En definitiva este Consejo pretende aportar una genuina perspectiva paneuropea sobre el papel que el Viejo Continente debe de jugar en el mundo.
Se trata de una organización de ámbito privado, una “Open Society Foundation”, que desea prestar su apoyo desde el ámbito de la sociedad civil, al igual que lo aportan otras organizaciones como por ejemplo el Movimiento Europeo, que es el más veterano de todos ellos.
El Consejo Europeo de Relaciones Exteriores presenta tres características:
- Ha sido fundado por un consejo cuyos 50 miembros están formados por altos funcionarios, antiguos ministros y parlamentarios, líderes empresariales, académicos distinguidos, periodistas e intelectuales públicos. Su finalidad es inducir una nueva cultura estratégica en el corazón de la Política de Relaciones Exteriores europea.
- Con oficinas en siete países, la política interna del Consejo es conseguir los mejores analistas y motivadores de políticas para proveer orientación y propuestas en el desafío más importante de la Unión Europea.
- Las campañas y los esfuerzos paneuropeos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores utiliza internet y los medios de comunicación para establecer las necesarias conexiones entre el pensamiento innovador y diseñador de políticas y la acción civil.
En definitiva, el ECFR es un llamado think-tank paneuropeo que aúna la condición de instituto de investigación y de grupo de propuestas. Este Consejo ha sido constituido para comprometerse con la investigación acerca de la Política Exterior europea, para que esta sea un todo más integrado y coherente.
El ECFR tiene, como hemos apuntado, sedes en siete capitales europeas y una red de cooperación con los institutos más prestigiosos que estudian las relaciones exteriores de la Unión Europea. El Consejo aporta una perspectiva paneuropea de los temas globales.
El Consejo juega mucho con la idea de “sociedad abierta”. Este concepto fue utilizado por primera vez por el filósofo francés Henri Bergson en su libro “The Two Sources of Morality and Religion”, publicado en 1932. El filósofo británico, de origen austriaco, Karl Popper redefinió el concepto en su libro “The Open Society and Its Enemies” publicado en 1944. Las sociedades abiertas están guiadas por los derechos humanos de carácter universal y por la búsqueda para promover y proteger la libertad del individuo. Una sociedad abierta puede ser atacada por las ideologías minimalistas, universalistas o fundamentalistas, como puedan ser el comunismo o el fascismo que reclaman estar en posesión de la última verdad. A causa de la incompatibilidad entre sociedades abiertas y conceptos de última verdad, es imposible sentar una definición completa sobre qué es una sociedad abierta. Sin embargo, es posible hacer una lista de prácticas que son incompatibles con los valores de una sociedad abierta, como son papeles autoritarios, ausencia de leyes o aplicación inconsistente de la ley, opresión de los disidentes políticos, discriminación contra las mujeres o las minorías, tortura, detención sin juicio y censura de los medios de comunicación.
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La actividad del Consejo pivota sobre cuatro programas:
- Instituciones, Moneda y Poder: ¿cómo puede la Unión Europea y sus Estados miembros incrementar su alcance global?, ¿cómo debería perseguir la Unión Europea sus valores e intereses a través del comercio y las políticas de ayuda al desarrollo?, ¿ pueden ser desplegados los civiles y militares europeos con una mayor efectividad en las zonas en conflicto en el mundo?
- Rusia y los vecinos del Este: ¿puede reorientar la Unión Europea las relaciones con sus vecinos del Este y con una resurgente Rusia?, ¿qué se puede hacer para usar la perspectiva de una asociación europea y una cooperación económica, política y militar para promover la democracia, los derechos humanos, y el Estado de derecho, y resolver conflictos estancados y disminuir el miedo a la dependencia energética?
- Oriente Medio y Norte de Africa: ¿cuáles son los medios más efectivos para que las políticas europeas de vecindad con el Oriente Medio y el Norte de Africa sirvan a los intereses y valores europeos?, ¿cómo puede utilizar la Unión Europea su poder político y militar para promover reformas políticas en el Norte de Africa y el Medio Oriente, de tal forma que se solventen conflictos, amenazas nucleares y violencia integrista?
- Asia Central: ¿cómo puede la Unión Europea perseguir más efectivamente estrategias en sus relaciones con Asia, comprometiendo a los gigantes asiáticos China, India y Japón en temas globales como energía y cambio climático, desarrollo y derechos humanos, proliferación nuclear y gobernabilidad global?
Evidentemente el ECFR trata de actuar sobre una realidad contundente: La nebulosa que es la Unión Europea, por su importancia económica, comercial y financiera, se ha convertido actualmente en una potencia mundial. Cuenta con una red de acuerdos con la practica totalidad de países y regiones del mundo. Es, sin discusión, la primera potencial comercial del planeta, la cuna de un Euro que es la segunda moneda más importante del mundo, y destina la cifra de 500 millones de euros cada mes a proyectos de ayuda en los cinco continentes.
La Unión Europea, paso a paso, está creando una política exterior y de seguridad común con el objetivo de que sus Estados miembros puedan actuar conjuntamente en el escenario mundial como una fuerza coesionada y unida en favor de estabilidad, cooperación y entendimiento.
[Los avances realizados en los últimos años han sido lentos pero seguros y constantes]
Al mismo tiempo, la Unión Europea está poniendo en marcha sus propias capacidades en materia de defensa y ha emprendido de una forma ejemplar sus primeras misiones de mantenimiento de la paz. Igualmente, está comprometida en la lucha contra el terrorismo. Ayudando a mantener la estabilidad y la seguridad en todo el mundo, los europeos también están garantizando la seguridad de las personas que residen dentro de sus fronteras.
En el marco de las relaciones internacionales, la Unión Europea se dedica especialmente a apoyar la solidaridad, los derechos humanos y la democracia a nivel global.
La idea básica de una Europa, fuerte y respetada, que actúe con una voz única en el mundo ha llevado a los Estados miembros a trabajar unidos para tener una política exterior coherente. Los avances realizados en los últimos años han sido lentos pero seguros y constantes.
El primer paso que se dio a principios de la década de los años cincuenta fue el ambicioso proyecto, fracasado por el veto francés, de crear una Comunidad Europea de Defensa integrada por los seis miembros fundadores del Mercado Común. La siguiente fase fue la denominada “Cooperación Política Europea”, lanzada en 1970 y que intentó coordinar las posturas de los diversos Estados miembros sobre los asuntos de política exterior que iban surgiendo cada día. Los países de la Comunidad Europea presentaban declaraciones de forma conjunta siempre que era posible, aunque en los temas más delicados no siempre fue posible reunir la unanimidad para adoptar las decisiones.
Ya durante los últimos quince años, la Unión Europea ha intensificado sus esfuerzos para ostentar un papel político y de seguridad a nivel internacional más en consonancia con su situación histórica y económica. Los diversos conflictos surgidos en Europa después la caída del muro de Berlín en 1989 convencieron a los dirigentes de la Unión Europea de la inaplazable exigencia de actuar de forma conjunta y con una mayor eficacia. En estos momentos, la lucha contra el terrorismo internacional ha llevado a reforzar esta idea.
La primera vez que el instrumento de una Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) se reconoció formalmente en el Tratado de Maastricht de 1992. A los pocos meses estalló la guerra en la antigua Yugoslavia. Los mandatarios de la Unión Europea intentaron sin éxito, y posiblemente sin la determinación precisa, actuar intermediando para aportar una solución política al conflicto. Al no existir un ejército propio de la Unión Europea, sus Estados miembros sólo pudieron intervenir formando parte de las fuerzas de la OTAN y de las Naciones Unidas.
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La enseñanza que se obtuvo de esta amarga experiencia no cayó en saco roto. Como resultado de las guerras de los Balcanes y de los numerosos conflictos de la década de los noventa en África, la Unión Europea puso en marcha su Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) en el marco global de la PESC.
La PESD ha permitido el envío de fuerzas militares o policiales a diversas zonas en crisis para realizar operaciones humanitarias, gestionar crisis, de mantenimiento de paz, e incluso procesos de paz. La acción militar eastá destinada a una fuerza de intervención rápida de la Unión Europea, diferente de las fuerzas de la OTAN, pero que, sin embargo, tiene acceso a los recursos de la OTAN.
Las misiones que atendió en primer lugar la PESD se llevaron a cabo en la antigua Yugoslavia, el teatro de las anteriores acciones fallidas de los europeos. En el mes de enero de 2003, una misión de carácter policial de la Unión Europea sustituyó a los oficiales de policía de Naciones Unidas en Bosnia y Herzegovina y tres meses después, las fuerzas armadas de la Unión Europea se encargaban de las posiciones de la OTAN en el territorio de la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
[Las decisiones que son claves deben adoptarse todavía por unanimidad]
Durante estos últimos años se han hecho intentos para simplificar el complicado proceso de toma de decisiones en el marco de la PESC. No obstante, las decisiones que son claves deben adoptarse todavía por unanimidad: un método muy complicado, que ahora lo es aún más con una Unión Europea tan extensa. Pese a haberse comprometido en el marco de la PESC, en ocasiones los gobiernos nacionales tienen fuertes dificultades para variar sus propias políticas internas en nombre de la solidaridad de la Unión. Un ejemplo que puede ilustrar este obstáculo fueron las profundas y penosas divisiones que mostraron los Estados miembros en la primavera de 2003, al decidir acerca de si el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debía autorizar la guerra contra Iraq.
En la cumbre mantenida en el mes de diciembre de 2003, los dirigentes de la Unión Europea adoptaron una Estrategia Europea de Seguridad. Dicha Estrategia pone de relieve que los ciudadanos del Viejo Continente y de todo el planeta se enfrentan a las tremendas amenazas del terrorismo, la nueva proliferación de armas de destrucción masiva y la inmigración ilegal. Todas estas amenazas requieren una respuesta eficaz y adecuada, incluida, frecuentemente, la cooperación a nivel internacional.
En el mundo actual en el que el poder ya no implica necesariamente la seguridad, la Unión Europea tiene que ser capaz de responder con rapidez y precisión en cualquier situación, empleando una adecuada combinación de los medios disponibles.
Y lo más importante en un organismo del tipo del ECFR es conocer realmente a las personas concretas que componen esta iniciativa. Por ello, citamos a continuación el elenco de personas que componen el Consejo con sus denominaciones originales:
- Urban Ahlin (Suecia) – Deputy Chairman of the Foreign Affairs Committee; foreign policy spokesperson for the Social Democratic Party
- Martti Ahtisaari (Finlandia) – UN Special Envoy for the Future Status Process for Kosovo; President of the Crisis Management Initiative; former President
- Giuliano Amato (Italia) – Minister of Interior; former Prime Minister and vice president of the European Convention
- Hannes Androsch (Austria) – Founder of AIC Androsch International Management Consulting
- Marek Belka (Polonia) – Executive Director of the UN Economic Commission for Europe; former Prime Minister
Svetoslav Bojilov (Bulgaria) – Founder of the Communitas Foundation and President of Venture Equity Bulgaria Ltd. - Emma Bonino (Italia) – Minister for Europe and International Trade; former EU Commissioner
- Robert Cooper (Reino Unido) – Director General for External and Politico-Military Affairs, Council of the EU General Secretariat
- Marta Dassù (Italia) – Diplomatic adviser to Foreign Minister Massimo D’Alema; Director of the Aspen Institute Italia
- Gijs de Vries (Holanda) – Senior Fellow at the Clingendael Institute; former EU Counter-terrorism Coordinator
- Jean-Luc Dehaene (Bélgica) – Member of the European Parliament, former Prime Minister and vice president of the European Convention
- Gianfranco Dell’Alba (Italia) – Chef de Cabinet for Minister Emma Bonino; former Member of European Parliament
- Andrew Duff (Reino Unido) – Member of the European Parliament, ALDE Group
- Sarmite Elerte (Letonia) – Editor-in-chief of Latvian daily newspaper Diena
- Brian Eno (Reino Unido) – Musician and producer
- Joschka Fischer (Alemania) – Former Foreign Minister and vice-Chancellor
- Timothy Garton Ash (Reino Unido) – Professor of European Studies at Oxford University
- Bronislaw Geremek (Polonia) – Member of the European Parliament, ALDE; Group; former Foreign Minister
- Diego Hidalgo (España) – Co-founder of Spanish newspaper El País and President of FRIDE
- Mary Kaldor (Reino Unido) – Professor and Director of the Centre for the Study of Global Governance, London School of Economics
- Gerald Knaus (Alemania) – Chairman of the European Stability Initiative and Open Society Fellow
- Caio Koch-Weser (Alemania) – Vice Chairman of the Deutsche Bank Group; former State Secretary
- Rem Koolhaas (Holanda) – Architect and urbanist; Professor at the Graduate School of Design at Harvard University
- Ivan Krastev (Bulgaria) – Chair of Board, Centre for Liberal Strategies
- Mart Laar (Estonia) – Former Prime Minister
- Mark Leonard (Reino Unido) – Executive Director of the European Council on Foreign Relations
- Adam Lury (Reino Unido) – Director of Menemsha Ltd; former advisor to Lord Browne
- Alain Minc (Francia) – Chairman of Le Monde; Head of consulting group AM Conseil
- Christine Ockrent (Bélgica) – Editor-in-chief at Francia Télévision.
- Leoluca Orlando (Italia) – MP; President of the Sicilian Renaissance Institute
- Cem Özdemir (Alemania) – Member of the European Parliament, Greens Group
- Simon Panek (República Checa) – Chairman of the People in Need Foundation
- Teresa Patricio Gouveia (Portugal) – Trustee to the Board of the Calouste Gulbenkian Foundation; former Foreign Minister
- Chris Patten (Reino Unido) – Chancellor of Oxford University; Former EU Commissioner and Governor of Hong Kong
- Diana Pinto (Francia) – Historian and author
- Ruprecht Polenz (Alemania) – MP and Chairman of the Bundestag Foreign Affairs Committee
- Andrew Puddephatt (Reino Unido) – Director of Global Partners & Associated Ltd.
- Sigrid Rausing (Reino Unido) – Founder of the Sigrid Rausing Trust
- Albert Rohan (Austria) – Deputy to the UN Special Envoy for the Future Status Process for Kosovo
- Daniel Sachs (Suecia) – CEO of Proventus
- Pierre Schori (Suecia) – Director General of FRIDE; former SRSG to Cote d´Ivoire
- Narcís Serra (España) – Chair of CIDOB Foundation; former Vice President
- Elif Shafak (Turquía) – Writer
- Aleksander Smolar (Polonia) – Chairman of the Board of the Stefan Batory Foundation
- George Soros (Hungría) – Chairman, Open Society Institute
- Dominique Strauss-Kahn (Francia) – MP, Professor at the Institut d’Etudes Politiques de Paris; Former Finance Minister
- Helle Thorning Schmidt (Dinamarca) – Leader of the Social Democratic Party
- Michiel Van Hulten (The Netherlands) – Managing Director of Burson-Marsteller, Brussels; Former Member of European Parliament
- Mabel Van Oranje (Holanda) – International Advocacy Director, Open Society Institute
- Antonio Vitorino (Portugal) – Lawyer;former EU Commissioner
- Sir Stephen Wall (ReinoUnido) – Chairman of Hill and Knowlton (Public Affairs EMEA); former Europe advisor to Tony Blair
- Andre Wilkens (Alemania) – Executive Director of the Open Society Institute, Brussels.