Los bakas han vivido sosteniblemente como cazadores-recolectores en la selva centroafricana durante generaciones. © Selcen Kucukustel/Atlas
Se trata de la primera vez que una organización conservacionista es sujeto de una queja dirigida a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a través de un procedimiento al que normalmente se recurre para corporaciones multinacionales.
En la queja se acusa a WWF de estar involucrada en casos de robo de tierras y abuso violento hacia “pigmeos” bakas en Camerún, llevados a cabo por patrullas antifurtivos que financia y equipa parcialmente.
Antes de iniciar su labor en Camerún, WWF no consideró el impacto que tendría sobre los bakas. Como resultado, WWF ha contribuido a graves violaciones de derechos humanos y ha incumplido la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. WWF apoya áreas de conservación en tierras bakas, a las que a ellos se les niega el acceso, así como a patrullas antifurtivos que han abusado violentamente de hombres y mujeres bakas, y de otras tribus de la selva, durante más de una década.
La organización conservacionista internacional ha violado con ello las directrices de la OCDE sobre derechos humanos y su propia política sobre pueblos indígenas, y por eso el equipo legal de Survival ha presentado una queja formal.
Los bakas han testificado en repetidas ocasiones a Survival sobre las actividades de estas patrullas antifurtivos en la región. En 2015 un hombre baka contó: “Cuando vinieron a golpearme aquí, en mi hogar, mi esposa y yo estábamos durmiendo. Me pegaron con machetes. Golpearon a mi esposa con machetes”.
“Están dejando que los elefantes se extingan en la selva al mismo tiempo que nos impiden comer”, expresó otro hombre baka. Hoy día continúa la destrucción de la tierra baka a causa de la industria maderera, la minería y el tráfico de especies, lo que suscita la preocupación de los bakas, que ven cómo está siendo devastada a pesar de que se les ha negado acceder a gran parte de ella en nombre de la conservación.
Survival International está pidiendo un nuevo enfoque de la conservación de la naturaleza que respete los derechos de los pueblos indígenas y tribales. Estos han gestionado y dependido de sus entornos naturales durante miles de años. A pesar de ello, las grandes organizaciones conservacionistas se están asociando con la industria y el turismo, y están destruyendo a los mejores conservacionistas y guardianes de la naturaleza: los pueblos indígenas y tribales. Ellos son los mejores aliados del medioambiente y deberían estar en el centro de las políticas de conservación.
Stephen Corry, director de Survival International, declaró hoy: “WWF sabe que los hombres financiados por sus simpatizantes para conservar la naturaleza abusan repetidamente, e incluso torturan, a los bakas, a quienes se les ha robado su tierra para crear áreas protegidas. No los ha impedido actuar así, y ante las críticas contrarresta con aún más labor de relaciones públicas. Pide a las empresas que se ciñan a las mismas directrices de la OCDE que ella misma incumple habitualmente. Tanto a la conservación de la naturaleza como al desarrollo se les ha permitido pasar por encima de los derechos humanos durante décadas y millones de personas en África y Asia han sufrido como resultado. Es el momento de que las grandes organizaciones de la conservación trabajen juntas. Si WWF realmente no puede evitar que los guardas que financia en Camerún ataquen a los bakas, entonces quizá debería preguntarse si tiene algún derecho a estar allí.”
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