Este día nos unimos para dar a conocer la alternativa comercial que defendemos, y lo hacemos de la mejor manera posible: con alegría y espíritu de fiesta. Y es que nos llena de alegría sabernos parte de un movimiento global que trabaja para poner a las personas, a su bienestar y al cuidado del planeta por encima de los beneficios económicos. El Día Mundial es siempre una excelente ocasión de unir esfuerzos y energía con otras organizaciones y de transmitir de una forma cercana y divertida qué es el Comercio Justo y por qué es necesario.
Esta vez SETEM organizó la Gran Fiesta del Comercio Justo en el madrileño parque del Retiro, y fuimos 11 las organizaciones que compartimos nuestro día con todas las personas que quisieron acompañarnos.
En un día da tiempo a muchas cosas: talleres infantiles, juegos, música en directo, degustación de productos, actividades de venta y sensibilización… Pero un día también pasa muy rápido. ¿Y qué viene después? ¿Qué es lo que queda? Después de un día para celebrar nos queda todo un año para actuar.
Cada día tenemos numerosas ocasiones para apostar por una alternativa comercial que respete a las personas, les permita vivir dignamente de su trabajo y garantice el cuidado de los recursos naturales. Está en nuestra mano. Desde el primer café que tomamos al empezar el día. Para construir el mundo posible que queremos, tenemos que ser conscientes del valor de cada gesto cotidiano. Y elegir Comercio Justo es algo cada vez más a nuestro alcance.
En SETEM hacemos lo posible para que así sea: queremos ponerlo fácil, llevar el Comercio Justo hasta centros de trabajo, colegios, institutos, universidades, grupos de consumo, festivales, ferias… para conseguir que cada vez más personas puedan incorporarlo a su día a día. Simultáneamente vemos necesario denunciar y luchar contra las injustas reglas del comercio internacional para conseguir cambios que consideramos imprescindibles.
Y todo esto lo hacemos sin perder de vista el verdadero motor de nuestro trabajo: los pequeños productores, artesanos, agricultores… que en América Latina, África y Asia trabajan cada día respetando su entorno natural, empleando técnicas tradicionales de cultivo y de producción y elaborando productos de calidad que garantizan un futuro de dignidad a sus familias.
En SETEM tenemos el gran privilegio de ser el eslabón de la cadena del Comercio Justo que pone en contacto al consumidor con la realidad de los productores, con su historia. Trabajamos para poner cara al Comercio Justo, para poner de manifiesto que nuestro consumo puede traducirse en historias de dignidad si lo ejercemos de forma responsable y consciente.
No son tiempos fáciles. La crisis afecta de forma especial a una cadena tan frágil como ésta. Pero sabemos que somos muchas las personas y fuertes las ganas de seguir demostrando que otra forma de comerciar es posible. Continuaremos reuniendo motivos para celebrar el próximo Día Mundial, cada día.
Porque es Justo lo que necesitamos.
Ana Carrascón Iglesias
Comercio Justo (SETEM MCM)
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