Según informó la propia Sociedad a través de su página web, la compañía de tecnologías de la información IDRA ha sido clasificada como líder de su sector.

Los objetivos de estos informes son balancear los retos (económicos, macroeconómicos, sociales y medioambientales) y los riesgos a los que deben enfrentarse las empresas, distinguiendo a las mejor preparadas en cada uno de los sectores de negocio.

Las agencias encargadas de los informes son la suiza Sustainable Asset Management (SAM) en colaboración con Dow Jones Indexes y Stoxx Limited, ambas elaboran los Índices de Sostenibilidad del Dow Jones (DJSI), – el DJSI World y el DJSI Stoxx- . Estos índices sirven de referencia a los distintos instrumentos financieros en que se basan los criterios de sostenibilidad. Las compañías analizadas por la agencia suiza, son clasificadas según estos criterios en tres categorías: Gold Class, Silver Class y Bronze Class, entre las cuales está Indra y otras firmas del sector servicios de informática e Internet.

El RSC es una manera de crecimiento económico

En un reciente artículo escrito por el presidente y decano de la prestigiosa ESSEC Business School de Cergy-Pontoise Cedex (Francia), Pierre Tapie, el autor establece una sólida defensa de las escuelas de negocios en el fomento de la responsabilidad social corporativa y argumenta que ésta “no es una simple tendencia empresarial, sino una manera de crecimiento económico”.

En el texto, que será publicado en abril en la versión italiana de la Harvard Business Review, Tapie destaca los aspectos de la RSC y los relaciona directamente con las enseñanzas formativas de las escuelas de negocios. En palabras del decano y refiriéndose a su escuela dijo que “la ESSEC tiene el compromiso de preparar a los futuros líderes con una conciencia aguda de las interacciones entre los negocios y la sociedad”. Tal afirmación se basa en el supuesto de que el éxito económico empresarial esta asociado directamente con el desarrollo social, formando un conjunto indisoluble, un todo, que permite crecimiento empresarial si la base social crece en prestaciones y por tanto, en demanda. En palabras del decano: “La misión de las escuelas de negocios es asegurar su integración”, refiriéndose a ambos conceptos, negocio y sociedad.


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Tapie destaca en su escrito tres conceptos básicos: el primer eslabón es que las empresas son cada vez más poderosas y lo argumenta diciendo que, “La mitad de las organizaciones más grandes del mundo según su presupuesto, son corporaciones” La segunda significación es que las empresas “asumen con cada vez más frecuencia funciones de servicio público: hospitales, universidades e incluso servicios militares han sido privatizados” y el tercero es que los votantes europeos “son cada vez más críticos con respecto a la globalización del capitalismo, constatando que sólo una minoría se ha enriquecido mientras que la mayoría está pagando el precio más alto”.

Según Tapie, “Las nuevas generaciones de graduados de las escuelas de negocios deben crear valores económicos y sociales que puedan coexistir” y mantiene que hoy los estudiantes de las escuelas de negocios valoran más en dar un sentido a sus acciones que en la obtención de benéficos crematísticos.

Cabe pensar que si este es el pensamiento de los estudiantes de negocios la realidad, en cuanto se convierten en empresarios, pude ser distinta a las teorías de Tapie. Probablemente, sabiendo que esto es así, el articulista cita un proverbio hindú “cuando el último árbol sea cortado, el último río contaminado y el último pez atrapado, sólo entonces, el hombre se dará cuenta de que el dinero no se puede comer”. Esperemos que en las escuelas de negocios, particularmente en ESSEC, les hagan leer, Los ojos del hermano eterno de Tagore.

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La CSI denuncia los “constantes” ataques del gobierno de zimbabue contra la central sindical del país

Los continuos ataques contra la Zimbabwean Council of Trade Unions (ZCTU, por sus siglas en inglés), la central sindical del país africano, han levantado las críticas de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que acusa el Gobierno de Mugabe de provocar “una agresión ignominiosa”.

Zimbabwe situado al Sur de África, entre sus vecinos del norte Zambia y Mozambique y los del sur con Botswana y la República Sudafricana, está, en el momento de escribir este artículo en vísperas que las elecciones generales que serán el día 29 de marzo.

Los opositores acusan a la administración de Robert Mugabe de hostigamiento e intimidación a gran escala en las vísperas de los comicios, y ven casi imposible que éstos sean libres, justos y transparentes. Los más activistas recurren a los organismos internacionales para ejercer presión sobre el presidente Mugabe, el octogenario que gobierna Zimbabwe desde que se declaró independiente de Gran Bretaña en 1980.

La CSI ha enviado una carta al Ejecutivo de este país denunciando las torturas sufridas por nueve miembros del ZCTU, detenidos el pasado 19 de febrero en la capital, Harare; su delito: distribuir folletos informativos sobre la crisis del sistema educativo en el país.

Entre los activistas detenidos se encontraban dos mujeres que fueron agredidas sexualmente mientras que otros cinco sindicalistas tuvieron que ser hospitalizados como consecuencia de los golpes sufridos.

En la carta de la CSI, firmada por su secretario general, Guy Ryder, se denuncia que estos hechis son “el acto más ignominioso perpetrado hasta la fecha de la larga lista de actos de violencia y represión antisindical que dura desde hace ya muchos años”. “El régimen de Mugabe ha demostrado una vez más con extremada violencia su más absoluta intolerancia hacia la disidencia pacífica en contra de su desastrosa trayectoria social y económica”, concluye.

Samsung y Toshiba pasan a encabezar el “Ranking Verde de Electrónicos”

Según Greenpeace ambas Compañías desbancan a Nokia, que pasa al tercer puesto por su mala política en la recogida de sus productos en India y Rusia.

Samsung y Toshiba son las empresas que lideran la última versión del “Ranking Verde de Electrónicos” de Greenpeace, arrebatando el primer lugar a a Nokia, que pasa al tercer puesto por su mala conducta corporativa en la recogida y reciclaje de residuos electrónicos en India y Rusia. La clasificación la cierra, una vez más, Nintendo.

Los criterios que sigue el Ranking se basan en las políticas de las compañías sobre uso de productos químicas y tratamiento de los residuos electrónicos. Desde que en agosto de 2006 apareció el primer listado, las empresas del sector han aceptado el “desafío verde” y han tratado de mejorar en sus políticas. Según la organización ecologista ha llegado el momento “de dar el siguiente paso”. Por eso, en las futuras versiones del ranking incorporará un nuevo criterio, el consumo energético, y agravará sus criterios sobre sustancias químicas peligrosas y residuos electrónicos.


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Greenpeace habla de coherencia en las prácticas y políticas que ha desarrollado Samsung. En el caso de Toshiba cabe destacar que escala desde el sexto puesto gracias a sus avances en la gestión de residuos electrónicos. En el lado oscuro – quién lo diría –

están Philips, Panasonic y Sharp, que “siguen haciendo caso omiso” a su responsabilidad sobre los residuos derivados de sus productos.

Greenpace destaca la mejora de los programas de recogida y reciclaje de Motorola en Filipinas, Tailandia e India. Como siempre, el último puesto del Ranking lo ocupa Nintendo. La empresa nipona no entiende o no quiere entender la política de gestión de sustancias químicas.

La organización ecologista subrayó que, para ser absolutamente verde, la industria electrónica debe comprometerse con el desarrollo de productos energéticamente eficientes, duraderos y reciclables, pero sin sustancias químicas peligrosas y asumiendo su responsabilidad para cuando sus productos llegan al final de su vida útil y se transforman en residuos.

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Tapón de corcho certificado

Dagón Bodegas comercializa sus caldos con tapones de corcho procedentes de bosques negociados de un modo sostenible, avalado por el certificado del Consejo de Administración Forestal (FSC, sus siglas en inglés). Se convierte así en la primera bodega de Europa y en la tercera del mundo en apostar por la gestión ambiental sostenible.

En el marco del Salón Internacional de Alimentación y Bebidas Alimentaria 2008, celebrada en Barcelona el pasado mes de marzo, la compañía presentó su gama de tapones elaborados con corcho de Oret Subericultura S.L., el primer productor privado español que consiguió el pasado año la certificación FSC para sus 1.000 hectáreas de alcornocal en el Parque Natural de la Sierra de Espadán y Sierra Calderona (Castellón).

Según Miguel Márquez, propietario de Dagón Bodegas, está en la voluntad de la firma castellonense ofrecer a sus clientes un producto natural y de la mejor calidad, que garantice al consumidor la certificación del sello FSC, la mayor garantía de una explotación social y ambientalmente responsable.

El certificado del FSC ver una gestión forestal ambientalmente responsable y económicamente viable en los bosques de todo el mundo con el fin de garantizar que el aprovechamiento de los productos forestales y de madera contribuyen a mantener la biodiversidad, la productividad y los procesos ecológicos del monte.

En la presentación estuvo la organización ecologista WWF Adena, cuyo director de Conservación, Enrique Segovia, celebro esta iniciativa, calificándola de “hito histórico”, ya que demuestra “cómo la responsabilidad fabril, la viticultura ecológica y la explotación sostenible de los bosques mediterráneos pueden ir de la mano a favor de la conservación de los alcornocales”.

Primer congreso del voluntariado corporativo

Los próximos 14 y 15 de abril de 2008 en el Palacio de Congresos de la ciudad de Valencia se celebrará el primer Congreso de Voluntariado Corporativo


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El Congreso cuenta con el apoyo de empresas como Novartis, IBM, Ford, Bancaja, Fundación SEUR, GRUPO VIPS o DKV; la organización corre a cargo de “Business in the Community”, pionera y líder en el movimiento de ciudadanía corporativa.

También tendrá el apoyo de su programa “Engage”, que impulsa una campaña internacional dirigida a mejorar la sociedad vía la colaboración empresarial, con iniciativas conjuntas de voluntariado corporativo.