Activistas greenpeace protestan por perforaciones en el ártico. Foto greenpeace

Alrededor de 60 activistas de Greenpeace, más de la mitad de ellos en trajes de oso polar, entraron en la mañana de ayer en la sede internacional central de la petrolera Cairn Energy, ubicada en Edimburgo. Actualmente la empresa realiza perforaciones arriesgadas en aguas profundas para buscar petróleo en el fondo marino del Ártico y de Groenlandia. En contra de las normas del sector, Cairn Energy se niega a publicar su Plan de Contingencias en caso de vertido de petróleo.

A las 8.15 horas de la mañana de ayer los activistas de la organización ecologista entraron en las oficinas de Cairn Energy para demandar una vez más una copia del Plan de Contingencias que la compañía mantiene secreto. Este documento detalla cómo la empresa respondería si causara un vertido de petróleo en el medio ambiente prístino de la región ártica, hogar de numerosas especies de elevada importancia ecológica como los osos polares, las morsas y los narvales. Otros activistas dentro de la oficina han entregado folletos a los cientos de empleados de Cairn Energy, explicando cómo pueden hacer públicos los documentos secretos.

“Es hora de acabar con el oscurantismo de Cairn Energy. Esta petrolera se ha negado a revelar sus planes para enfrentarse a un vertido de petróleo en el Ártico. Está claro que es porque saben que sería imposible recuperar ese frágil ecosistema tras un vertido. Es una práctica normal de la industria del petróleo publicar estos planes, pero Cairn sabe lo inadecuados que son los suyos y lo vergonzoso que sería tener que enfrentarse a un control independiente y experto”, ha declarado desde Edimburgo Pablo Morrozzo, portavoz de Greenpeace en Reino Unido desde Edimburgo.

Desde principios de este año, activistas de Greenpeace, incluido Kumi Naidoo, director ejecutivo internacional, han abordado en varias ocasiones la plataforma petrolífera de Cairn Energy, Leiv Eirikisson, en las aguas de Groenlandia, con el objetivo de obtener el Plan de Contingencias de Cairn Energy y evitar que se realizara la perforación. Muchos de estos activistas han estado en la cárcel en Groenlandia, y Cairn Energy finalmente ha tomado medidas legales para intentar detener por la fuerza más protestas, gracias a un mandato judicial.

Greenpeace recuerda que Cairn Energy pretende también perforar en busca de hidrocarburos en el Mediterráneo español, entre Valencia e Ibiza.

“Es inadmisible que una empresa que está demostrando una falta de transparencia ambiental tan clara tenga el visto bueno del Gobierno para actuar en España. A los riesgos implícitos en las labores de exploración petrolífera se suma el oscurantismo de la empresa: una mezcla explosiva si se tuviera que dar un vertido”, ha añadido Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Cambio Climático y Transporte de Greenpeace.