Miguel Esteban- ¿Quién es Lucia de Vicente?

Lucia de Vicente- Soy una periodista madrileña que, después de ser directora y propietaria de la agencia de prensa Orvi Reportajes, dirigir el suplemento V.S. de edición semanal en el periódico La Razón, escribir para las revistas Lecturas, Semana y Diez Minutos –además de colaborar en otros medios escritos y radiofónicos–, y ejercer como colaboradora fija de la revista ¡Hola! durante más de doce años, en 2010 abandoné mi profesión para dedicarme a la tarea de ser madre. A partir de ese instante, compaginé mi pasión con mi carrera laboral y me dediqué a escribir novelas. Al mismo tiempo, como apoyo a la economía familiar, empecé a trabajar como correctora y coaching literaria y, desde entonces, también imparto cursos de comunicación escrita y técnicas narrativas para prestigiosas empresas e instituciones españolas.

He sido galardonada con el VIII Premio Internacional de Novela Vergara, por Tras la estela de un sueño, publicada por Penguin Random House, en marzo 2018. Y, además de haber sido nombrada académica correspondiente de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional y académica correspondiente de la Academia Internacional de Ciencias, Tecnología, Educación y Humanidades, de la Universidad de Valencia, he recibido el Premio Mundial a la Excelencia Cultural, en el II Congreso Mundial de Escritores de la UHE, y la Gran Medalla de Honor de AEADO, Perú.

Soy embajadora de la Paz, por el Círculo Mundial de Embajadores de Paz, con sede en Suiza y Francia, embajadora Mujer Girasol, a los valores cívicos en pro de los Derechos de la Mujer y Juglar Universal y miembro honorario de Juglares de Luz y Lorca del conservatorio de la municipalidad de la ciudad de Ceres, Santa Fe, Argentina. Tengo el reconocimiento de la Fundación SOS Amigos del Planeta, por mi apoyo y protección a la sociedad venezolana, y el del Concejo Municipal de Baruta, por mi aportación a la integración social y cultural de los venezolanos en España. También he sido reconocida por el Ayuntamiento de Leganés con el galardón «Puerta del Aire» por mi aporte cultural y compromiso ético y de servicio a la ciudad.

Miembro de la Peña Periodística Primera Plana y directora ejecutiva de ASORBAEX, asociación organizadora del Congreso Mundial de las Letras Hispanas Miguel de Cervantes (Madrid 2018), del que fui vicepresidenta y directora ejecutiva, y madrina de honor del II Congreso Mujeres y Hombres Girasol Asorbaex 2020.

Mis otras novelas, publicadas por Penguin Random House, son Cuando pase la Tormenta (Selecta, mayo 2015), Lazo Eterno (Selecta, abril 2016), Promesas de sal y limón (Selecta, noviembre 2020) y De puntillas y a destiempo (Selecta, diciembre 2020). También he prologado el libro Puente de palabras XVI (Argentina, 2019) y colaborado en diversas antologías, tanto para la editorial Penguin Random House como para otras empresas del sector.

P- ¿Escribes desde siempre o ha sido una vocación más tardía?

R- Desde que aprendí a juntar las letras me gustó contar mis propias historias, así que podríamos decir que ya entonces intentaba expresar mis pensamientos y sensaciones a través de la escritura, que me parece un medio mucho más explícito y manejable que el verbal. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando me atreví a publicar mi primera novela, por lo que puedo decir que es una vocación tardía.

P- ¿Qué piensas de la autopublicación?

R- Creo que es un medio muy válido para todo aquel que, por los motivos que sean, quiere hacer públicos sus escritos. Un medio que, además, maneja uno mismo sin tener que verse sometido a modas e intereses editoriales.

P- Periodista, correctora, escritora de novela… ¿en qué faceta te sientes más a gusto?

R- No podría elegir. Las tres conforman la persona que soy hoy en día y considero que son compatibles e, incluso en mi caso, inseparables.

P- Tienes el premio Vergara por tu novela “Tras la Estela de un sueño” ¿Qué sentiste cuando te lo comunicaron?

R- Alegría, asombro, orgullo… No sé, una sensación indescriptible y emocionante que guardo en mi alma como uno de los días más felices de mi vida.

P- De tus obras, “Cuando pase la Tormenta” o “Lazo Eterno” ¿Te sientes identificada con alguno de sus personajes?

R- Con ninguno. Aunque es verdad que todos los personajes –los principales, los secundarios, los héroes y los villanos– llevan siempre impresa la esencia del autor. No obstante, ninguno de ellos soy yo, aunque supongo que es imposible dejar de encontrar puntos de anclaje con mi propia personalidad, ya sea por parecido o por contraposición.

P- Has entrevistado a personajes muy importantes en tu carrera periodística ¿nos puedes decir con cual te quedarías?

R- Con todos… Desde personalidades importantes que conforman la historia de los países (como el Rey Felipe VI o el Papa Juan Pablo II), a deportistas, literatos, personajes de la vida social, o incluso de la farándula de nuestro país, todos han aportado algo importante en mi vida y me han hecho crecer como persona, como mujer, como periodista y, por supuesto, como escritora de ficción.

P- ¿Tienes algún método de trabajo o alguna manía a la hora de escribir?

R- Manía, como tal, no tengo ninguna. Escribir, como casi todo en la vida, requiere de técnicas y utilización de herramientas que procuro utilizar y poner en práctica en la medida de lo posible, de ahí que si no tengo la historia estructurada y organizada soy incapaz de avanzar en lo que tengo que escribir, pero yo eso no lo considero una «manía», sino simplemente, orden y estructura.

P- ¿De qué se te ha servido tu carrera de periodismo en la literatura?

R- Para todo. Para lograr agilidad en la redacción, para la localización de documentación, para la organización de la trama, para la creación de personajes… Considero vital mi formación y mi experiencia en etapa profesional, sin duda.

P- Desde tu punto de vista como escritora, ¿qué les dirías a los jóvenes autores que comienzan su andadura en la escritura?

R-  No me considero capacitada para aconsejar a nadie, pero, desde luego, lo único que me atrevo a recomendarles es que, si quieren escribir, que escriban. Por supuesto, antes, es vital que se formen para ello y profundicen en las técnicas narrativas porque, como para todo en la vida, para vulnerar las normas y destacar, es imprescindibles conocerlas.

P- ¿Has utilizado el periodismo para comentar alguna de tus novelas?

R- A priori, no; novela y periodismo son dos técnicas de escritura totalmente diferentes e, incluso, equidistantes. Mis novelas obedecen a la ficción pura y dura, si bien es cierto que la obtención de información y documentación que fundamentan cada una de las tramas de mis historias están apoyadas en la realidad y la experiencia. Supongo que, de manera inconsciente, todo lo que soy conforman mis escritos y algo habrá influenciado mi profesión en ello, aunque ahora no sepa decir cómo.

P- Decides ponerte a escribir, tú primera novela es Cuando pase la Tormenta, ¿es ahí cuando comienza tu andadura de escritora?

R- Si nos acogemos a la acepción de la palabra «escritor», escritor es todo aquel que escribe y vive de ello. En ese caso, no. Es cierto que Cuando pase la tormenta es mi primera novela publicada, pero no la primera escrita. Tenía otras anteriores terminadas, alguna de las cuales se ha ido publicando con posterioridad, y muchas más inconclusas, que ni he publicado ni creo que vaya a publicar jamás (aunque nunca se sabe… Tal vez, algún día, decida tomarlas como base para nuevas versiones; pero eso solo el tiempo lo dirá). De todas formas, yo ya escribía antes. Escribía artículos, reportajes y demás géneros periodísticos de los que vivía y comía, además de montones de folios que cubrían mis ansias creativas y que ni siquiera guardo. Yo no escribo ficción para publicar, escribo porque para mí hacerlo es vital; es como respirar y sin ello no puedo vivir.

P- ¿Los libros en edición digital ayudan a los escritores? ¿Los precios son más bajos?

R- Ayudan en el sentido de que están al alcance de un mayor número de lectores y que su obtención es inmediata, lo que siempre facilita la venta, en especial la impulsiva que se genera tras la publicidad en redes. Aun así, no hay que olvidarse de que hay un importante sector que sigue apegado al formato tradicional de papel y que no va a utilizar este sistema mientras pueda seguir leyendo como lo ha hecho toda la vida.

Es cierto que, por regla general, el precio del libro digital es inferior al del físico, pero en ese sentido pienso que a quien más favorece esta cuestión es a las editoriales, que sin ninguna apuesta económica por su parte se quedan con una importante parte de los beneficios que no debería corresponderles. Además, en ocasiones, los precios que estas imponen para los libros digitales están a nivel de una edición de bolsillo y los porcentajes que dan a los autores son realmente ridículos en la mayoría de los casos. En cuanto al autor autopublicado, por regla general este suele subir a las plataformas ambos formatos a la vez y, depende de cual sea su alcance, se ve más beneficiado en uno u otro sistema. Yo no sabría decir cuál es mejor o más rentable económicamente puesto que, a día de hoy, aún no he autopublicado nunca. Es una cuestión para responder el día que me decida a hacerlo, pero, hasta ahora, yo vendo más papel que digital en una relación 1:10.

P- ¿Qué libro estás leyendo ahora?

R- «La serpiente celeste», de John Anthony West.

P- Si pudiese cambiar algo en este mundo a través de sus obras, ¿qué sería?

R-  Uf, ¡qué pregunta más complicada! Bajo mi punto de vista, hay dos conceptos diferentes: uno, lo que me gustaría cambiar, y otro, aquello en lo que yo podría ser capaz de influir a través de mis escritos o lo que está a mi alcance modificar. En este segundo punto, dudo que a través de mis obras sea capaz de hacer nada al respecto, así que, de momento, me quedo en el primer concepto y me conformo con estar en la fase «protesta» y dejo el movimiento «reforma» para otros escritores más mediáticos y con más posibilidades. En cuánto a qué sería lo que me gustaría cambiar, son tantas las cuestiones, y además se van modificando a tal velocidad con el paso de los días, que prefiero seguir escribiéndolas a medida que disponga de tiempo e inspiración.

P- ¿Qué opinión le merece el libro digital? y consideras si los periodistas cubren con la fiabilidad que se necesita a la hora de dar a conocer nuevos talentos en la literatura.

R-  Muy positiva. Yo leo en digital por necesidades físicas de visión, ya que me permite adaptar cada escrito a mis particularidades, y también por una cuestión de almacenamiento y capacidad, puesto que ya no me queda espacio en las estanterías para almacenar tanto libro que, en su mayoría, son de consulta rápida u ocio y sé que no voy a volver a releer en la vida. Sin embargo, aquellos libros que me llenan y que sé que retomaré al cabo de los meses, o libros importantes a los que acudo a menudo para buscar información o estudiar, esos necesito tenerlos en formato físico para poder trastear entre sus páginas. Supongo que, como yo, hay miles de lectores que se dejan llevar por parámetros iguales o similares y es vital poner a su alcance este servicio.

En cuanto a mi opinión sobre el servicio que al escritor ofrecen los medios de comunicación, opino que es prácticamente nulo. Los medios se centran en dar cobertura solo a aquellos autores que cuentan con fuertes campañas de marketing y publicidad por parte de las grandes editoriales y que, por regla general, ya tienen un nombre literario que los respalda; los nuevos talentos no existen para la prensa. Esto ocurre de manera muy especial en las grandes ciudades, donde hay tantas noticias que la salida de un nuevo libro firmado por un desconocido pasa totalmente desapercibida. En España, nadie es profeta en su tierra.

P- ¿Qué proyectos tienes a la vista Lucia?

R-  A largo y medio plazo: escribir, escribir y escribir. Y, por supuesto, aceptar y disfrutar de todo aquello que el futuro tenga a bien proveerme. A corto, espero que, muy pronto, mi última novela Latidos en la arena, pueda estar disponible en librerías y plataformas digitales.

Autor de la entrevista Miguel Esteban Torreblanca