Garantizar que todas las personas, en todos los países, ricos y pobres, pueden vacunarse es una meta esencial para mantener a toda la población a salvo, pero el mundo ya está a kilómetros de distancia del actual objetivo de la Organización Mundial de la Salud de conseguir que el 40% de las personas de países de ingresos bajos estén vacunadas para final de este año.
Sí, la cumbre de hoy ha dado lugar a grandes compromisos de vacunas que finalmente salvarán vidas, pero inexplicablemente retrasa la entrega de la gran mayoría de esas vacunas hasta bien entrado 2022. ¿Por qué esperar para actuar cuando ahora mismo hay cientos de millones de dosis disponibles y está muriendo gente?”
“Estados Unidos y la UE han comprometido entre los dos más de 1.600 millones de dosis de vacunas… pero no hasta ya avanzado 2022. Con el nivel adecuado de urgencia y la voluntad política necesaria, muchísimas de esas dosis podrían entregarse en los próximos meses, especialmente cuando se prevé que para final de año haya un excedente de unos 900 millones de dosis.
Otros países como Reino Unido, Canadá y Japón deben dar también un paso adelante y hacer contribuciones mucho más ambiciosas si realmente desean alcanzar la meta de la OMS para 2021.
Es fundamental que los Estados y las empresas trabajen conjuntamente para entregar 2.000 millones de vacunas a países de ingresos bajos para final de este año, y Amnistía Internacional pide un plan concreto que exponga con detalle cuándo se entregarán las vacunas y dónde. Si no se actúa de inmediato, se perderán millones de vidas más.”
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