nnHay en la memoria un río donde naveganlos barcos de la infancia, por arcadasde ramas inquietas que despegansobre las aguas las hojas curvadas.
Hay un golpear de remos acompasadoen el silencio de la tersa madrugada,olas blancas se hacen a un ladocon el rumor de la seda arrugada.
Hay un nacer del sol en el sitio exacto,en el momento que más cuenta de una vida,un despertar de los ojos y del tacto,un ansiar de sed no abolida.
Hay un retrato de agua y de quebrantoque irrumpe del fondo de esta memoria,y todo lo que es río abre en el cantoque cuenta del retrato una vieja historia.

 

 

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