5532a94845b0f.r_1433286931579.0-100-1000-615¿QUÉ ES EL TTIP? 

Es un acuerdo marco que busca facilitar el comercio y las inversiones entre EEUU y Europa, para crear la mayor zona libre de comercio del mundo, con más de 800 millones de ciudadanos/consumidores.

El objetivo del acuerdo es negociar puntos en común entre dos bloques económicos muy importantes pero con tradiciones regulatorias distintas.

Quiere establecer el faro comercial de Occidente a juicio de sus defensores, facilitando su crecimiento, liberalizando servicios y defendiendo al eje atlántico frente al cada vez más creciente poder asiático.

En el fondo es la burda respuesta del establishment económico occidental, que asumen que el mercado mundial debe ser suyo, frente a la amenaza china: “Si ellos compiten mejor gracias a la precariedad de las condiciones sociolaborales y medioambientales, hagamos en occidente lo mismo evitando interferencias de los estados o la justicia”.

Será una “constitución de las multinacionales” que definirá un orden legal por encima de los derechos sociales y medioambientales, alegan sus detractores. 

EL TTIP: OPORTUNIDAD O AMENAZA 

Lleva años negociándose sin un debate público sobre su contenido y entre acusaciones de falta de transparencia y sumisión a los intereses de las grandes multinacionales. Según la Comisión Europea, a quién los 28 Gobiernos de la UE le ha encargado la negociación, “la economía europea podría beneficiarse con 119.000 millones de euros al año y la estadounidense con unos 95.000 millones de dólares. Una inyección del 0,5 del PIB europeo y la creación a medio y largo plazo de cientos de miles de trabajos. Para sus defensores, es el “supertratado”.

Pero los acuerdos económicos no sólo implican una rebaja de trabas burocráticas y aranceles. Son en sí mismo una expresión de diplomacia, fomentan la competencia, producen deslocalización o la aparición y declive de sectores. Su entrada en vigor producirá un seísmo económico en la UE de consecuencias inciertas. 

¿QUÉ ÁREAS COMPRENDE? 

El acuerdo afectará al conjunto de la economía y particularmente a los sectores textil, químico, farmacéutico, servicios médicos, cosmético, automóvil, electrónico, ingeniería, servicios, agricultura, energía y propiedad intelectual. 

EL SECRETISMO DEL TTIP

Los documentos permanecen custodiados dentro de una caja fuerte en una sala secreta de seis metros cuadrados, sin ventana alguna,  ubicada en unas dependencias del  Parlamento Europeo. Solamente se ha podido conocer parte de esta documentación gracias a la filtración que se produjo mediante la plataforma Filtrala.org. Los eurodiputados son los únicos que disponen de acceso limitado a esta sala (hasta hace poco, sólo lo tenían 150 de ellos), donde se puede consultar los documentos durante a penas dos horas y bajo vigilancia permanente.

Antes de entrar tienen que dejar fuera el móvil, papel, bolígrafo y cualquier objeto personal, y firmar un documento en el que se comprometen a no revelar la información sobre lo que vean.

Los documentos relacionados con las negociaciones estarán inaccesibles a su consulta pública durante 30 años.

El 92% de las reuniones que la Comisión ha celebrado a puerta cerrada relacionadas con el TTIP, han sido con lobbies empresariales.

DIFERENCIAS ENTRE EEUU Y EUROPA

Tanto la UE como EEUU quieren finalizar las conversaciones antes de que acabe el mandato de Obama en el 2017.

La izquierda europea y las organizaciones ecologistas temen que este acuerdo implique: cesión de soberanía, recorte de derechos de ciudadanos frente a las empresas y la aceptación de un modelo socioeconómico estadounidense que choca de pleno con el Estado de bienestar y del medio ambiente europeos.

EEUU presiona a Europa con alimentos transgénicos, con “fracking”, con multinacionales defensoras del monocultivo industrial ante la amenaza asiática. 

MARCO LEGAL SUPRANACIONAL

El objetivo del acuerdo es establecer un marco legal supranacional que defienda los intereses de los inversores frente a normativas estatales. Un tribunal económico estaría por encima de las decisiones de los parlamentos y de los sistemas judiciales de cada país. Una constitución “mercantil” internacional por encima de las constituciones locales aprobadas democráticamente. Un nuevo orden económico, social y político diseñado en la sombra. 

ASPECTOS NEGATIVOS SEGÚN SUS DETRACTORES

  • Los beneficios prometidos se producirán a costa del aumento del poder de las grandes empresas.
  • Se desregularizarían los mercados rebajando los niveles de protección social y medioambiental de forma drástica.
  • Frente a las agresiones de las multinacionales, se limitaría la capacidad de los gobiernos para legislar en beneficio de los ciudadanos y se reduciría drásticamente el poder de los trabajadores en favor de los empresarios. 

Hasta el día de hoy sus mayores críticos califican al TTIP como una pesadilla para la democracia. 

ttipCONSECUENCIAS DE SU APROBACIÓN

  • El tratado no permite a los gobiernos aprobar leyes para la regulación de sectores económicos estratégicos como la banca, los seguros, servicios postales o telecomunicaciones.
  • Al someter todas las discrepancias sobre las inversiones exteriores a procedimientos arbitrales privados, ni la justicia ni los gobiernos tendrán poder sobre ellas.
  • Ante cualquier expropiación las empresas podrán demandar a los Estados exigiendo la devolución de sus inversiones más compensaciones e intereses.
  • El tratado permitirá la libre circulación de capitales, trabajadores, etc.
  • Se reducirían los salarios y aumentaría, aún más, si cabe, la precariedad laboral.
  • Desaparecería en la práctica el derecho a huelga y se eliminaría la negociación colectiva.
  • Dar vía libre a la práctica del “fracking” para la extracción de gas y petróleo.
  • Eliminar las restricciones existentes en Europa sobre el uso de productos modificados genéticamente.
  • Endurecer las leyes sobre el derecho de copia y contra la piratería. 

EUROPA SE ECHA A LA CALLE 

“No TTIP. Las personas del Planeta antes que el capital. Soberanía secuestrada. Derechos en peligro”. Ha sido el lema de la pancarta con la que se ha abierto la manifestación de Barcelona el pasado mes de abril.

Manifestaciones hermanas se han visto en ciudades como Madrid y Sevilla, además de en cientos de ciudades europeas: Viena, Bruselas, Londres, Berlín, etc.

La convocatoria ha venido en casi todos los casos de sindicatos y asociaciones de ámbito local. 

La ciudadanía europea está en alerta, sumida en un proceso de deterioro social con un estado del bienestar dañado por años de crisis. La desconfianza crece en un planeta en el que el 1% de la población tendrá para el 2016 más dinero que el 99% restante.

Algunos sectores de los que quieren liberalizar son los que cuentan con más milmilllonarios, como por ejemplo las industrias farmacéutico-sanitárias, los que en mayor medida han invertido en lobbies.

Ante esta situación, la única posibilidad que tenemos para mantener nuestros derechos y proteger nuestro medio ambiente es la oposición frontal y rotunda de los pueblos de Europa. Una vez más, la respuesta debe venir de las calles y debe ser asumida por las fuerzas políticas y sindicales que defienden los derechos de los ciudadanos.