Es impresionante que los negros que hoy se asoman a la “puerta sin retorno” de la Casa de los Esclavos sean el Presidente y la Primera Dama de los EEUU.

Durante siglos, la inmensa mayoría de los seres humanos han vivido confinados en unos cuantos km2, donde nacían, vivían y morían en el anonimato más absoluto.

Distendidos, sonrientes, altos representantes de Japón, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos, Francia, Canadá e Italia, siete hombres descorbatados y una mujer (Angela Merkel), acompañados, en los extremos, por los Presidentes de la Comisión y de la Unión Europea, saludan al público al final de la “cumbre” del G-8 en Irlanda del Norte.

A la aplicación precariamente democrática del “rodillo” parlamentario basado en una mayoría absoluta reflejo de pretéritos resultados electorales, ahora el gobierno añade la más incomprensible y lesiva todavía estratagema en contra de las libertades públicas y de las garantías de un sistema basado, precisamente, en la independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

El drama sirio reclama de forma apremiante un cambio radical en la manera de abordar posibles soluciones. Víctimas de ambos bandos, tortura, sufrimientos sin límites, violencia y desolación sólo pueden resolverse con unos millares de “cascos azules” como fuerza inmediata de interposición, como anticipo de la mediación de quienes representarían a todas las naciones de la Tierra.

… “¡Qué pena que pensando que puedes hacer poco, no hagas nada!”

Edmund Burke

·Rajoy apoya a los países latinoamericanos que defienden la economía de mercado.

·Los extranjeros que compren un inmueble de más de 500.000 Euros o adquieran deuda pública por más de 2 millones obtendrán el permiso de residencia automáticamente.

·Defensa reclama a Hacienda 1000 millones más al año para pagar armas.

·Suecia despierta de su sueño integrador.

Las decisiones, en cualquier caso, deben ser adoptadas después de un concienzudo análisis y de haber recabado consejos por parte de las personas más cualificadas en los distintos temas.

La clonación humana reproductiva está prohibida explícitamente en el artículo undécimo de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano (aprobada unánimemente por la Conferencia General de la UNESCO en 1997 y por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1998).

Insisto: en las cuestiones supra-partido político la legislación debe ser fruto de una amplísima consulta, buscando siempre, en temas esenciales, el acuerdo popular. Porque en ésto consiste la democracia.