La maternidad ha sido un tema incómodo para el feminismo. El binomio ‘mujer-madre’ impuesto por el patriarcado ha hecho que una parte muy significativa del feminismo rechazara la maternidad ‘per se’, la negara, la obviara, la invisibilizara.
No todas las mordazas son iguales. Por ejemplo, resulta heroico rebelarse contra la torpe ley de un Gobierno esperpéntico que trata de amordazar la libertad de cabreo y protesta de su pueblo; sin embargo es impopular oponerse a otras impuestas por ciertos sectores. Son las otras mordazas.