La controversia en torno a la construcción de una carretera que partirá en dos el Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Sécure (TIPNIS), un área de 1,2 millones de hectáreas situada entre los departamentos de Cochabamba y Beni, se ha convertido en el mayor desafío del presidente de origen indígena aymará, Evo Morales.

El 52 por ciento de la población cochabambina está en desacuerdo o muy en desacuerdo con la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos a través del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), según los datos de la segunda encuesta metropolitana del Foro Regional, formado por Ceres, Ciudadanía y Los Tiempos.

En tanto el 42 por ciento dijo que sí está de acuerdo o muy de acuerdo, en la encuesta realizada entre el 29 de noviembre y el 12 de diciembre en los municipios de Cercado, Sacaba, Quillacollo, Colcapirhua, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe.

Según la socióloga Sarela Paz, los porcentajes en contra de la vía revelan que la mayoría de la población se opone a esta obra, probablemente por dos razones: la percepción de injusticia con los pueblos indígenas y una conciencia ambiental cada vez más fuerte en la población.

Según el detalle de la encuesta aplicada a 593 personas, el 46 por ciento de la población se muestra “en desacuerdo” con la apertura de esta carretera y 6 por ciento “muy en desacuerdo”. Del otro lado, quienes se hallan “de acuerdo” con la apertura de la ruta por el área protegida llegan a 36 por ciento, respaldados por otro 6 por ciento que se hallan “muy de acuerdo”.

Para la socióloga Sarela Paz, existe una diferencia de 10 por ciento entre los que están en contra y los que están a favor, lo que desde un punto de vista estadístico es un rango muy importante.

Sin embargo, la analista también reconoce que el 36 por ciento a favor tampoco es un porcentaje que deba menospreciarse y que probablemente corresponda a gente que comulga con la línea política del Movimiento Al Socialismo (MAS).

Pero del otro lado, se encuentra algo más de la mitad de la población que condena la actitud del Gobierno de haber iniciado la apertura del camino sin haber realizado la consulta previa, además de haberse violado derechos humanos básicos de los indígenas (Chaparina).

“La gente se identifica con las comunidades indígenas porque le parece injusto la forma en que el Gobierno procedió, y hay una especie de solidaridad con los indígenas”, explicó.

“Pero también está el segundo factor, que en cierta medida tiene que ver con el área protegida. Buena parte de estas personas están razonando sobre conceptos como progreso y desarrollo y, a diferencia de hace 20 años, la gente entiende que no es posible pensar en desarrollo al margen de las consecuencias que eso puede tener en el medio ambiente”, agrega.

Justamente, la segunda pregunta de la encuesta es: El desarrollo económico de Bolivia es más importante que la preservación del medio ambiente. ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta frase?

Al otorgarse al encuestado la posibilidad de dar a la frase una nota del 1 al 7, el resultado promedio es de 3,5, de donde se deduce que la mitad de la población condiciona este desarrollo a una política ambiental.

La encuesta de Ciudadanía hace este cuestionamiento a la población en un momento en que, según coincide Paz, los ánimos están más apaciguados y la población puede tomar una posición independientemente de las influencias políticas.

Actualmente, las obras están suspendidas y el contrato con la constructora, disuelto.

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