¿Y porqué Comercio Justo? 10 Buenas razones para practicarlo
  1. más ingresos para los productores del Sur
  2. desarrollo rural en las comunidades de productores
  3. más profesionalidad en las cooperativas
  4. acceso al mercado internacional para pequeños productores del Sur
  5. fomentando la agricultura orgánica
  6. más formación para pequeños productores del Sur
  7. más igualdad en las comunidades de productores
  8. más transparencia en el comercio
  9. buena calidad en los productos
  10. variedad de productos disponibles

1 – MÁS INGRESOS

La cooperativa “La Florida” en Chanchamayo, una región remota de la selva peruana, es una de las muchas cooperativas que hay en el país. Los caficultores vivían muchos años en dependencia de los coyotes, los intermediarios que les compraban sus cosechas, sin saber mucho del mercado ni de los precios. No solían conseguir buenos ingresos. En los años 70 se han organizado en una cooperativa para cultivar y vender su café juntos y con mejores condiciones. El Comercio Justo les ayuda a ello.

Gracias a la certificación FAIRTRADE los pequeños productores de África, Asia y América Latina reciben por sus productos como café, té, naranjas, plátanos, miel, cacao, flores o vino un precio justo y estable que les permite vivir dignamente de su trabajo. Asimismo, además del precio, los productores reciben una prima adicional por cada kilo de producto de Comercio Justo vendido, ellos mismos deciden de forma democrática en qué invertirla, no obstante tienen que ser proyectos que beneficien a toda la comunidad, por ejemplo inversiones en educación, desarrollo productivo, cambio a la agricultura orgánica, salud…

En el año 2009 más de personas en 60 países han visto crecer sus ingresos gracias a ventas a través del canal Fairtrade en todo el mundo.

2 – DESARROLLO RURAL

A primera vista, las zonas rurales de los países del Sur, con sus paisajes bellísimos y sus pintorescos pueblos, parecen pertenecer al mismísimo paraíso, pero el día a día de sus habitantes poco tiene que ver con la felicidad eterna: Con frecuencia no tienen nada de infraestructuras, apenas hay carreteras, escuelas, hospitales y en general es difícil encontrar trabajo. Además la falta de medios de transporte y de carreteras dificulta aún más el trabajo de los campesinos y les dificulta la venta de sus productos. Pobreza, hambre y falta de perspectivas son la consecuencia.

El 80% de las personas en los países en vía de desarrollo vive en estas zonas rurales. Cada vez más, sobre todo jóvenes, quieren salir de allí. Van a las ciudades o a los países del Norte, con la esperanza de una vida mejor, que con frecuencia no se cumple. En todo el mundo ya hay más de 1.000 millones de personas que viven en chabolas, están en las grandes urbes pero no pertenecen a ellas. Ciudades como São Paulo, Yakarta o Calcuta ya tienen enormes barrios pobres, construidos a base de chabolas.

El Comercio Justo es parte de la solución. A través del trabajo directo con pequeños agricultores, cooperativas y plantaciones en zonas rurales, a menudo remotas, las condiciones de vida de los habitantes mejoran y les compensa trabajar el campo. Las ganancias que ha generado el Comercio Justo se pueden invertir en la construcción de carreteras y el mantenimiento de escuelas y así las personas pueden tener una perspectiva de futuro en su zona.

3- MÁS PROFESIONALIDAD

Para Prospery Murungi de la cooperativa cafetalera KDCU de Tanzania la calidad es lo más importante

. Y así los practican también los productores de Comercio Justo en otros países. Les importa mucho la calidad de sus productos. Por ejemplo en la cooperativa de pequeños cafetaleros URPPCZ en Huatusco, México se reúnen los caficultores después de la cosecha para la cata. Igual que en las catas de vino, van de tacita en tacita sorbiendo una pequeña cantidad, removiéndola en la boca para comprobar aroma, cuerpo, acidez y color y después el café se escupe. Todo para asegurar que sólo la mejor calidad se exporta. Por su parte, Proexcafé en El Salvador ha contratado un químico de alimentos, que audita en el laboratorio constantemente la calidad del café.

El trabajo con el Comercio Justo apoya a los productores en sus esfuerzos por mejorar la calidad, además les permite tener acceso a formación en métodos de cultivo, gestión, marketing y otros temas. FLO, la organización internacional de la certificación Fairtrade, tiene por ejemplo un departamento dedicado exclusivamente al apoyo de los productores con 64 personas trabajando.

4 – ACCESO AL MERCADO INTERNACIONAL

Para muchas cooperativas de pequeños productores en los países del Sur es muy difícil tener acceso al mercado internacional. No disponen de la información necesaria, ni de la infraestructura y no tienen influencia sobre mercados, precios y tarifas. El Comercio Justo no sólo ofrece un nicho protegido a los productores que participan, sino que les abre puertas y les apoya, van ganando habilidad para moverse en el mercado internacional.

A través del Comercio Justo los productores obtienen la información, los contactos y la formación para conectarse a los mercados internacionales. Además los representantes de las cooperativas obtienen la posibilidad de presentarse con sus productos en ferias internacionales. El éxito levanta el autoestima de los productores: Están en condiciones de ampliar su red de contactos y de vender con mayor éxito en el mercado convencional.

5 – FOMENTANDO LA AGRICULTURA ORGÁNICA

Justo y ecológico es una buena combinación. Muchos productos de Comercio Justo provienen a la vez de agricultura ecológica y llevan la certificación correspondiente. Y no es casualidad porque el Comercio Justo fomenta el cultivo sostenible y con frecuencia los productores usan el plus de ingresos que consiguen a través del Comercio Justo para financiar el cambio a la agricultura ecológica que tiene unos gastos iniciales y necesita formación específica. A largo plazo sin embargo el cultivo orgánico resulta beneficioso tanto para las personas como para el medio ambiente. Los productores consiguen mayores precios en el mercado y además una prima Fairtrade más alta si optan por lo ecológico. Además ahorran dinero por no tener que comprar pesticidas e insecticidas, lo que a la vez beneficia al medio ambiente y a la salud de los agricultores, que así viven en un entorno más saludable y menos contaminado.

6 – MÁS FORMACIÓN

“Estamos orgullosos por ir a la escuela”

– lo dicen Juan, Anita y María, niños de 5 años de la República Dominicana. ¿Sorprendente? No, sin educación no hay desarrollo, y mejor ir a clase que tener que trabajar.

El Comercio Justo ofrece oportunidades nuevas a muchos niños y niñas en los países del Sur. Muchas cooperativas y plantaciones invierten la prima Fairtrade que reciben en proyectos de educación: construcción de escuelas, material didáctico, sueldo de profesores o becas para hijos de productores sin recursos.

Por otro lado el Comercio Justo fomenta también la formación de los adultos. Desde cursos de alfabetización, como los que organiza por ejemplo COAGROSOL en Brasil hasta formación específica sobre técnicas de cultivo orgánico o control de calidad, como las de la cooperativa bananera “El Guabo” en Ecuador.

7 – MÁS IGUALDAD

Un 70% de las aproximadamente 1.200 millones de personas que en todo el mundo viven en condiciones de extrema pobreza son mujeres y niñas. La desigualdad de género y la falta de desarrollo social y económico resultante son la principal causa de ello. El Comercio Justo aspira a cambiar las cosas y fomenta especialmente el desarrollo de las mujeres en los países del Sur. Las mujeres pueden mejorar su situación económica si venden sus productos a través del Comercio Justo. Pero además en muchas cooperativas de Comercio Justo se forman grupos de mujeres que venden juntos en el mercado local. Por otro lado en Comercio Justo se fomenta que las mujeres estén presentes en los grupos de decisión de las cooperativas.

8 – MÁS TRANSPARENCIA

El Comercio Justo es un comercio transparente. En los productos de Comercio Justo, como consumidores y consumidoras podemos informarnos acerca del origen del producto y saber por dónde ha pasado antes de llegar a la tienda. En las tiendas de Comercio Justo se dispone de material informativo sobre las cooperativas de origen y en los productos que llevan el Sello FAIRTRADE existe la posibilidad de consultar con la asociación del Sello de Comercio Justo para saber de dónde procede cada producto.

9 – BUENA CALIDAD

Los productos de Comercio Justo son de alta calidad. Provienen de cultivos tradicionales y de artesanos expertos en las técnicas locales. Con su compra fomentamos que las cooperativas sigan desarrollando su actividad y puedan mejorar cada vez más sus procesos.

10 – VARIEDAD

Hay productos de Comercio Justo de todo tipo y para todos los gustos.

El movimiento ha crecido y lo mismo ha pasado con la variedad. Están los productos de alimentación más habituales, como el café, el cacao y el arroz, también hay auténticas “delicatessen” como chocolates con chile o infusiones ingeniosas. Luego muchos productos de papelería, bisutería, adornos de casa y artesanía. Sin olvidar los textiles y los peluches y juguetes.

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La campaña se difunde por Internet, en www.mesfairtrade.org, con información sobre las actividades de se desarrollan en varias ciudades y con muchas propuestas sobre como participar en la campaña organizando actividades sencillas como “Invitar a Café del Bueno” o incluir el Comercio Justo en las actividades escolares.

Para participar basta con mandar un Email a mes@sellocomerciojusto.org explicando qué actividad se quiere organizar y qué día para que desde la Asociación del Sello FAIRTRADE podamos mandarte los materiales necesarios.

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SelloComerciojusto.org

¿Y porqué Comercio Justo? 10 Buenas razones para practicarlo
  1. más ingresos para los productores del Sur
  2. desarrollo rural en las comunidades de productores
  3. más profesionalidad en las cooperativas
  4. acceso al mercado internacional para pequeños productores del Sur
  5. fomentando la agricultura orgánica
  6. más formación para pequeños productores del Sur
  7. más igualdad en las comunidades de productores
  8. más transparencia en el comercio
  9. buena calidad en los productos
  10. variedad de productos disponibles

1 – MÁS INGRESOS

La cooperativa “La Florida” en Chanchamayo, una región remota de la selva peruana, es una de las muchas cooperativas que hay en el país. Los caficultores vivían muchos años en dependencia de los coyotes, los intermediarios que les compraban sus cosechas, sin saber mucho del mercado ni de los precios. No solían conseguir buenos ingresos. En los años 70 se han organizado en una cooperativa para cultivar y vender su café juntos y con mejores condiciones. El Comercio Justo les ayuda a ello.

Gracias a la certificación FAIRTRADE los pequeños productores de África, Asia y América Latina reciben por sus productos como café, té, naranjas, plátanos, miel, cacao, flores o vino un precio justo y estable que les permite vivir dignamente de su trabajo. Asimismo, además del precio, los productores reciben una prima adicional por cada kilo de producto de Comercio Justo vendido, ellos mismos deciden de forma democrática en qué invertirla, no obstante tienen que ser proyectos que beneficien a toda la comunidad, por ejemplo inversiones en educación, desarrollo productivo, cambio a la agricultura orgánica, salud…

En el año 2009 más de personas en 60 países han visto crecer sus ingresos gracias a ventas a través del canal Fairtrade en todo el mundo.

2 – DESARROLLO RURAL

A primera vista, las zonas rurales de los países del Sur, con sus paisajes bellísimos y sus pintorescos pueblos, parecen pertenecer al mismísimo paraíso, pero el día a día de sus habitantes poco tiene que ver con la felicidad eterna: Con frecuencia no tienen nada de infraestructuras, apenas hay carreteras, escuelas, hospitales y en general es difícil encontrar trabajo. Además la falta de medios de transporte y de carreteras dificulta aún más el trabajo de los campesinos y les dificulta la venta de sus productos. Pobreza, hambre y falta de perspectivas son la consecuencia.

El 80% de las personas en los países en vía de desarrollo vive en estas zonas rurales. Cada vez más, sobre todo jóvenes, quieren salir de allí. Van a las ciudades o a los países del Norte, con la esperanza de una vida mejor, que con frecuencia no se cumple. En todo el mundo ya hay más de 1.000 millones de personas que viven en chabolas, están en las grandes urbes pero no pertenecen a ellas. Ciudades como São Paulo, Yakarta o Calcuta ya tienen enormes barrios pobres, construidos a base de chabolas.

El Comercio Justo es parte de la solución. A través del trabajo directo con pequeños agricultores, cooperativas y plantaciones en zonas rurales, a menudo remotas, las condiciones de vida de los habitantes mejoran y les compensa trabajar el campo. Las ganancias que ha generado el Comercio Justo se pueden invertir en la construcción de carreteras y el mantenimiento de escuelas y así las personas pueden tener una perspectiva de futuro en su zona.

3- MÁS PROFESIONALIDAD

Para Prospery Murungi de la cooperativa cafetalera KDCU de Tanzania la calidad es lo más importante

. Y así los practican también los productores de Comercio Justo en otros países. Les importa mucho la calidad de sus productos. Por ejemplo en la cooperativa de pequeños cafetaleros URPPCZ en Huatusco, México se reúnen los caficultores después de la cosecha para la cata. Igual que en las catas de vino, van de tacita en tacita sorbiendo una pequeña cantidad, removiéndola en la boca para comprobar aroma, cuerpo, acidez y color y después el café se escupe. Todo para asegurar que sólo la mejor calidad se exporta. Por su parte, Proexcafé en El Salvador ha contratado un químico de alimentos, que audita en el laboratorio constantemente la calidad del café.

El trabajo con el Comercio Justo apoya a los productores en sus esfuerzos por mejorar la calidad, además les permite tener acceso a formación en métodos de cultivo, gestión, marketing y otros temas. FLO, la organización internacional de la certificación Fairtrade, tiene por ejemplo un departamento dedicado exclusivamente al apoyo de los productores con 64 personas trabajando.

4 – ACCESO AL MERCADO INTERNACIONAL

Para muchas cooperativas de pequeños productores en los países del Sur es muy difícil tener acceso al mercado internacional. No disponen de la información necesaria, ni de la infraestructura y no tienen influencia sobre mercados, precios y tarifas. El Comercio Justo no sólo ofrece un nicho protegido a los productores que participan, sino que les abre puertas y les apoya, van ganando habilidad para moverse en el mercado internacional.

A través del Comercio Justo los productores obtienen la información, los contactos y la formación para conectarse a los mercados internacionales. Además los representantes de las cooperativas obtienen la posibilidad de presentarse con sus productos en ferias internacionales. El éxito levanta el autoestima de los productores: Están en condiciones de ampliar su red de contactos y de vender con mayor éxito en el mercado convencional.

5 – FOMENTANDO LA AGRICULTURA ORGÁNICA

Justo y ecológico es una buena combinación. Muchos productos de Comercio Justo provienen a la vez de agricultura ecológica y llevan la certificación correspondiente. Y no es casualidad porque el Comercio Justo fomenta el cultivo sostenible y con frecuencia los productores usan el plus de ingresos que consiguen a través del Comercio Justo para financiar el cambio a la agricultura ecológica que tiene unos gastos iniciales y necesita formación específica. A largo plazo sin embargo el cultivo orgánico resulta beneficioso tanto para las personas como para el medio ambiente. Los productores consiguen mayores precios en el mercado y además una prima Fairtrade más alta si optan por lo ecológico. Además ahorran dinero por no tener que comprar pesticidas e insecticidas, lo que a la vez beneficia al medio ambiente y a la salud de los agricultores, que así viven en un entorno más saludable y menos contaminado.

6 – MÁS FORMACIÓN

“Estamos orgullosos por ir a la escuela”

– lo dicen Juan, Anita y María, niños de 5 años de la República Dominicana. ¿Sorprendente? No, sin educación no hay desarrollo, y mejor ir a clase que tener que trabajar.

El Comercio Justo ofrece oportunidades nuevas a muchos niños y niñas en los países del Sur. Muchas cooperativas y plantaciones invierten la prima Fairtrade que reciben en proyectos de educación: construcción de escuelas, material didáctico, sueldo de profesores o becas para hijos de productores sin recursos.

Por otro lado el Comercio Justo fomenta también la formación de los adultos. Desde cursos de alfabetización, como los que organiza por ejemplo COAGROSOL en Brasil hasta formación específica sobre técnicas de cultivo orgánico o control de calidad, como las de la cooperativa bananera “El Guabo” en Ecuador.

7 – MÁS IGUALDAD

Un 70% de las aproximadamente 1.200 millones de personas que en todo el mundo viven en condiciones de extrema pobreza son mujeres y niñas. La desigualdad de género y la falta de desarrollo social y económico resultante son la principal causa de ello. El Comercio Justo aspira a cambiar las cosas y fomenta especialmente el desarrollo de las mujeres en los países del Sur. Las mujeres pueden mejorar su situación económica si venden sus productos a través del Comercio Justo. Pero además en muchas cooperativas de Comercio Justo se forman grupos de mujeres que venden juntos en el mercado local. Por otro lado en Comercio Justo se fomenta que las mujeres estén presentes en los grupos de decisión de las cooperativas.

8 – MÁS TRANSPARENCIA

El Comercio Justo es un comercio transparente. En los productos de Comercio Justo, como consumidores y consumidoras podemos informarnos acerca del origen del producto y saber por dónde ha pasado antes de llegar a la tienda. En las tiendas de Comercio Justo se dispone de material informativo sobre las cooperativas de origen y en los productos que llevan el Sello FAIRTRADE existe la posibilidad de consultar con la asociación del Sello de Comercio Justo para saber de dónde procede cada producto.

9 – BUENA CALIDAD

Los productos de Comercio Justo son de alta calidad. Provienen de cultivos tradicionales y de artesanos expertos en las técnicas locales. Con su compra fomentamos que las cooperativas sigan desarrollando su actividad y puedan mejorar cada vez más sus procesos.

10 – VARIEDAD

Hay productos de Comercio Justo de todo tipo y para todos los gustos.

El movimiento ha crecido y lo mismo ha pasado con la variedad. Están los productos de alimentación más habituales, como el café, el cacao y el arroz, también hay auténticas “delicatessen” como chocolates con chile o infusiones ingeniosas. Luego muchos productos de papelería, bisutería, adornos de casa y artesanía. Sin olvidar los textiles y los peluches y juguetes.

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La campaña se difunde por Internet, en www.mesfairtrade.org, con información sobre las actividades de se desarrollan en varias ciudades y con muchas propuestas sobre como participar en la campaña organizando actividades sencillas como “Invitar a Café del Bueno” o incluir el Comercio Justo en las actividades escolares.

Para participar basta con mandar un Email a mes@sellocomerciojusto.org explicando qué actividad se quiere organizar y qué día para que desde la Asociación del Sello FAIRTRADE podamos mandarte los materiales necesarios.

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SelloComerciojusto.org