Comenta Marín Aranda en la introducción a su libro que: “la idea de dedicar unos versos a Vincent van Gogh, surgió hace ya varios años, en 2015, cuando hizo una visita al Museo de Ámsterdam y al Museo Kröller-Müller en Otterlo; ambos museos reúnen la mayor obra del artista. Con la observación de los dibujos y de las pinturas quedó impresionado por la maestría en los retratos, el cromatismo de los paisajes, la precisión en la pincelada para crear espacios, el amor por la naturaleza, la redundancia en repetir cuadros hasta conseguir el efecto deseado; en definitiva, la insuperable imaginación del pintor junto a la pericia de transmitir con el color las emociones y los sentimientos de los temas que le inspiraban, y que consiguió llevar a sus cuadros con una gran creatividad”. Desde ese momento, centró su atención en elegir los sesenta mejores cuadros —tarea difícil por la cantidad de pinturas que este artista creó— y a cada uno de ellos le dedicó un poema. La particularidad principal es que cada poema tiene una orientación diferente, porque en unos casos habla el poeta directamente, en otros es la voz del pintor, en otros el observador del cuadro, y en otros muchos casos son las circunstancias que rodean a la pintura las que dan su enfoque a los versos.

Aclara también el escritor, que otra de las razones que le impulsaron a versificar sobre la obra de Vincent van Gogh fue que: “… independientemente de su pintura, Van Gogh desarrolló una obra literaria de extraordinaria riqueza a través de las cartas que escribió, especialmente a su hermano Theo y a su hermana Wilhelmina, y también a algunos amigos como Emile Bernard, Gauguin, y Rappard”. Estas cartas aportan una visión general de la vida del pintor, y por ellas se conocen muchos acontecimientos y mucha información sobre sus cuadros y la influencia que tenían sus sentimientos y sus motivaciones para pintarlos. Dice Marín Aranda en su prefacio: (…) “Por las cartas se pueden conocer las emociones y sentimientos que en él despertaba la vida rural y campesina, su acercamiento a los temas sociales, su pensamiento religioso, sus inquietudes acerca del concepto de familia, sentimientos ante su enfermedad —a la que acudió con frecuencia en muchos de sus escritos—, su visión del trabajo de pintor en esos tiempos, sobre los colores y su utilización como medio de expresión.” Sin duda resulta muy interesante y en ocasiones sorprendente conocer la capacidad literaria de Van Gogh e incluso, en ocasiones, las dosis de predicción que tiene sobre su vida.

En el prólogo del libro, que corre a cargo del profesor Francisco Gutiérrez Carbajo, se comenta que los poemas tienen gran intensidad y fuerza. El recorrido poético abarca los autorretratos del pintor, sus pinturas al estilo “japonaiseries”, en Arlés, en donde declaraba estar atrapado por los árboles frutales, y en donde Van Gogh se sentía como si estuviera en Japón. En los versos, el poeta lo encuadra en la estación primaveral en la que reverdecen los árboles y se incrementa el amor: “Llega la primavera/ y renace la savia/ reverdecen los árboles/ y se giran los vientos. /Sorprende la magia/ del campo que revive, como al enamorado/ asombra su misterio/ de nuevas emociones”. Se habla de la campiña francesa, de los campos de trigo, de la mar en Saintes-Maries-de-la-Mer, allí dice Marín Aranda, “(…) esa mar “que colores prisioneros/ del agua reflejados atesora. /…  Es la mar quien de rosa o gris color/ en las olas se mezcla con el blanco. / Y es la mar, adorada e indomable, / la siembra de la vida”. Se habla también del amarillo Sol y de los trigales, de los campesinos, del verano, de los colores del campo, de las noches y las estrellas, en definitiva, en “Versos para Van Gogh” se habla de la vida y obra de este genial artista.

Marín Aranda ha comentado en diferentes ocasiones que es un admirador de la poesía clásica española, sintiéndose atraído por los temas referidos a la mujer, el amor y la naturaleza, tratando de que su mensaje sea sencillo, sensible y musical. Leyendo sus libros se comprende cuanto dice porque en sus libros aparece escrito que: “Su lenguaje es directo y claro, prefiriendo la racionalidad y la expresión rítmica y musical de sus versos ante supuestos que hay que descifrar”. Su poesía es actual, mezclando lo contemporáneo con sus trabajos en métrica castellana, el verso blanco es su estilo preferido, dejándonos estrofas que, por su cercanía y reflexión, llegan al lector como una sinfonía amigable.

Marín Aranda es miembro de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional, Capítulo Reino de España, así como de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Sensible a la promoción del arte, es socio fundador de la Galería Liebre, de Madrid, en el año 2011, para la exhibición, divulgación y comercialización de obras de arte y diseño contemporáneo.

Ha sido prologuista de varios libros de poesía, ha participado en jurado en certámenes literarios y ha sido conferenciante nacional e internacional en diversos Congresos Literarios en varios países, así como ponente en conferencias y conversatorios en España y en Colombia durante la FILBO (Feria Internacional del libro) de los años 2018 y 2019. Independientemente de sus trabajos en revistas de poesía, científico-literarias y otras, su prosa y poesía han aparecido en varias antologías de España, Colombia y Francia.

Como pintor, sus trabajos son figurativos transformados, apareciendo el retrato moderno y la naturaleza como su fuente de inspiración, siempre con las dosis necesarias de libertad artística a la hora de interpretar con sus pinceles. Sus técnicas son mixtas de acrílico y óleo, utilizando acuarelas para las ilustraciones de sus libros, con ello sus versos adquieren un mayor valor sensorial en las imágenes en que se proyectan. En ocasiones también ha hecho trabajos para otros escritores.

Marín Aranda ha centrado su vida profesional en el área de Dirección y Desarrollo de Personas y Organización. Ha ocupado cargos en los consejos de administración y en la gestión, como alto directivo, en empresas de banca, mutuas, formación y consultoría, y tiene amplia experiencia docente en centros de formación, escuelas de negocios y universidades. También ha sido consultor estratégico y conferenciante en diferentes foros, empresas e instituciones.

 

Vicente López-Ibor Mayor, Doctor en Derecho, Graduado por la Universidad de Harward. Escritor y poeta