Un mundo de amigos
Ayer volví a verle. Hacía años que no sabía de él. Era mi mejor amigo. Le encontré más mayor aunque poco avejentado. Los años habían pasado por su cara y por su cuerpo, pero su espíritu estaba como la última vez que nos tomamos unas cervezas y unas patatas cuando éramos estudiantes en la Universidad y celebramos nuestro fin de curso.