En concreto se puede ver alguna de estas escasas aves al sur de México, Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Venezuela y Colombia.

Su nombre popular (quetzal), tiene su origen en la lengua náhuatl. Entre los nombres vernáculos se puede mencionar que en maya, se le denomina “Kuk” y los quichés le llaman “Guc” o “Gugú”. En Q’eckchi su nombre es “G’oog”. La palabra “quetzalcoatl” es azteca y “quetzallí” tolteca y nahoa. Según la revista Kiwanja de la Universidad Iberoamericana de México: “El nombre completo de esta ave es “quetzaltototl”, que significa, en lengua azteca “pájaro de plumas largas”.

El quetzal era conocido como “Pájaro-serpiente” en los libros sagrados de los mayas. Mercedes de la Garza, en su interesante libro “Aves sagradas de los mayas” señala que: “Independientemente de su integración al símbolo pájaro-serpiente, el quetzal aparece dentro de otros contextos en la religión maya, desde sus orígenes en Izapa, pero simbolizando también el poder y la energía vital provenientes del cielo. No obstante, en algunas ocasiones, el quetzal se asocia a calamidades. Estas cargas de influencias negativas pueden representar la energía vital en exceso que, al romper el equilibrio cósmico, se torna destructiva”.

Por consiguiente, se consideraba el quetzal un pájaro sagrado y símbolo de la libertad y la fertilidad en muchas leyendas de Centroamérica. Los mayas creían en el dios llamado Quetzalcóatl (serpiente emplumada), que era protector de la agricultura y de las artes.

Siguiendo la información de la revista Kiwanja de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México: “Para las culturas mesoamericanas, el quetzal fue símbolo de vida, de fertilidad y de abundancia. Los mayas utilizaban sus plumas como moneda y como adorno para sus estandartes y atuendos. Para obtenerlas capturaban vivo al quetzal cuando migraba hacia las tierras más bajas (justo después de la reproducción), se las arrancaban y lo dejaban en libertad.Por ser considerado un animal sagrado, matarlo suponía la pena de muerte”.

El jefe maya hacía el tocado con plumas extraídas de su cola. El jefe azteca Moctezuma tenía el famoso penacho realizado con sus plumas.

Pájaro serpiente Maya.

Reproduciré un mito y una leyenda de este hermoso pájaro, admirado por mayas y aztecas.

Fragmento del mito maya sobre la Creación.

“…El joven dios Kuk cubierto de piedras preciosas bajó a la tierra. Era sin duda la criatura más bella. Al verlo pasar las aves y las fieras quedaban asombradas por tanta belleza.

Por las noches cuando el joven dios se bañaba en el río, el esplendor de su piel deslumbraba a las fieras, porque las esmeraldas y el jade mezclados con el resplandor del agua lograban que Kuk brillara como el mismo sol. Y eso lo hacía muy feliz, todos lo admiraban.

templo-de-quetzalcoatl_2769231Con el tiempo la soberbia se apoderó de Kuk, quien pasaba más tiempo admirándose en cualquier reflejo de agua. Y se olvidó de las demás criaturas. Los dioses al observarlo se preocuparon y decidieron que Kuk regresara al Gug (Manto Verde, mansión del cielo), para crear otros seres que poblaran la tierra. Y éstos serían hechos de madera y maíz. Kuk  se puso furioso,porque no quería que nadie más habitara la tierra, y pensaba que ningún ser creado de madera podía igualar su belleza.

Desafió a los dioses,la soberbia que poseía era tal que olvidó la advertencia de Xocoteoguah quien le sacaría los ojos; Camalotz, le cortaría la cabeza; Tucumbalam, trituraría sus huesos y Cotzbalam lo devoraría. Pero Kuk no tenía miedo y eso enfureció más a los dioses. Así decidieron que los abuelos Ixpiyacoc e Ixcumané, fueran enviados para mediar. Cuando los abuelos bajaron, el joven dios se escondió.

Tucumbalam lo vio desde el cielo y les dijo a los viejos dioses dónde estaba Kuk. Pero ni las súplicas de Ixpiyacoc y las lágrimas de Ixcumané lograron convencer al engreído muchacho. Así que los dioses decidieron darle un castigo ejemplar. Por la noche fue transformado. Y al día siguiente los animales quedaron sorprendidos al ver una especie nueva de pájaro: El quetzal.

Era un ave de hermoso plumaje color verde jade, de grandes alas, cola de plumas largas y la cabeza coronada por un resplandeciente penacho verde, que gallardamente estaba postrado en las ramas de un árbol.

Cuando vieron los ojos expresivos del ave, las demás criaturas supieron de quién se trataba. ¡Era Kuk, el hijo de los dioses! que había sido transformado para embellecer los bosques, las selvas y las montañas de México y de Centroamérica”.

El penacho de Moctezuma.

Cuenta la leyenda que antes de la llegada de los españoles, Moctezuma reinaba sobre el Anáhuac. Cuauhtémoc, era un telpochtli (joven) cuyo trabajo era ser el visitador (inspector) oficial del emperador.

Un día Cuauhtémoc regresaba de la ciudad de Yahualichan, cuando vio en la selva a un hermoso pájaro de bello plumaje, era un quetzal.

Le gustó tanto que la quería para él, ordenó a sus hombres que lo atraparan. Sin embargo el ave era muy desconfiada y no se dejó cazar. Los guerreros aztecas pasaron varios días con sus noches persiguiendo al quetzal por la selva sin poder alcanzarlo.

Al enterarse de eso los totonacas de Yahualichan, fueron con los aztecas y les dijeron cómo atraparlo. Los totonacas sabían cómo hacerlo porque entre los productos que entregaban a Moctezuma como dote cada ochenta días estaban las plumas de quetzal.

Les dijeron que uno de ellos se tenía que esconder en un árbol y con una cerbatana le lanzara una bolita de lodo,los aztecas lo hicieron y una vez que atraparon al ave, la encerraron en una jaula muy grande.

Cuauhtémoc entró a Tenochtitlan llevando al quetzal como la mayor riqueza de aquel viaje.

A Moctezuma le gustó mucho ese obsequio y lo agregó al gran zoológico que tenía en su palacio, donde había todo tipo de animales de las tierras conocidas por los aztecas, vivían entre estanques y jardines. El quetzal era el animal más bello de todos.

Pasaron unos días y el quetzal se entristeció tanto que al poco tiempo amaneció muerto. Fue cuando los aztecas se dieron cuenta que no podía vivir fuera de su ambiente y sin libertad.

El emperador Moctezuma también se entristeció mucho, y para honrar a la bella ave hizo que le crearan un penacho, un penacho que fuera grande y hermoso y que en él utilizaran las plumas de su quetzal.

También le incrustaron joyas preciosas y oro para que todo aquel que mirara ese penacho recordara al quetzal y los dejaran en libertad para que siguieran embelleciendo a su pueblo.

Como muchas cosas que se cuentan, no sabemos si sucedió en verdad o no. Lo que sí sabemos es que hasta ahora el penacho de Moctezuma es una joya histórica que se encuentra en el Museo Etnográfico de Viena. Consta de plumas verdes de quetzal, rojas del pájaro espátula, de color café del vaquero, otras turquesas y azules claras de aves no identificadas, están sofisticadamente montadas en un cuerpo principal, en forma de abanico, y otro central, trapezoidal ascendente, con dimensiones máximas de 178 por 130 centímetros.

El quetzal macho centroamericano se caracteriza por su bello plumaje de un verde y rojo llamativos, y una larga cola que puede llegar a medir incluso más que su propio cuerpo. El cuerpo va  desde el verde dorado al azul mora do y el pecho rojo, las plumas superiores de la cola son muy largas y verdes, llegan hasta más de un metro. Las plumas superiores de las alas son muy largas, como flecos, pesan  entre 200 y 230 gramos. El quetzal macho mide aproximadamente 35 centímetros de largo. El macho se diferencia de la hembra en un primer momento por la cresta, la hembras y los que más jóvenes no tienen. El pico es de color amarillo y las patas grisáceas. Su plumaje es la característica más dominante debido a sus hermosos colores y su larga cola. La hembra, como sucede en muchas especies de aves, es menos llamativa, ya que carece de penacho, tiene el pecho gris, el pico negro y la cola mucho más corta. El quetzal puede llegar a vivir hasta 20 años.

El quetzal pasa la mayor parte del año solo de forma apacible y reposado  pasando gran parte de las horas en la copa del árbol. A veces se agrupan unas 4 ó 6 aves o bien en parejas. El canto es un silbido o grito agudo, que canta de dos en dos o a veces repitiendo de forma monótona. Son reticentes a volar y cuando lo hacen, su recorrido es ondulante con un intermitente y repentino batido de alas.

La época reproductiva se da desde marzo hasta junio y los machos exhiben su plumaje, su cola y sus habilidades ante las hembras realizando vuelos nupciales sobre las copas de los árboles de esta forma evitan las peleas entre los machos y la hembra acaba eligiendo el que mejor y con mayor rapidez realiza los vuelos de cortejo y tiene la cola más larga. Crean un nido profundo ubicado en lo alto de árboles, alcanzando hasta los 27 metros de altitud e incluso algunos quetzales viven en nidos abandonados de tucanes y pájaros carpinteros. Los quetzales ponen 2 ó 3 huevos cuya cáscara es de color azul celeste, siendo  incubados por el macho y la hembra durante un periodo de unos 18 días hasta que nacen los polluelos. Los pichones nacen desnudos, pero en tres semanas adquieren su plumaje. Tan sólo unos 30 días después las crías abandonan sus nidos y los quetzales inician la migración hacia ecosistemas de menor altitud.

Mario Darí afirma que: “Durante la nidada los quetzales son más vulnerables a sus depredadores naturales que son, entre otros, las comadrejas, pizotes, halcones y águilas”.

En cuanto a su alimentación, el quetzal se considera una especie omnívora, ya que se alimenta de de pequeños insectos y mariposas e incluso ranas, sapos, lagartijas, grillos y caracoles pero, especialmente de diferentes frutos, como moras silvestres, guaramos y principalmente del aguacatillo silvestre, que supone el 40 % de su comida. Según dice Mario Darí: “El quetzal suele volar hacia la fruta, golpearla y cogerla al vuelo lo que propicia la dispersión de semillas en el bosque”.

Sin duda, la supervivencia de esta especie se encuentra gravemente amenazada ya que solamente quedan en libertad menos de 5.000 aves en toda Centroamérica, México, Venezuela y Colombia. El tráfico ilegal, al ser altamente cotizada como especie de ornato, pues su cotización, en el mercado negro, alcanza los 10.000 pesos  mexicanos (unos 623 euros) y la pérdida de su hábitat, el cual se ha visto reducido un 78 por ciento en los últimos 30 años, son dos de los principales motivos de que el quetzal se encuentre al borde de la extinción.

En Guatemala la deforestación y los depredadores son un grave problema para esta especie. El director del Biotopo guatelmalteco para la protección del quetzal, Cuéllar, indicó que: “La brecha elaborada por los invasores, en terrenos del Biotopo, alcanza más de un kilómetro de fondo por unos 300 metros de ancho, y es visible la tala de árboles realizada con la finalidad de abrirse espacio. Este hecho provocó la migración de decenas de quetzales hacia otras zonas limítrofes sin protección”. Además: “El uso de la madera no es el principal objetivo de esta acción ya que se ha constatado que los responsables también siembran plantas ornamentales”, agregó.

Pharomachrus-mocinno-costa-ricaPara evitar la total destrucción del hábitat de esta hermosa ave, se están llevando a cabo algunos proyectos serios para la preservación del quetzal. En la Universidad de México, se le ha creado un hábitat y tienen algunos ejemplares en cautiverio, para su preservación, para evitar su extinción definitiva; últimamente se ha reproducido, se ha podido criar su polluelo, cosa que no se había conseguido hasta ahora, en libertad los crían con sangre de serpientes que cazan para sus crias. Se recreó su hábitat en un lugar de 50 x 40 y 8 metros de altura con árboles de los bosques húmedos donde habita, se han traído otros animales como, pavón, paloma imperial, lo más difícil fue recrear la humedad necesaria, pero se logró.

En Costa Rica, El Parque Nacional Braulio Carrillo, sector Volcán Barva desarrolló  un proyecto de nidos artificiales para el quetzal. Parte esencial  del trabajo, consistió en colocar algunos nidos artificiales dentro de fincas y reforestar algunos sectores con árboles de “aguacatillo”,  para atraer al quetzal al ofrecerle su alimentación  básica.

La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) lo incluye en su apéndice I, que dificulta su compra-venta. Por la Ley General de Caza el “Ave símbolo de Guatemala, queda bajo protección total y veda absoluta”. Además, el Artículo 82 de la Ley de Áreas Protegidas de Guatemala, sanciona,  con prisión de cinco a diez años y multa de 10.000 quetzales (985 euros) a 20.000 quetzales (1970 euros) a quien trafique ilegalmente con animales.

Cuenta una leyenda guatemalteca que el quetzal solía cantar hermosamente antes de la conquista española, que calló después, pero cantará de nuevo cuando la tierra esté libre de verdad. Este ave está representado en billetes y monedas de Guatemala, al igual que en su Escudo Nacional. Pienso que aunque solo sea por su simbolismo histórico y su belleza, merece la pena la conservación de esta especie. Para ello habría que mantener el hábitat donde vive el quetzal, reproducirlo en cautividad para luego incorporarlo a su medio natural y realizar campañas educativas para mentalizar a la gente de la necesidad de mantener esta especie evitando la captura y caza furtivas.