Yo nací en un hogar con bastantes limitaciones económicas, pero afortunadamente mi madre fue muy católica, así que yo fui creado bajo la fe católica toda mi vida.    Con sacrificios de mis padres y becas obtenidas estudié en colegios católicos, lo cual me hizo una persona con una moral bastante buena, en donde lo principal es el amor a Dios, a uno mismo y el amor por los demás, nunca lastimar a nadie, aún cuando esto represente la superación material personal.

Ahora me he convertido en profesional, soy Ingeniero en Minas, probablemente el único guatemalteco con esta profesión.

Muchas industrias se caracterizan por concentrarse en las áreas urbanas. Las industrias mineras tienen la característica de laborar en las áreas rurales en donde afortunadamente conllevan bastante desarrollo a estos sectores. Por ejemplo en el área de San Marcos hay una industria minera que ha llevado a la región electricidad, carreteras, tanto de terrecería como asfaltadas, pero lo principal es que ha llevado tecnología y fuentes de trabajo. A mi me da mucho gusto ver a personas de la región que apenas podían escribir y ahora manejan equipos de topografía con GPS y bajan los datos obtenidos en el campo a la computadora.  Me enorgullece ver a personas, tanto hombres como mujeres, operando equipos de minería, cuando antes solamente iban a la costa a trabajar por un salario precario.  Me da gusto ver que en San Miguel Ixtahuacán ahora hay mucho comercio, ya existen dos bancos, antes de la minera no había bancos en el pueblo.

Además de eso, también las industrias mineras que operan en toda América son muy responsables en lo que se refiere a la seguridad del trabajador y al cuidado del medio ambiente. Todos los trabajadores son proveídos de equipos de seguridad y todos los días antes de iniciar labores reciben una plática de seguridad industrial. No digamos con el medio ambiente, la empresa minera cuenta con un Departamento de Medio Ambiente, en donde llegan al colmo de parar un vehículo o un equipo porque tiene una gotera de aceite.

A veces vemos en los periódicos opiniones de “ambientalistas”, pero ya la mayoría de la gente sabe que son personas oportunistas que simplemente han hecho de las donaciones su manera de vivir. También tenemos las opiniones de los “patriotas”, que con mucho recelo quisieran que nosotros como guatemaltecos explotáramos estas minas y no empresas extranjeras. Lamentablemente Guatemala no ha sido un país minero, no tenemos la tecnología, ni el gobierno ni cualquier empresario guatemalteco se atrevería a invertir millonadas en un proyecto minero. Las universidades de Guatemala no tienen las carreras de minería y metalurgia, tenemos geólogos de exploración, pero no tenemos geólogos mineros.  Así que necesitamos a estas empresas extranjeras para que inviertan y nos enseñen a manejar esta nueva industria para nuestro país.

A propósito, Guatemala tiene gran potencial en la industria minera, sería bueno que las universidades de Guatemala se preocuparan por implementar estas nuevas carreras.

Lamentablemente el arzobispo de la región, no menciono su nombre porque a él le encanta salir en los periódicos, está en contra de la minería. No me explico como alguien con buen juicio cristiano se oponga a una actividad que trae beneficio a la personas. El sacerdote de San Miguel Ixtahucán fue una persona que siempre vio con buenos ojos a la empresa minera, él comprende lo bueno que es para los pobladores, lamentablemente ahora está en contra, pero se los aseguro que no es porque él quiera, simplemente su jefe es el arzobispo y él tiene que acatar las disposiciones de su jefe.

En la región la minera ha sufrido de bloqueos de caminos, sabotajes de electricidad y llegaron al colmo últimamente de sufrir un secuestro de dos de sus trabajadores. En el municipio de Sipacapa hay un representante de la iglesia católica, de esos a quienes los feligreses les llaman hermanos, esta persona ha estado en reuniones para provocar a los pobladores a los bloqueos y los sabotajes. Qué pasó con la frase célebre de Jesús “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Si la iglesia católica, interpreta esto de otra forma, no lo sé, pero yo en lo personal simplemente lo interpreto como “Respetemos las leyes de la tierra como respetamos las leyes de Dios”.

Entiendo que dentro de los mandamientos de la ley de Dios existe el “no mentiras” pero veo con tristeza que grupos en contra del desarrollo, incluyendo la iglesia católica, se dan a la tarea de mentirle a la gente para oponerse a los trabajos de la minería.

Veo con tristeza como los pseudos-lideres se aprovechan de la falta de educación de la población campesina, la cual no les interesa en lo más mínimo, ya que de ser así, encaminarían sus esfuerzos a combatirla; pero claro, no les interesa, porque se quedarían sin personas que manipular para sus intereses personales.

Esto lo demuestra el hecho de que antes de establecerse la minería en la región, nuca hubo organizaciones que se preocuparan por los pueblos de Sipacapa y San Miguel Ixtahuacán…ahora como por arte de magia, aparecieron varias organizaciones que se escudan bajo la bandera de ser defensores de los pueblos indígenas, defensores de la naturaleza, etc. pero que realmente utilizan a la gente para obtener beneficios personales y desean que nuestros campesinos sean eternamente pobres.

Todos estos actos en contra de la ley y la superación de nuestros campesinos, son avalados por la iglesia católica. Me da vergüenza decir que soy católico.

Estimado lector, antes de emitir opinión acerca de lo que es y lo que representa la minería, tanto en nuestras vidas como en la economía del país, investiguemos e informémonos de lo que es la minería responsable.

Arnoldo García Salazar