El oro abundante en Madre de Dios ha atraído a decenas de miles de mineros ilegales cuyas actividades tienen un efecto perjudicial sobre las especies preciosas del medio ambiente, así como en la salud y la calidad de vida de los nativos y las nuevas poblaciones de la región.

La minería aluvial de oro en la selva amazónica peruana se ha extendido rápidamente, impulsada por el alto precio del metal. Aunque muchas concesiones mineras selváticas han sido otorgadas por el Ministerio de Energía y Minas, el sector informal ha crecido fuera de control y se calcula que casi una cuarta parte del oro producido en Perú, el sexto mayor productor mundial, es ilegal. La mayoría de este oro ilegal proviene de la región Madre de Dios.

Organizaciones no gubernamentales de Perú calculan que hay más de 30,000 mineros trabajando en la zona.

Depósitos de oro son extraídos por los operadores de gran y pequeña escala, quienes usan técnicas de minería hidráulica y maquinaria pesada para exponer el potencial aurífero de los depósitos de grava.

El oro es extraído a través de una canaleta, un equipo de prospección que ha estado en uso continuo durante más de 100 años. La caja de la esclusa se utiliza para separar los sedimentos más pesados y el mercurio también se utiliza para amalgamar el metal precioso.

Varios estudios han demostrado que los pequeños mineros son menos eficientes en el uso de mercurio que los mineros industriales. Como resultado, 2.91 libras de mercurio son liberadas en los cursos de agua por cada 2.2 libras de oro producido.

Se calcula que más de 40 toneladas de mercurio son absorbidas por los ríos de Madre de Dios, intoxicando la cadena alimentaria.

El mercurio no sólo contamina capas freáticas y se convierte en una seria amenaza para la salud humana, también es una toxina peligrosa para la población acuática. Peces de la zona contienen mercurio tres veces por encima de los niveles de seguridad permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, después de “la quema de combustibles fósiles, la minería de pequeña escala de oro es la segunda fuente mundial de contaminación por mercurio, aportando alrededor de un tercio de la contaminación por mercurio del mundo”.

DEFORESTACIÓN

La contaminación por mercurio no es el único inconveniente de la minería a pequeña escala. Otro problema importante es la cantidad significativa de deforestación que esto produce a través de la compensación para la construcción de carreteras, la cual tiene como objetivo abrir las zonas remotas a los colonizadores y especuladores de tierra. Además, la deforestación es el resultado de la tala de árboles para obtener material de construcción y leña.

La magnitud de los daños ha sido documentada en un estudio realizado por investigadores estadounidenses, franceses y peruanos publicado en la revista PLoS ONE. Según el estudio, que emplea imágenes de satélite de la NASA, los investigadores fueron capaces de evaluar la pérdida de 7,000 hectáreas de bosque debido a la minería artesanal de oro en Perú entre el 2003 y el 2009.

 

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