sitúan en la zona suroriental de la ciudad.

Antiguo Palacio Nacional

Desde los primeros años del s.XIX hasta la década de los setenta de dicho siglo, el espacio urbano de San Salvador crece lentamente hacia el Sur, Poniente y Norte, aun después de la fundación de una nueva ciudad capital del país: la Nueva San Salvador, en 1854. A partir de la década de los años setenta del s. XIX, el espacio urbano empieza a ser organizado y a expresar el nuevo estado de cosas de la burguesía de San Salvador.

A lo largo del s.XIX, San Salvador sufre dos terremotos terribles (en 1854 y 1879) que contribuyeron a situaciones trascendentes para la ciudad. El primer terremoto fue el pretexto para fundar la nueva ciudad y mudar la cabeza política de la nación, así como empezar a modificar los usos del suelo cambiando, además, muchos edificios urbanos de función. El ejemplo más evidente fue la trasformación del convento franciscano en cuartel militar.

El segundo terremoto, el de 1879, contribuyó al derribo definitivo de varias construcciones religiosas, la remodelación de otras con nuevos estilos arquitectónicos, la construcción de la infraestructura propia del Estado y de la creciente burguesía que requiere un nuevo espacio urbano con la división de las antiguas manzanas y trazándose nuevas calles a manera de paseos arbolados y avenidas como la denominada “Independencia”.

Asimismo fue necesario iniciar una nueva y desconocida infraestructura urbana que dio lugar al tendido de la vía férrea entre Santa Tecla (Nueva San Salvador) y San Salvador y la construcción de la terminal del ferrocarril en la ciudad.

A fines del s.XIX, la infraestructura urbana de San Salvador estaba bastante acondicionada para ello: bancos, bodegas, hoteles, oficinas, etc. Los barrios coloniales empezaron a expandirse y el antiguo pueblo indio de San Jacinto dejó de serlo para agregarse a la ciudad como una más de sus barrios. Los propietarios del suelo empezaron a especular con las tierras agrícolas próximas a San Salvador. (13)

El crecimiento demográfico de la ciudad de San Salvador fue bastante moderado e incluso descendió su población en algún año del periodo 1770-1887. La tasa de crecimiento anual fue del 0,55% como media en ese periodo de tiempo. En 1807, la ciudad contaba con unos 12.059 habitantes. Un diplomático estadounidense, por su parte, en un libro titulado “Notas sobre Centroamérica” estimaba la población de esta ciudad en 25.000 personas en 1852. Sin embargo el censo de 1887 da tan solo 16.323 habitantes para San Salvador. Este descenso demográfico se puede explicar por las guerras contra Guatemala, epidemias, así como por los dos fuertes terremotos que ocasionaron gran número de víctimas y la consiguiente emigración hacia el campo o zonas más meridionales. Por ello la ciudad de San Salvador no superó los 50.000 habitantes hasta 1905 (14)

Palacio Nacional

En cuanto a los edificios más emblemáticos de la ciudad cabe destacar, en primer lugar, el Palacio Nacional. La actual estructura suplantó al antiguo Palacio Nacional erigido durante los años 1866 a 1870, en un predio que se conocía como “casa del níspero”, el cual sufrió un incendio el 19 de diciembre de 1889. Su construcción, realizada entre los años 1905 a 1911, estuvo a cargo del ingeniero José Emilio Alcaine y bajo la dirección del maestro de obra Pascasio González Erazo. Para sufragar su edificación, por medio de un Decreto Legislativo, se estipuló que por cada quintal de café exportado, un colón se destinaría a levantar la obra. Los materiales usados fueron importados desde diferentes países europeos como Alemania, Italia y Bélgica.

En su interior existen 101 habitaciones secundarias y resaltan cuatro salones principales con colores distintivos: el Salón Rojo, utilizado desde su inauguración hasta la administración del general Maximiliano Hernández Martínez, para la ceremonia de presentación de credenciales de embajadores o para las recepciones de la Cancillería Salvadoreña; Salón Amarillo, empleado como oficina del Presidente de la República; Salón Rosado, que alojaba a la Corte Suprema de Justicia, y posteriormente al Ministerio de Defensa; y especialmente el Salón Azul, que fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1974. En este aposento resaltan sus detalles jónicos, corintios y romanos; y fue allí donde se congregó la Asamblea Legislativa desde 1906.

Destacan en su fachada principal seis columnas y las estatuas de Cristóbal Colón e Isabel la Católica, donadas por Alfonso XIII en 1924. En su conjunto el edificio combina detalles Neogóticos, Neoclásicos y Renacentistas. En el centro hay un patio amplio donde predominan cinco araucarias que representan a las cinco naciones de Centroamérica. (15)

El Teatro Nacional, según los libros de historia, fue construido en 1879 por el arquitecto alemán Augusto Hegel. El estilo es renacentista y, por primera vez, se comenzó a usar el concreto armado. Fue destruido por un incendio en 1910.

La Universidad Nacional fue inaugurada en 1878 por el presidente Rafael Zaldívar y la construcción fue realizada de acuerdo con las indicaciones y planos de José Dolores Melara. Fue construida con maderas, láminas troqueladas y hierro galvanizado. Las ventanas eran alineadas y tenían paredes almohadilladas propias.

En 1880 comienzan los trabajos de construcción de la nueva Catedral de San Salvador, a cargo del artista Pascasio González Erazo, según los planos diseñados por José Dolores Melara. La Catedral de San Salvador tiene forma de cruz latina y fue construida también con madera y lámina, siendo inaugurada el 29 de junio de 1888. Posteriormente, un incendio la destruyó el 8 de agosto de 1951. Tenía detalles góticos, un frontón y columnas clásicas. (16)

Un monumento civil importante es el de los Héroes de 1880. Fue construido en 1893 como homenaje a todos los salvadoreños que murieron en una de las guerras contra Guatemala. Este monumento está ubicado en el corazón de la ciudad, en la Plaza Morazán del Centro Histórico. El monumento fue construido por Francisco Durini. Las cinco figuras que se encuentran a los pies de Francisco Morazán representan las cinco Repúblicas de Centroamérica y el deseo de Morazán por unir dichas naciones. (17)

En la última década del s. XIX, se comenzó a construir el hospital Rosales. Las obras se iniciaron en 1891 y el hospital se inauguró en 1902. El nombre deriva de José Rosales, un conocido salvadoreño de fines del siglo XIX. José Rosales donó el dinero y el predio para la construcción del hospital que lleva su nombre y su estatua adorna la entrada principal. (18)

Además, en el último tercio del s.XIX se embellece el Parque Central con la edificación de un quiosco y las esquinas, frente al Parque Central, son ocupadas por el Gran Restaurant de William Bélle y las casas comerciales de Enrique Bernstein y Justo Abaunza. Los entornos del Parque Central -luego llamado Parque Bolívar- son adoquinados por la compañía de J. Castañeda mediante la instalación de ladrillos Tellerd o planchas industriales que imitan al mármol.

La burguesía capitalina está consolidada y busca reafirmar su posición con la construcción de nuevos y bellos edificios además de reordenar el espacio urbano de la ciudad configurando grandes avenidas y bulevares, parques y jardines para pasear, descansar y escuchar bandas de música. Junto a estos espacios verdes la burguesía construirá sus hoteles, restaurantes, comercios y tiendas de todo tipo. (19)

SAN SALVADOR EN LA ACTUALIDAD.

Iniciado el siglo XX, la producción cafetalera se convierte en la base económica del país, desplazando a la base colonial del añil, creando un clima económicamente estable y favorable. Este factor incidió en la construcción de más edificaciones, y por ende en la transformación de la ciudad abandonando de forma definitiva los materiales coloniales de construcción (adobe y bahareque) para dar lugar a construcciones antisísmicas de madera y lámina. (20)

La expansión cafetalera y la generación de actividades comerciales y de servicios ligados a ésta iniciadas a fines del s. XIX, van a provocar el crecimiento de las principales ciudades del país, entre ellas, por supuesto, San Salvador que triplicará su población entre 1887 a 1905. Ese aumento seguirá siendo importante hasta 1930 momento en que, debido a la crisis económica mundial del 29 y especialmente la crisis en las exportaciones del café salvadoreño, se produce el estancamiento demográfico de la capital ya que de 95.692 habitantes que registra el censo de población de 1930, tan solo se pasa a 96.447, en 1939. Es decir, en diez años, San Salvador solo es capaz de aumentar su población en unas 755 personas. (21)

A estas actividades comerciales y de servicios se suma, durante las tres primeras décadas del s.XX, la creación de industrias manufactureras. Al ubicarse principalmente en San Salvador, estas industrias cambian radicalmente las funciones urbanas de esta ciudad y explican el inicio de un proceso progresivo de concentración de población y actividades económicas y políticas. (22)

A partir de los años 50 vamos a encontrar dos procesos que están en la base de importantes cambios en el sistema urbano y en el inicio de la metropolización de la capital del país:la industrialización y la modernización del Estado, procesos que se ven reforzados por el esfuerzo de integración de las economías centroamericanas.

Podemos afirmar que después de la implantación de la economía cafetalera, esos procesos constituyen el principal factor que moldea el sistema urbano salvadoreño que persiste hasta finalizar el s. XX. Nuevas funciones, relacionadas con el auge de la economía urbana, con la complejización de la estructura social donde emergen nuevos actores, y con la ampliación del sistema político-institucional, cambian de manera sustancial la imagen de las ciudades del país, dándole a la capital, principalmente, nuevos aires de modernidad. (23)

San Salvador se caracteriza por poseer una alta densidad poblacional. Sin embargo, ciertas zonas, sobre todo las más antiguas, experimentan grandes concentraciones de moradores. La ciudad experimenta un fuerte crecimiento demográfico desde 1950 hasta principios del s. XXI, con una tasa de crecimiento natural del 3,7 al 3,2%.

El crecimiento de San Salvador ha sido discontinuo y de forma desordenada, sobre todo la periferia, lo que ha generado fuerte presión en el centro de la ciudad, con consecuente degradación en la infraestructura y zonas verdes afectando la calidad de vida.

Actualmente, la mancha urbana de la ciudad de San Salvador se ha expandido hacia todas las direcciones, de tal forma que ahora se pierden los límites con las ciudades vecinas: al Norte con Mejicanos, Nejapa y Cuscatango; al Noroeste con Soyapango y San Marcos; al Sur con Panchimalco y Antiguo Cuscatlán; y finalmente, al Sureste con Santa Tecla (Nueva San Salvador).

Como parte del proceso de conurbación en San Salvador, los barrios también empezaron a modificar la composición social de su población, con el desplazamiento de familias de altos ingresos hacia los nuevos lugares de expansión de la ciudad capital, especialmente al Norte y Poniente, por lo cual, las antiguas viviendas de estas familias fueron ocupadas por una población de bajos ingresos económicos.

Poco a poco, con la división de clases en el suelo urbano, así como el origen de nuevos barrios y colonias, se va dando inicio al proceso de metropolización de la capital salvadoreña; hasta conformarse en lo que actualmente (principios del siglo XXI), se conoce como Área Metropolitana de San Salvador.

Una gran parte de los sectores populares de la ciudad se localizan en el Distrito 6, en donde se notan más personas por vivienda. Este Distrito compren de el 16% de habitantes en un 8% de áreas habitacionales, manifestándose un gran número de hogares en condiciones de hacinamiento de estratos sociales muy bajos. De igual manera, el Distrito 1 reporta concentración poblacional del 20% y, según el catastro, esta zona posee un 11% de unidades habitacionales, por lo que también se puede inferir acerca de la existencia de hacinamiento. (24)

La barriada de Los Manantiales, en San Salvador, tiene una serie de problemas graves como la inseguridad en las tenencias de las parcelas en uno de los barrios más pobres de El Salvador. La situación en la que viven en Los Manantiales es tal que el 46% de las parcelas no están legalizadas, el 34% se encuentra en una situación de riesgo, es decir, son proclives a desalojarlos y el 60% no cuentan con servicios básicos, como agua potable, luz eléctrica, drenaje o alcantarillado. (25)

En cuanto a la actividad terciaria o de servicios, la mayor parte de los mercados se concentran en el Distrito Centro Histórico, en donde se ubican 4 mercados y 3 más en el Distrito 5. La mayoría de los hospitales y ambulatorios se localizan entre los Distritos 1 y 2, donde se ubican 20.

Las actividades turísticas empiezan a tener gran importancia a partir de la década de 1970 y 1980 llegando a ser considerada como los “años de oro” del turismo en El Salvador. Dicha prosperidad y estabilidad de este sector vino dada por las condiciones sólidas económicas y políticas del país, que se encontraban en relativa estabilidad, si se compara con la década siguiente. Cabe mencionar  que para inicios de esta época, el turismo no era considerado como un área estratégica para los tomadores de decisiones de ese momento, sin embargo, proyectos importantes fueron llevados a cabo en San Salvador como lo fue la construcción de cuatro hoteles: Camino Real, Ritz, Alameda y Terraza. Dichos proyectos se vieron impulsados por dos factores: el primero, la iniciativa privada al identificar la rentabilidad en ese tipo de inversiones, y segundo, las facilidades crediticias y los incentivos fiscales brindados en ese momento.

El período presidencial del Cnel. Molina (1972-1977) marcó la pauta para la sistematización e impulso del sector turismo en El Salvador ya que, debido a las acciones llevadas a cabo desde su gobierno, como lo fue el planificar y priorizar ciertos sectores de la economía nacional, se visualizó al turismo como una actividad generadora de cuantiosas divisas y considerables fuentes de empleo. (26)

En la década de los noventa del siglo pasado se da una inversión importante en San Salvador con la función del nuevo modelo económico orientado hacia las exportaciones extra-regionales y la apertura de la economía nacional se producen nuevas inversiones en la red vial, la energía, y el sistema de comunicaciones: se reconstruyen las principales carreteras y puentes, se amplía el aeropuerto de Comalapa y se inicia la modernización de las telecomunicaciones. Los efectos previsibles sobre el sistema de centros urbanos conducirán a acentuar el nivel de concentración de población y actividades.

El rol de San Salvador debe verse dentro del modelo de crecimiento económico vigente. En efecto, tal como están ocurriendo en distintos países del mundo, las funciones urbanas de las grandes ciudades están vinculadas más a los flujos financieros y a la internacionalización de los procesos productivos, gracias al desarrollo de las comunicaciones y la informática, que al ámbito territorial en el que se ubican.

Aunque el caso del Área Metropolitana de San Salvador  está muy lejos de las llamadas “ciudades globales” hay indicaciones que algunos sectores empresariales visualizan su función en relación, al menos, al espacio centro americano. (27)

Notas bibliográficas.

(1)World Meteorological Organization (UN).

(2)es.wikivoyage.org/wiki//San_Salvador.

(3)Dr. Santiago I. Barberana: Historia de El Salvador. Tomo I, pág.80. 1915.

(4)www.sansalvador.gob.sv/historia-del-municipio/

(5)infoguiaelsalvador.com y inciclopedia.wikia.com/wiki/San_Salvador

(6)www.suchitoto-el-salvador.com

(7)Julio Pinto Soria. Historia General de Centroamérica. Vol. II. El régimen coloni al (1524-1750). San José. 1994.

(8)Óscar Martínez Peñate (Coordinador). El Salvador. Historia General. 2002.

(9)La Prensa Gráfica. Fundación de Sonsonate. El Salvador.

(10)marcguiblin.perso.neuf.fr/salvadorhist.htm

(11)Carlos Felipe Osegueda. La Conquista, La Colonia y La República en El Salva dor.

(12)Miguel Ángel García. Diccionario histórico enciclopédico de la república de El Salvador desde la conquista hasta el año de 1894. El Salvador. 1952.

(13)Flora Salazar Ledezma. Estructuración urbana del centro histórico de San Sal vador: Una reflexión primera y general. (En PDF).

(14)Rodolfo Barón Castro.  La población de El Salvador. UCA. 1978.

(15)sites.google.com

(16)monumentoshistoricosdesansalvador.blogspot.com.es

(17)www.skyscrapercity.com

(18)cuxcatla.blogspot.com.es

(19)Óscar Morales Velado. Crecimiento demográfico y dinámica social en El Salva dor. (En PDF).

(20)Sandra Guadalupe Lemus y Olivia Quintanilla. Estudio de la evolución de la arquitectura religiosa católica, desde el periodo colonial hasta la primera década del siglo XXI, en el área metropolitana de San Salvador. 2013.

(21)Rodolfo Barón Castro. La población de El Salvador. San Salvador. 1978.

(22)Mario Longo. “San Salvador: Economía y política en las primeras décadas del siglo XX”, en Procesos urbanos. San Salvador. 1992.

(23)Mario Lungo, Francisco Oporto y Roberto Chinchilla.Proceso de urbanización y sostenibilidad en El Salvador. Revista Prisma Nº 17, mayo-junio de 1996.

(24)Óscar Morales. Crecimiento demográfico y dinámica social en El Salvador. Re vista Realidad Nº 14, marzo-abril de 1990. UCA.

(25)jdavidhdz.blogspot.com.es

(26)www.uca.ed.sv/deptos/economia/(En PDF)

(27)Óscar Armando Morales Velado. Dinámica y distribución espacial de la población salvadoreña en el siglo XX.