El reflejo de la luna sobre mi pelo
Las bicicletas, el juego de la lima en el barro, los cromos, las canicas y la comba donde una larga cuerda volteaba sobre nuestras cabezas.
Las bicicletas, el juego de la lima en el barro, los cromos, las canicas y la comba donde una larga cuerda volteaba sobre nuestras cabezas.
Un día más me veía sentada ahí, mirando hacia ningún sitio, en una habitación aparentemente acogedora donde el frío y la soledad se respiraban en cada pequeña y diminuta grieta, en cada poro de esa aparente lisa pared donde parecía resbalar todo, donde el frío helaba hasta el corazón más ardiente.
Fue en un instante… su mirada se cruzo con la mía y mi corazón súbitamente empezó a latir con más fuerza.
Cuando los pájaros se esconden para morir, las estrellas se mezclan ocultándose tras sus propios destellos.
Cada día en mi vida revivo el eco de las pisadas en mi memoria de aquel camino que nunca cogí y de aquella puerta que cerrada ante mis ojos, nunca quise abrir.