Tenemos que trabajar juntos, entendernos juntos y tener el compromiso de que el tiempo nos obliga a entendernos. Y para ello son muchísimas las situaciones y decisiones que tenemos que cambiar. Hoy parece más fácil imaginar la destrucción, antes que la confrontación de ideas políticas. Son mundos distintos, el de antes del Covid y el de después. Y es difícil imaginar ese mundo posible y centrado.

Con todo esto viviendo en un mundo horrorizado y angustiado… Donde vemos amenazadas nuestras vidas sin distinción de clases, pues la pandemia amenaza la vida de todos, niños incluidos. Y vemos que la responsabilidad de nuestros políticos, que están obligados a buscar el bienestar de todos los ciudadanos, sigue centrada en la confrontación por el poder. Mientras, hay robos, hay ciudadanos obligados a acudir a comedores sociales para conseguir la comida diaria de su familia, hay sueldos cada vez más ajustados y diversas secuelas más de la actual crisis que vivimos, por eso no se entiende como nuestros políticos mantiene su arrogancia y también sus sueldos ante esta situación.

¿Realmente les interesa el bienestar de los ciudadanos, independientemente de sus ideas políticas?

¿Nos cuentan qué vamos a hacer ante una economía mundial paralizada?

Pienso que es posible otro mundo mientras tengamos la humanidad suficiente para luchar por ello, dejándonos de planteamientos anticuados que no aportan luz a nadie. Yo no hablo de política, hablo de un estilo de vida donde nos sintamos todos igual de fuertes, y luchemos por una economía en la que todos arrimemos el hombro.

¿Cuántas empresas están paradas y por consiguiente cuantos trabajadores no cobran?

¿Y esto a qué nos lleva?

¿Seremos capaces de relacionarnos sin abusos y que nuestros políticos nos den el ejemplo?

Creo que nuevos modos o modelos económicos más equitativos, que no caritativos, y cuidarnos entre todos con respeto, sería, será, la forma de una vida digna para todos. El mundo ha cambiado y debemos buscar nuevas alternativas que se adapten al momento actual, que dejen atrás estereotipos del pasado y que no se basen en la confrontación, porque nada tienen que ver con lo que se necesita en la nueva era la que enfrentamos.