Intento dar soporte intelectual a lo que en realidad es un sentimiento, un impulso más del corazón que de la cabeza. Pero sabemos que la imaginación es la expresión más elevada de la inteligencia.

Y pensé en el llamado Efecto Mariposa, teoría que sostiene que el simple aleteo de una mariposa en un extremo del mundo, puede dejarse sentir, amplificado, en la otra punta del globo, en forma de vendaval.Esa suma de pequeñas voluntades, dirigidas  a un mismo fin y el resultado de ello.

Lo comparé a lo que se consigue al lanzar un pequeño guijarro al  centro de un lago. El impacto de la piedrecita sobre la superficie del agua, crea una alteración en esta, no mayor que su propio diámetro, a la que le sucede una onda mayor y otra aún mayor, creándose círculos cada vez más grandes, que llegan a provocar la alteración de una superficie, cientos de veces mayor que el  tamaño del objeto arrojado.

Y pienso  que tengo que tener un saco lleno de piedrecitas de esperanza para ir lanzándolas poco a poco de forma casi imperceptible, en un mundo acostumbrado a las grandes cifras, para que provoquen  un efecto multiplicador entre nosotros, porque  mi inclinación hacia lo social me predispone, y no  hace falta nada mas que  tirar un poco de memoria para recordar las numerosas meteduras de pata y falsos vaticinios, ante esta situación donde casi todo vale para seguir conservando intacta la reputación de cabalistas de la economía, la política o la sociología.

Pienso que no pasan de ser una concepción de la sociedad que está dejando de existir y que se empeña en procurar tratamientos paliativos en su agonía. Será mejor aprovechar la inteligencia y los conocimientos para alumbrar un mundo nuevo, que supere las decepciones del que se deja atrás.

Se ha impuesto reflexionar sobre el alcance de lo que estamos viviendo y sus consecuencias postreras, para lo cual sea necesario dar paso a un orden nuevo. Una nueva forma de entender y regular las relaciones humanas: Un reencuentro del hombre consigo mismo y así alejar datos fríos para ver la incómoda cercanía de las familias que están detrás de esos datos. Creo que vamos caminando hacia un mundo más amplio y todo es cuestión de tiempo.

Los grandes imperios del pasado no se formaron en un día sino en el transcurso de siglos, por eso debemos permitir que el progreso defina cada momento de nuestros rumbos. Todos estamos llamados a este proyecto en todos los sectores para que seamos capaces de buscar la luz en un mundo convulso o confundido y darle sentido a las tres hermosas palabras: Igualdad, Libertad y Fraternidad