No quiero todo tu poder,

prefiero darles un trozo de pan

a los patos salvajes del río Noreña

o contemplar las truchas

como danzan a contracorriente

en el fondo del cristalino río.

 

No quiero todo tu poder,

ni siquiera una pequeña parte,

prefiero contemplar plácidamente

como brotan las flores en primavera

o caen las hojas de los árboles

por el vaivén del aire otoñal.