Primeros esbozos de Brasilia realizados por Costa

Diseñada por el arquitecto Óscar Niemeyer y el urbanista Lucio Costa, su construcción fue impulsada, en 1956 por el entonces Presidente Juscelino Kubitschek, con el objetivo de trasladar la capital de Río de Janeiro a un área geográficamente más central y fomentar el desarrollo de las industrias.(1) Actualmente con sus 2.563.000 habitantes, es la cuarta ciudad más poblada del país con una densidad de 430 habt/km2. distribuida en unos 5.802 km2.

Entre 1957 y 1960 se levanta en la selva una ciudad monumental, de diseño futurista, destinada a albergar a los funcionarios de los ministerios y las embajadas extranjeras. La zona central (llamada Plano Piloto) diseñada por Lucio Costa y Óscar Niemeyer no debía albergar más de 300.000 personas.  Brasilia está pensada en torno a dos ejes principales que se cortan en forma de cruz formando un gran pájaro. El eje principal está reservado a las funciones de la ciudad, con la Plaza Tres Poderes (ejecutivo, legislativo, judicial) en uno de sus lados. A ambos lados se distribuyen zonas residenciales, divididas en “supercuadras”. El proyecto es el de una ciudad sin cruces “donde el automóvil ya no es el enemigo irreconciliable del hombre”.

Las planificación de Brasilia repite un error similar a la de otras ciudades latinoamericanas. En su última megaconstrucción, el denominado puente Juscelino Kubitschek popularmente conocido como JK, en honor al presidente que trasladó la capital a Brasilia. El puente permite acelerar los ritmos de vida a una parte de la población, la que puede acceder a transportes de alto valor agregado mientras que excluye a otra. Nuevamente las condiciones sociales de parte de la población  acaban por alterar la visión de los planificadores urbanos. (2)

Brasilia es la ciudad planificada más curiosa que se conoce. Su forma se asemeja a la de un avión y su orientación es norte-sur, siendo la zona sur la más cara. Comenzó a construirse en 1956 y se inauguró en 1960. Es, pues, una ciudad sin historia, artificial, extraña, como salida de otro planeta, monumentalmente fría. Hasta el lago es creación del hombre. Incluso los nombres que reciben las partes de la ciudad resultan llamativos. Como el centro urbano de la ciudad que se llama Plan Piloto; los enormes conjuntos de edificaciones para moradores se llaman supercuadras; y luego existen barrios periféricos, distanciados de la ciudad, que se denominan ciudades satélites.

El diseño se apoyaría en la implantación de un gran eje urbano representativo abierto, orientado en dirección Noreste Noroeste. Transversalmente, se situarían dos retículas de grandes manzanas destinadas a albergar los espacios residenciales, constituidos principalmente por grandes bloques de diseño unitario. Finalmente, en la periferia -junto a las orillas del inmenso lago Paranoá- se situarían urbanizaciones de viviendas de baja densidad. Todo el sistema se estructura en base a un sistema de grandes autopistas y avenidas que no interfieren con los proyectados accesos peatonales. (3)

En síntesis, Brasilia se destaca por sus amplias avenidas –con dos barrios-, uno al norte y uno al sur denominadas “supercuadras”. En el Centro está la Plaza de los Tres Poderes donde se sitúan los edificios públicos y los ministerios del Gobierno y en “las alas del avión” están formadas por las supercuadras, con 11 edificios de 6 pisos cada uno. (4)

La ciudad está a contrapelo del ser humano. Hoy todas las grandes ciudades, en particular las capitales, cada vez más se están volcando a los transportes alternativos y promoviendo el uso de la bicicleta como principal medio de transporte, en Brasilia resulta imposible vivir sin un auto. Entonces, ¿cabría llamar a Brasilia una ciudad moderna como un todo? Es decir, en Brasilia no entra en discusión la arquitectura o el urbanismo en sí mismos, sino su practicidad en función de la socialización y movilización de los habitantes.

Agustín Arosteguy, especialista en temas de geografía cultural entiende que: “ Antes de la arquitectura y la urbanismo está la geografía de una ciudad. Es decir, tanto la arquitectura como el comportamiento social o las características culturales, como muchos otros aspectos, están determinados por la geografía. Cabe llamar la atención que tanto la geografía como la arquitectura de una ciudad, influyen en el carácter de las personas que la habitan. De esta forma, resulta interesante pensar en las formas en que los habitantes socializan en una ciudad en la que puntos de encuentros fortuitos o no programados, por ejemplo bares, centros culturales, teatros, cines, se encuentran solamente accesibles para llegar en algún medio de locomoción, principalmente el propio. Eso sin lugar a dudas, y sin hacer juicio de valor, influye y mucho en la energía que caracteriza Brasilia y por lo cual, me parece un aspecto crucial a la hora de planificar y construir cualquier ciudad”. (5)

Cuando se proyectan los edificios de Brasilia, Niemeyer sigue los mismos criterios de Costa. Cada uno de ellos nace de un esbozo formal simplísimo, incluso elemental, desarrollando con extremada parquedad las precisiones constructivas, cristalizando las aspiraciones nacionalistas de Kubitschek por el progreso y la mecanización de un país relativamente no industrializado. Contribuyeron a conformar su visión de Brasilia como “el despertar de un nuevo día para Brasil”.

Brasilia costó alrededor de mil millones de dólares y su construcción duró cuatro años pues se inauguró simbólicamente en 1960, pero continuó su edificación y desarrollo urbanístico en los años siguientes.El costo tan elevado se debió, en parte, a que no había ferrocarril ni carreteras bien trazadas para llevar el material de construcción, y su movilización se hizo en aviones.

Ya en los dos primeros años, la ciudad estaba empleando una fuerza de trabajo de cuarenta mil personas, y estaba en construcción una serie épica de modernos edificios públicos diseñados por Niemeyer. Estos incluían la Plaza de los Tres Poderes, el edificio del Congreso Nacional, la diáfana residencia del presidente a orillas del lago, la Corte Alta, el Teatro Nacional y el interminable rectángulo del hotel Brasilia Palace. Según Niemeyer, que vivía y trabajaba en una cabaña de troncos, arquitectos, ingenieros y hasta el presidente mismo en sus numerosas visitas a Brasilia “iban a los mismos bailes y bares que los trabajadores”. (6)

Durante  la construcción, los obreros se instalaron en barracones de madera en los límites del Plano Piloto. Después de la inauguración oficial de Brasilia, en 1960, los barracones fueron declarados favelas ilegales. Los trabajadores se quedaron y llegaron miles de inmigrantes más. Para evitar la invasión del Plano Piloto, las autoridades tuvieron que crear la infraestructura de varias ciudades-satélite para albergar a los inmigrantes.

Cuando Kubitschek dejó el poder,en 1961, las obras se suspendieron y todo parecía haber fracasado. De los 326 diputados que había en las cámaras, sólo 20 habían aceptado irse a vivir a Brasilia. La nueva ciudad era un elefante blanco, una ciudad fantasma. (7)

En 1964 se reanudaron los trabajos de construcción pero fue en 1970 cuan do se aprobó un decreto que señalaba que todos los ministros del gabinete sólo podían despachar en la nueva ciudad. Y así, toda la maquinaria gubernamental tuvo que movilizarse a la nueva ciudad, y le siguieron los embajadores y cónsules de países extranjeros. (8)

La ciudad de Costa se organiza en torno a esos dos ejes perpendiculares, uno se consagra al poder público y al sector administrativo, mientras que el otro abarca la vida particular, con concentración de actividades mixtas en la intersección de los dos elementos. La circulación rápida y fácil es asegurada por un sistema de carreteras, permitiendo evitar los cruces y separar las diversas modalidades de tráfico (se nota que el medio de transporte favorecido es el automóvil). Según observa el crítico Mário Pedrosa (1900-1981), “Su articulación espacial es límpida, condensada y rítmica(…), sin tropiezos, hasta las capilares, y va y viene de extremidad en extremidad, como en un buen sistema de vasos sanguíneos”.

El eje monumental, punto focal de la ciudad, requiere de cada edificio público un carácter singular, sin perjuicio de la unidad del todo. Niemeyer alcanza su meta mediante la combinación de formas puras y geométricas trabajadas de maneras diversas, como es el caso del juego de las cúpulas invertidas del palacio del Congreso, o las columnas con sus extremidades en vértice, que se repiten en los palacios del Planalto, del Supremo y de la Alvorada (y se convierten en símbolo de Brasilia).

El conjunto de ese eje, cuya ubicación la define Costa, sintetiza la idea guía de los dos arquitectos frente a Brasilia: alcanzar la monumentalidad requerida por una capital federal por medio de la ligereza y sencillez, y por la armo nía y claridad de las articulaciones entre las partes y el todo.Tanto los edificios como el Plan Piloto comparten un carácter aéreo, como si todo estuviera suavemente posado en el suelo. (9)

Niemeyer fue el encargado de llevar adelante parte de los  proyectos del desarrollo de la ciudad de Brasilia, de ahí que, modestamente dijera: “Me importa poco que se diga que soy el arquitecto de Brasilia siempre que se diga también que Lucio Costa es su urbanista. Fue a él al que se le encomendó la tarea principal: proyectar la ciudad, las calles, las plazas, los volúmenes y los espacios libres. Mi colaboración fue más modesta y se limitó a los palacios de Gobierno.”

Los edificios principales de esta estructura general se le encargaron a Óscar Niemeyer. El espacio más llamativo de la ciudad es el famoso Eje Monumental surcado por tres calles paralelas y una gran cantidad de edificios creados por Niemeyer. A la cabeza del eje está la Plaza de los Tres Poderes un gran espacio abierto de concreto con tres edificios formando un triángulo imaginario, que simboliza la independencia de los tres estamentos de la democracia. En la base del triángulo están enfrentados la Corte Suprema y el Planalto, y en el ángulo superior está el Congreso Nacional. El Planalto es la sede del Poder Ejecutivo. Y a metros de allí está el Congreso Nacional con sus dos cúpulas –una cóncava y otra convexa–, cubriendo las Cámaras de Senadores y Diputados.

El Palacio del Congreso Nacional (Nereu Ramos) se basa en la continuidad del eje monumental, la principal avenida de la capital de Brasil, tal como la concibió Lúcio Costa frente a una amplia zona de césped, utilizado por la población como escenario para protestas y manifestaciones públicas. En la parte superior de una plataforma de bloque horizontal se disponen un hemisferio hacia la izquierda (sede del Senado), un hemisferio derecho (Cámara de Diputados) y, entre ellos, dos torres gemelas de oficinas, que asciende a cien metros alta. El Palacio Presidencial y la Corte Suprema de Justicia fueron diseñados por Niemeyer en el mismo principio: la forma inusual de los pilares. También en estos dos proyectos, Niemeyer ha creado soportes internos al edificio para absorber la mayor parte de las cargas, poniendo alivio de la solicitud de los pilares de la fachada, lo que permite trabajar plástica mente. La forma es similar a los pilares de los medios de la fachada principal del palacio presidencial, aunque aquí las curvas superior e inferior se sienten atraídos por el lado del edificio y la fachada principal,frente a la plaza, se caracteriza por un borde recto. En el Palacio Presidencial, los pila res sólo reciben las cargas de la losa de cubierta, lo que disminuye de grosor hacia la parte frontal de la columna y la curva inferior es fuerte,va en contra de la losa del primer piso, a cuatro metros del suelo.(10)

En la Plaza Tres Poderes hay varias otras obras de Niemeyer. Saliendo de la plaza, frente al Palacio de Itamaraty, se encuentra el Palacio de Raymundo Faoro, donde está el Ministerio de Justicia.Mientras que en el Ministerio de Relaciones Exteriores todas las fachadas se caracterizan por la repetición de arcos completos, en el Palacio Raymundo Faoro hay cuatro soluciones distintas. Para la fachada principal Niemeyer diseñó una secuencia de nueve arcos completa (transformado en semiarcos en 1987), cuyas columnas son interceptados por los carriles de hormigón que permiten el flujo de agua en cascada. En la fachada posterior, todavía existe la solución original, con arcos completos, pero sin los saltos de agua. El lado este se caracteriza por la presencia de sólo siete pilares rectangulares que soportan parte de la losa de cubierta. Y el lado oeste recibió una secuencia variada de capas de hormigón establecimiento de una especie de brise-soleil que se sumerge en el cu erpo de agua o del agua del jardín. En el interior, más allá de los espacios ceremoniales, está el Jardim Pergolado, diseñado por Roberto Burle Marx.

Frente al Congreso está el Palacio de Itamaraty, donde está el Ministerio de Relaciones Exteriores, conocida popularmente como el Palacio de los Arcos. El Palacio cuenta con el mayor salón sin columnas en el mundo, con una superficie de 2.800 metros cuadrados. En el interior, nos encontramos con obras de artistas tales como Athos Bulcão, Rubem Valentim, Sérgio Camargo, María Martins y Alfredo Volpi. El paisaje interno y externo es de Roberto Burle Marx. En frente del Palacio de Itamaraty, en la superficie del agua, está la escultura Meteoro,diseñado por Bruno Giorgi y la denominada Explanada de los Ministerios,un gran espacio verde flanqueado por dos hile ras de edificios exactamente iguales que suman un total de 17 moles albergando los ministerios.

Al final se levanta la Catedral Metropolitana Nossa Senhora do Aparecida, levemente aparta da del eje porque en la sociedad democrática la Iglesia está sepa rada del Estado. Esta catedral quizá sea la obra más inspirada de Niemeyer en Brasilia. Se trata de un edificio con planta circular que carece de fachada y tiene la forma de una gran corona de espinas. Se ingresa por una galería en penumbras que desciende a un subsuelo –simbolizando la entrada a las catacumbas romanas–para desembocar en un ambiente circular cuyo techo completo es un gran vitral de absoluta luminosidad del cual cuelgan imágenes de ángeles que parecen flotar en el aire.(11) Cuenta con dieciséis columnas de hormigón (pilares de sección parabólica) una forma hiperboloide, con un peso de noventa toneladas. En la plaza de acceso al templo, hay cuatro esculturas de bronce, realizadas con la ayuda del escultor Croce Dante, de tres metros de altura, que representan a los evangelistas. Dentro de la nave, están las esculturas de tres ángeles sus pendidos por cables de acero con las dimensiones y el peso de 2,22 m de largo y 100 kg más bajos, promedio de 3,40 m de largo y 200 kg y 4,25 m longitud y 300 kg más. Las esculturas fueron realizadas por Alfredo Ceschiatti, en colaboración con Dante Croce. El baptisterio, con forma ovoide, tiene en sus paredes el panel de azulejos de cerámica pintados por Athos Bulcão. La campana, donada por España, completa la arquitectura, con cuatro gran des campanas. El techo de la nave tiene una vidriera compuesta por dieciséis piezas de fibra de vidrio, en tonos de azul, verde, blanco y marrón, inserta do entre los pilares de hormigón. Cada pieza se inserta dentro de triángulos con base de 10 metros y 30 metros de altura, pintados por Marianne Peretti. El altar fue donado por el Papa Pablo VI y la imagen de la patrona Nuestra Señora de Aparecida es una réplica del original que está en Aparecida ( São Paulo). El Vía Crucis es una obra de Di Cavalcanti. A la entrada de la catedral, está uno de los pilares con los pasajes de la vida de María.

El Memorial JK es un mausoleo que fue construido para honrar la memoria de este presidente, quien fue el creador de Brasilia, y la casa de sus restos. Tiene la forma de una pirámide truncada de baja altura, todo de mármol cubierto, con base 120 m. de largo y 32 m. de alto. En la parte superior hay una columna de 28m. de altura, con una estatua de JK, firmada por Honório Peçanha. El edificio cuenta con cinco mil metros cuadrados. En su bóveda, tiene un vitral de autoría Marianne Peretti. El Memorial cuenta con un museo, una biblioteca privada del expresidente y un auditorio.

El Teatro Nacional de Brasilia (o el Teatro Nacional Claudio Santoro) está situado en la Vía N2, Sector Cultural Norte. Tiene la forma de una pirámide sin cúspide,característico de la arquitectura azteca. Tiene las habitaciones Martins Pena, Villa Lobos y Nepomuceno Alberto, donde se realizan numerosos actos y re presentaciones culturales. Es el más grande de la arquitectura realizada por Oscar Niemeyer en Brasilia, destinado exclusivamente a las artes.Son 3608 vidrios en las fachadas este y oeste. También cuenta con cientos de cubos blancos, en las paredes norte y sur, de diferentes tamaños, diseñados por Athos Bulcão. Estos relieves son la obra más grande y monumental de la intervención urbana de Athos Bulcão. En el Foyer de la Sala Villa-Lobos, el jardín fue diseñado por Burle Marx. La Sala Villa-Lobos es la mayor de las tres salas del teatro.(12)

El Complejo Cultural de la República Herculino João es un edificio diseña do para la promoción de eventos culturales. Su proyecto cuenta con el Mu seo Nacional Honestino Guimarães, la Biblioteca Nacional Leonel Moura Brizola, ambos ya en construcción, junto con una sala de conciertos, una ópera y un auditorio para música de cámara, aún no construido. El museo tiene una superficie de 14,5 metros cuadrados y tiene una forma de cúpula.

Hay quienes juzgan a Brasilia como la muestra de un futurismo pasado de moda. O como un estilo que no prosperó –algunos lo consideran fracasado–pero la verdad es que casi no existe un ejemplo similar de planificación urbana en el mundo, donde las ciudades brotan espontáneamente a raíz de un pueblito que crece en un proceso que lleva años. Brasilia, en cambio, nació adulta. Dentro de algunos milenios, si existen el hombre y los arqueólogos, cuando encuentren Brasilia seguramente creerán haber descubierto los res tos de una extraña cultura aislada, diferente de las demás, con otro desarrollo tecnológico y una estética propia. Y probablemente nunca sabrán que ca si todo eso lo hicieron un arquitecto y un urbanista, en apenas cuatro años; no podrían imaginarse siquiera que esas blancas estructuras de concreto son los restos del extraño mundo de Óscar Niemeyer. (13)

Brasilia es ahora una ciudad en plena ebullición, muy activa que atrae a turistas y visitantes que admiran, más que nada, la elegancia y modernidad de sus edificios. Sin embargo, a pesar de su cuidada planificación o tal vez, a causa de eso mismo, Brasilia no pudo escaparse de algunas de las tendencias que abrazaron a casi todas las ciudades a lo largo del siglo XX. Así, el crecimiento poblacional fue muy superior a los cálculos y las estimaciones de Niemeyer y Costa, lo que terminó con la construcción de pequeñas ciudades-satélite en muchos casos pauperizadas y marginales. “Brasilia fue un momento maravilloso”, dijo su arquitecto. (14)

 

Notas bibliográficas.

(1)americalatina.about.com/od/Lugares/a/Brasilia-Ciudad-Modernista. htm y el ra toneducado.blogspot.com.es

(2)Elio Brailovsky. Historia Ecológica Iberoamericana.

(3)arquiscopio.com

(4)www.slideshare.net

(5)Agustín Arosteguy. Ciudades planificadas: Brasilia, ¿ejemplo urbanístico/arqui- tectónico o ciudad utópica?.

(6)www.lahaine.org

(7)Ricardo Rubín. La creación de nuevas capitales en la segunda mitad del s. XX.

(8)www.itaucultura.org.br

(9)www.todoarquitectura.com

(10)http://www.macniteroi.com.br

(11)file:///C:/Documents%20and%20Settings/BENE/Escritorio/Arte%20y%20Arquitectura%20%20Brasilia.htm

(12)http://www.niemeyer.org.br

(13)Leonardo Benévolo. Historia de la arquitectura.

(14)www.lacapital.com.ar