La familia de Ernesto, uno de estos tres ancianos, fue una de las últimas que huyó del pueblo, no querían dejarlo solo. Pero él insistió por el bien de sus nietos. Todos se habían ido ya y allí no tenían nada que hacer. En pié quedan muy pocas paredes, en una de ellas se puede ver un graffiti que revela la presencia, no muy lejana, de dos grupos armados irregulares, que permanecen en liza por la conquista de este territorio colombiano, conocido como Arauca, nombre del río que lo atraviesa.

A través de los últimos dos años, esta región ha experimentado un incremento del 35% en el desplazamiento forzoso de sus habitantes. Es por ello que se ha convertido en una zona de máxima prioridad para la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados. Arauca, junto a la frontera con el país limítrofe de Venezuela, es rica en petróleo y recursos naturales. Su población ronda las 300 mil personas, muchas de ellas residentes en el campo o en pueblos pequeños, como nuestro protagonista, Ernesto. En este mismo periodo, el 16% de la población ha sido forzada a desplazarse y huir de sus casas, por culpa de un conflicto armado endémico en la zona. Las condiciones a la llegada a sus destinos son a menudo inhumanas. Las familias desplazadas terminan muy frecuentemente en asentamientos improvisados a las afueras del municipio, sin servicios básicos como agua potable o electricidad y muy poco acceso a derechos tales como salud y educación.

“En la otra orilla” una exposición sobre la inmigración

Esta exposición itinerante pretende enseñar la realidad que llevan a vivir todas aquellas personas que se arriesgan a embarcarse en la costa africana en pequeñas embarcaciones con el fin de llegar a Europa, normalmente a través del territorio español. Esta muestra ha sido organizada por Cruz Roja Española, con la colaboración de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración.


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“En la otra orilla” tiene como principal intención la de transmitir sensaciones acerca de las motivaciones y el viaje de todas esas personas que toman la resolución de dejar atrás su país, familia y cultura para embarcarse en un viaje incierto que les conduzca a una mejor vida. La exposición está compuesta por tres zonas heptagonales con grandes paneles fotográficos que ilustran tres fases de esta cruel realidad: la partida, el viaje y la llegada. Y además no solo la vista es la protagonista de la muestra, el resto de los sentido están invitados a participar también mediante los sonidos originales y aromas de esencias que recuerdan las vivencias particulares de todas estas personas. En resumen, la exposición trata de revelar a todos los visitantes las motivaciones, sentimientos y el propio viaje de todos aquellos que alguna vez llegaron desde “la otra orilla”.

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El voto inmigrante, decisivo en las elecciones americanas

La mayoría de inmigrantes ilegales que solicitaron la ciudadanía estadounidense a mediados del año pasado podrían naturalizarse a tiempo para votar en las elecciones presidenciales.


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El propio director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, Emilio González, declaró ante una comisión de la Cámara de Representantes que aquellos que presentaron su solicitud en el mes junio podrían transformarse en ciudadanos a finales del mes de septiembre. La respuesta para aquellos que solicitaron la ciudadanía después de junio podría demorarse hasta 16 meses.

Este funcionario también comentó que su oficina ha adoptado medidas especiales con el fin de avanzar aún a pesar del retraso que se arrastraba y que estuvo motivado por la subida drástica de las tarifas que se produjo en julio y que motivó que casi un millón de personas llegasen a solicitar la ciudadanía. Al finalizar el año fiscal, lo que ocurrió el 30 de septiembre, esta oficina dependiente del Gobierno, había recibido un total de 7,7 millones de solicitudes.

El director de la Asociación Nacional de Funcionario Latinos Elegidos y Nombrados, con sede en Washington, William Ramos, afirmo estar muy satisfecho con la medida, pero solicitó una prórroga de las fechas límite en los estados con gran presencia latina. Algunos Estados ya han ampliado esas fechas, entre ellos, Nueva York, California o Illinois.