Trabajadora de la cooperativa de Comercio Justo, Mahaguthi, Nepal. © SETEM

Desde la perspectiva global, Europa concentra entre el 60 y el 70 % de las ventas mundiales. Es importante tomar nota de que los poderes públicos, gastan un 16 % del PIB de la UE [1].

Ante estos alentadotes datos, es necesaria la compresión de las entidades territoriales y regionales en el impulso de esta práctica. En este sentido, el Parlamento Europeo en su informe “Nuevos desarrollos en la compra pública” , hace un llamamiento decidido a la acción, renovando su presión a la Comisión Europea para que ésta, apoye la Compra Pública de Comercio Justo. Ante estas acciones, se deben de tener en cuenta, no sólo los aspectos económicos, técnicos o jurídicos, sino también las políticas que caracterizan y definen al Comercio Justo.

Es indispensable establecer un adecuado equilibrio, entre la voluntad de desarrollar el comercio, las inversiones y el crecimiento económico, en sintonía, con los principios del desarrollo sostenible. La generalización y práctica de normas comerciales transparentes y justas, entre los países ricos y países menos desarrollados, debe partir de contratos que respeten, los principios de igualdad de trato, reconocimiento mutuo y proporcionalidad.

Ante la crisis económica y financiera, sumada a la amenaza de catástrofes climáticas, es impostergable hacer participes a los agentes de los países del Sur, para que consoliden las estructuras de Comercio Justo, recalcando la materialización de los contratos públicos ecosociales a nivel local y regional. Esta práctica prevé una ampliación de la gama de los productos y servicios procedentes del Comercio Justo, contribuyendo en cada uno de los escenarios presentes, a fortalecer su papel en la economía y en la dignidad de sus impulsores.

Los recientes pasos dados por las instituciones europeas merecen un claro reconocimiento por los avances alcanzados, en favor de la legitimidad y visibilidad del Comercio Justo. Pero los logros, resultan insuficientes ante los retos que se nos avecinan y ya resulta urgente lograr unas políticas y acuerdos comerciales justos que prioricen, sin trabas ni trampas tácitas, el autodesarrollo del Sur y sus pueblos.

[1] Dictamen del comité de las Regiones . Contribución al desarrollo sostenible: el papel del comercio y de los sistemas no gubernamentales de garantía de la sostenibilidad comercial.

Por Octavio Fraga Guerra – SETEM (Madrid y Castilla-La Mancha)

www.setem.org