En ésta búsqueda he siempre pensado que una propiedad en alguna de las playas mexicanas me permitiría regresar a México, cuando en Europa hace frío y poder disfrutar de la playa y, por qué no, levantando un negocio para mantenerme de ello en los meses que viva en México. Así  he puesto manos a la obra y soñadoramente he buscado terrenos y sus precios en las costas mexicanas. Nunca me imagine que buscando mi paraíso tropical en México me encontraría con un paraíso de sorpresas y desilusiones.

La primer sorpresa fue ver que una gran cantidad de los terrenos disponibles los venden en miles y hasta millones de dólares, precios que muy pocos mexicanos podrían pagar. Y aunque también se puede llegar a admitir el pago en moneda nacional, ¿por qué en dólares entonces?

Bajo esta duda, me puse a pensar en  las posibilidades existentes para que en mi país los terrenos se vendan en dólares. Encontré dos opciones, que por lógica, salieron como primeras opciones: 1. El terreno será vendido directamente a extranjeros, ó 2. El terreno es propiedad de algún extranjero.  Cualquiera de las dos opciones denota un hecho por antonomasia anticonstitucional.

La constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, en su artículo número 27 que habla de la soberanía territorial de México, establece “Sólo los mexicanos por nacimiento o por naturalización y las sociedades mexicanas tienen derecho para adquirir el dominio de las tierras, aguas y sus accesiones o para obtener concesiones de explotación de minas o aguas…En una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de cincuenta en las playas, por ningún motivo podrán los extranjeros adquirir el dominio directo sobre tierras y aguas.” (1)

Lamentablemente, y no obstante los decretos de la Carta Magna mexicana, a lo largo del tiempo  el gobierno mexicano ha encontrado todo tipo de artimañanas para pisotear la soberanía mexicana. Un ejemplo claro son los  famosos fideicomisos, establecidos en el gobierno  Priista de Luis Echeverria en 1973, y que se otorgan a extranjeros cuando quieren obtener el usufructo de un territorio mexicano comercial o turístico, donde la titularidad del inmueble queda a nombre  de un banco mexicano, permaneciendo en estas condiciones hasta por máximo ¡50 años! y teniendo oportunidad de renovarse  por una lapso de tiempo igual.  De esta manera pretenden demostrar que no existe ninguna violación a la constitución mexicana y que el titulo y propietario del inmueble no es un extranjero, sino un banco mexicano. La pregunta sería ¿de qué sirve que no sea el titular si puede gozar , explotar y contaminar un territorio que al final no le pertenece?… cuanta comodidad ¿no?. Ganan los bancos y ganan los extranjeros y como siempre pierde el pueblo.

La cuestión es que ningún mexicano “se chupa el dedo”. El problema es que en México y en todo el mundo el dinero lo es todo, y el dinero es lo que más le falta al mexicano para poder comprar una tierra que se vende en su propio país y en dólares.

Y por si esto no fuera suficiente, una vez más por obra y gracia del actual gobierno Priista de mi país, surge la grandiosa propuesta de  MODIFICAR directamente la  fracción I del artículo 27 de la constitución mexicana, donde se pretende FLEXIBILIZAR la compra de territorio mexicano por extranjeros en las costas mexicanas; dicha compra se sostendría si el inmueble fuera únicamente para vivienda y no con fines turísticos o comerciales, “supuestamente” para terminar la simulación de titularidad  y el uso de prestanombres enmascarados o falsos,, y legislar correctamente la propiedad  de las tierras. Qué oportuna pareciera esta decisión, si no fuera porque a lo largo de la historia priista en México han impulsado ellos mismos la invasión extranjera en el territorio del litoral mexicano.

Todo esto, a parte de herir fuertemente la soberanía de todos y cada ciudadano mexicano, pone en riesgo todas la cooperativas y comunidades indígenas que poseen ejidos en el litoral mexicano, ya que en muchos casos todavía no les es reconocida ni la propiedad ni la posesión de sus tierras que por justicia, antigüedad y sobre todo por derecho, les corresponde. Esto puede acabar en las ya conocidas expropiaciones de territorio indígena. Solo por mencionarlo, la Unidad de la Fuerza Indígena ha solicitado al  gobierno modificar el artículo 27  con la propuesta de reconocimiento constitucional  de sus tierras, propuesta que no ha sido ni siquiera discutida en el parlamento del actual gobierno. ¿Qué raro no?

Así,  poco a poco  y sin duda alguna, la habilidad de nuestros gobiernos para rematar el territorio mexicano terminará por dejar una vez más al pueblo sin sus tierras, sin recursos y sin sus hermosas playas, sin su limpieza y su virginidad y para muestra basta un botón, basta mirar en lo que se ha convertido el Caribe mexicano. Un largo e interminable corredor turístico donde falta poco y no se habla el español, donde se paga en dólares lo que se compra, lleno de villas turísticas que no representan nada de la cultura mexicana pisoteando su identidad cultural ancestral que el lugar cargaba por siglos.

Con mucho dolor debo decir que esta es una cara más de la corrupción en mi país y para terminar solo quiero decir a los legisladores que firmaron esta iniciativa, y que aseguran que las “circunstancias que llevaron al poder constituyente a limitar que los extranjeros adquieran tierras y aguas en las fronteras y playas mexicanas han sido superadas”(2); gracias a ustedes e iniciativas como esta, las circunstancias de invasión no solo no desaparecen sino que se legitiman, y también gracias al apoyo incondicional del poder a rematar y vender el territorio a extranjeros al mejor postor.

Y a esto también  se le llama invasión.

 

[1] http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/1.pdf

[2] Gaceta parlamentaria, Palacio Legislativo, jueves 18 de abril de 2013. Numero 3151-X. p. 12

Fuentes:

Gaceta parlamentaria, Palacio Legislativo, jueves 18 de abril de 2013. Numero 3151-X.

Iniciativa de reformas y adiciones al artículo 27 constitucional. Territorios Indígenas: propuesta de reconocimiento constitucional. En: http://www.ufic.org/quienes_somos.php

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En: http://www.diputados.gob.mx/inicio.htm