Enero llegó entre silencios de amor.
Entre exigente valor
en dulce fervor.

Llegó animando
el reloj del nuevo año
entre consejos del cielo.

Llegó con un apuesto sol
cargado de calor
para hacer de un mes un año de ilusión.

Llegó asfixiando el espacio tuyo y mío
pero aportando
aquello que sentíamos.

Llegó con grandes proyectos
con caparazón
y sombrero de hierro.

Llegó alarmando
pero no ostentando
la capacidad de pensar que no pasó.

 

Lucía Pastor