Padres
El pasado día 19 se celebró el Día del Padre. Hoy, lejos ya de la avalancha en medios y redes, publicamos con serenidad este escrito de sincero reconocimiento.
El pasado día 19 se celebró el Día del Padre. Hoy, lejos ya de la avalancha en medios y redes, publicamos con serenidad este escrito de sincero reconocimiento.
Resistir. Aguantar. Soportar. Resignarse. Esperar. Esperar confiado. Quejarse y seguir. Gritar y llorar desconsolado. Mirar por ventana y pensar cosas horribles. Escuchar la voz que dice: ¿Pero qué coño estás pensando? Dejar de mirar por la ventana. El frigo. Una cerveza. El móvil. Una llamada. Respuesta. Una sonrisa. Ropa limpia. Cómodo. Cerrar la puerta. Salir.
Recientemente he manteniendo muchas y diversas interesantes conversaciones sobre cómo la sociedad, con sus redes y sus códigos puede resultar una fantasía dolorosa.
Contamos con varias palabras que indican cambiar.
Es de las pocas experiencias a las que nos acercamos y cuando está a punto de ocurrir… cerramos los ojos y concentramos toda la atención en perder la atención y sentir.
Querido/a lector/a:
Ojalá que te encuentres bien con estos estreses que estamos viviendo. Por aquí, en la ladera del Monte Abantos que veo desde donde vivo y trabajo, los almendros ya están florecidos. Un poquillo de pena me dan, porque luego de pronto ¡zás! vienen lluvias y frío y pareciera que todo el esfuerzo que hace el árbol para crear esas flores maravillosas no hubiera servido para nada. Pero no, no es así.
La imagen que acompaña este artículo, es una captura de pantalla de un vídeo que no había visto desde hace muchos años. En ella estoy yo, en el 2008, feliz, acabo de dar las gracias a quienes escucharían lo que acababa de contar.
Sé que alguien está pensando que menuda se armó el año que desde hace poco es “pasado” y que por tanto internet, tanto viaje, tanto paquete, Reyes por aquí, Papá Noel por allá… recibimos algunos “regalos” contaminados … de virus. Es que los Amigos Invisibles son eso, invisibles…