Pensando racionalmente cualquiera puede llegar a esa misma conclusión, si tenemos en cuenta que prácticamente ningún combustible fósil es ilimitado. Esta teoría pronostica que la producción de petroleo, a nivel mundial llegará en un momento dado a su cenit y que posteriormente descenderá a la misma velocidad a la que creció. La gráfica que acompaña a este artículo es su representación gráfica.

Como la mayoría de las teorías, y más las que corresponden a este tema tan delicado (gran parte de la economía del primer mundo está basada en la extracción y consumo del crudo), esta no está exenta de polémica, si bien, gran parte de esta se centra en las fechas que barajaba Hubbert al exponer sus conclusiones. El año exacto del pico no podrá determinarse hasta que este haya sucedido, sin embargo, en 1956 Hubbert afirmó que el pico de la producción de petróleo en los Estados Unidos se produciría entre 1965 y 1970 y este se producjo en 1971 cuándo la producción de petróleo comenzó a descender rápidamente, de manera que en la actualidad se ha reducido a una producción similar a la registrada en la década de los 40. Según el modelo que este geofísico desarrolló para Estados Unidos las reservas de este país se agotarán a finales del siglo XXI. Su predicción para Rusia también se cumplió. El cenit del petróleo mundial se habría producido según Hubbert en el último quinquenio del siglo XX, sin embargo está predicción resultó fallida porque Hubbert no pudo prever eventos como la gran crisis energética de 1973, la de 1979 o el incremento del precio del crudo tras la Guerra del Golfo.

Basándose en esta teoría, La Asociación para el Estudio del Pico del Petróleo y el Gas (ASPO), fundada por el geólogo Colin Campbell, ha predicho que el pico se alcanzará en torno al año 2010. Los escenarios que se vislumbran tras el pico son variados dependiendo de cada analista: algunos ven una catástrofe inevitable en la que la falta de suministro provocará un irremediable colapso en la sociedad industrializada mientras que otros afirman que la economía de mercado, las energías renovables y nuevas tecnologías resolverán el problema.


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Lograr una sociedad sostenible desde las aulas

La educación preescolar supone una base importante para el correcto desarrollo de las facultades psicológicas, intelectuales, emocionales, físicas y sociales en la infancia. La divulgación de la publicación titulada “The contribution of Early Childhood Education to a Sustainable Society” (La contribución de la Educación de la Primera Infancia para una Sociedad Sostenible) incide en la importancia de la educación en una serie de valores, habilidades y aptitudes a favor del desarrollo sostenible.

A la vez que se desarrollan las habilidades básicas que se presuponen necesarias para un correcto desarrollo del niño en su entorno, una serie de actividades interdisciplinares, fuera y dentro del aula y basadas en situaciones cotidianas, concienciarán a los de la importancia de alcanzar una sociedad justa y sostenible.

Esta publicación es el resultado del taller internacional “El rol de la Educación de la Pequeña Infancia para una Sociedad Sostenible”, llevado a cabo en mayo de 2007 en Suecia, en la ciudad de Gotemburgo, como preámbulo de la “Conferencia Mundial de la Educación para un Desarrollo Sostenible”, que se llevará a cabo en Bonn, Alemania, en 2009. Todos estos actos se desarrollan en el marco del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014) coordinado por la UNESCO


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El “ecomortero” y la construcción sostenible

El ecomortero es un mortero novedoso en España, utilizado desde hace años en Europa, que conjuga sus excelentes cualidades térmicas y técnicas con un sostenibilidad impensable con los tradicionales morteros.

Ha sido la empresa Anhivel Soluciones Anhidrita quieen ha apostado por el desarrollo, fabricación y utilización en la Península Ibérica. Conocido con el nombre de “ecomortero Anhivel” este producto utiliza la anhidrita, una variante de yeso, como ligante, a diferencia del resto de morteros actuales que usan el cemento, conviertiendose así en una referencia única por sus cualidades técnicas y medioambientales.

La producción del ecomortero se realiza combinando la anhidrita con una serie de aditivos y con unos áridos seleccionados, anulando la emisión de CO2 y el consumo de otros recursos naturales en el proceso de fabricación del aglomerante.