Sed quis custodiet ipsos custodes

Juvenal

Pensar que el anuncio de aquel británico, nacido en la India, militante del P.O.U.M y admirador de la resistencia de Catalunya durante la Guerra Civil, fuese realidad algún día quedaba dentro de la más pura ficción literaria. Sin embargo el tiempo le ha dado la razón. Hoy, en cualquier ciudad occidental y todos los lugares que dispongan de la cobertura tecnología precisa, los pasos de los ciudadanos están vigilados y su privacidad más elemental violada sistemáticamente.

Los vigilantes.

En nombre de la seguridad y siempre por “nuestro bien”, cámaras, controles electrónicos, satélites y demás elementos de escucha y análisis observan nuestros movimientos, escuchan nuestras conversaciones o leen nuestra correspondencia. El simple rastreo de nuestras tarjetas de crédito proporciona más información que nuestro currículo o nuestro diario íntimo. Desde el cielo – con eso se cumplen las profecías de las religiones mayoritarias – se nos vigila y no son seres celestiales, sino policiales. Una cámara de cualquier helicóptero policial no sólo puede grabar una infracción de tráfico, también puede obtener una imagen lo suficientemente precisa para ver con claridad la postura de los ocupantes del vehículo, incluso lo que se traen entre manos; si en cambio, usted decide pasear por su ciudad y besar a su novia en una esquina, lo más probable es que alguna cámara grabe sus actos impunemente y todo ello sin necesidad de autorización judicial.

Es evidente que los avances tecnológicos y las posibilidades que aportan son de gran ayuda para la seguridad ciudadana, la reciente captura de un solitario atracador de bancos en Portugal, fue gracias a las grabaciones de las sucursales atracadas en la vecina España; sin embargo, tales grabaciones fueron obtenidas dentro del recinto bancario y es un derecho, incluso una obligación de seguridad. Pero la invasión de la vida privada del individuo por la simple presunción de delito o la obtención de datos para un mejor posicionamiento comercial o industrial, nada tiene que ver con la seguridad ciudadana y mucho con su inspección.

Desde el cielo – con eso se cumplen las profecías de las religiones mayoritarias – se nos vigila y no son seres celestiales, sino policiales

Amparados por los temores a un atentado terrorista, Scotland Yard ha inventado un sofisticado sistema de imágenes para las calles y las estaciones de metro londinenses y que ha servido de ejemplo para tros países europeos, como el francés, que está instalando 4 mil cámaras de video en todos los barrios de Paris; además, Sarkozy prepara en un proyecto de ley antiterrorista basado en la legislación británica. El proyecto alemán de colocar cámaras de grabación en los transporte públicos de Berlín es otro de los ejemplos. Tal vez el más significativo sea que el Gobierno de Bush ha aprobado que la policía pueda controlar e-mail y teléfonos particulares sin orden judicial.

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El más grande de los vigilantes.

Muy pocos años después de la fecha anunciada en la novela de Orwell, el mismísimo Parlamento Europeo tenía que aceptar la realidad de que nuestros movimientos, llamadas telefónicas, mensajes electrónicos, etc., etc., están constantemente controlados usurpando nuestra intimidad y nuestra libertad de pensamiento.

fotoEn efecto, en el acta de 5 de septiembre de 2001, – sólo seis días antes de los atentados del 11de septiembre – se reconoce la existencia de ECHELON. Bajo ese nombre se esconde un entramado sistema de interceptación de comunicaciones privadas y comerciales a nivel global. Las informaciones recogidas por una Comisión nombrada al efecto descubrían la presencia del Gran Hermano controlador, juez y parte, y en que participaban sus desleales – puesto que nunca pidieron permiso – aliados: EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que tras un acuerdo denominado UKUSA, decidieron crear ECHELON para saber que pensaba y de que hablaba el mundo.

ECHELON pasaba por ser la red del espionaje de señales (Sigint, Signals Intelligence) consagrada a interceptar las comunicaciones vía satélite. Sin embargo los documentos del Parlamento Europeo destapaban que bajo este nombre se escondía toda una red de espionaje, el llamado Sistema de Espionaje de Señales de los Estados Unidos (United States Sigint Sistem; USSS) y que bajo su capa se escondían la famosa Agencia Nacional de Seguridad (NSA) norteamericana, la CIA y departamentos especiales de la Armada y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

La Eurocámara recomendaba a sus ciudadanos encriptar las comunicaciones para evitar este espionaje. Asimismo, solicitó de los Estados miembros acciones para impedir las acciones de ECHELON.

¿Qué es ECHELON?

La presencia de ECHELON fue hecha pública en 1976 por Winslow Peck, redactor de un informe para el Parlamento Europeo, donde advertía de la existencia de una red de espionaje tecnológico a nivel global. Los principales fundadores del sistema, EEUU y Reino Unido ya tenian durante la Segunda Guerra Mundial un complejo entramado de servicios de inteligencia. Al acabar la contienda, ambas potencias rubricaron un compromiso secreto llamado el Pacto UKUSA (United Kingdom-United States of América). Firmado en 1948, contó posteriormente con Canadá, Australia y Nueva Zelanda y su existencia no fue oficialmente reconocida hasta 1999.

ECHELON pasaba por ser la red del espionaje de señales (Sigint, Signals Intelligence) consagrada a interceptar las comunicaciones vía satélite

Durante los años de la llamada guerra fría, los países firmantes del pacto UKUSA cultivaron el espionaje de señales para controlar a los soviéticos y sus aliados del Pacto de Varsovia. Utilizaron antenas de alta frecuencia para enterarse de las informaciones de radio procedentes de Este; además utilizaron novedades electrónicas para interceptar las informaciones trasmitidas por cables submarinos y averiguar el poder nuclear soviético.

Posteriormente, estos mismos países decidieron crear una red de espionaje que asegurara el control absoluto de las comunicaciones, aunque esto significara un atentado contra la privacidad individual y colectiva. Esta red de espionaje y análisis tenía que poder interceptar las comunicaciones electrónicas Urbi et Orbi.

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Con “buena” intención.

La criatura fue creada en su génesis para interceptar las comunicaciones militares y diplomáticas de la Unión Soviética y sus aliados, pero pronto derivó para el espionaje económico y la invasión de privacidad a escala global.

fotoLa década de los setenta fue al de primeros satélites comerciales con destino a las comunicaciones mediáticas y usos civiles. La cooperación internacional llevó al lanzamiento de los primeros satélites INTELSAT y posteriormente el de otras redes como Inmarsat, Eutelsat, o el Arabsat. En esta fase se creó la red de espionaje ECHELON y una de sus primeras acciones fue la instalación de una nueva antena parabólica gigante en una de sus bases para interceptar las emisiones del INTELSAT. Inmediatamente se equipó con computadores a los que se dotó de un software designado “Diccionario” y que se utilizó para distinguir los mensajes en función de disparejas palabras clave.

En el presente, según sus responsables, la máxima dedicación de ECHELON está en la búsqueda de pistas sobre temas de terrorismo, narcotráfico o para el uso de los servicios de inteligencia y de diplomacia. Todo el proceso es controlado y manipulado por la NSA (National Security Agency). Esta agencia nacional tiene cerca de 100.000 empleados a nivel mundial, en Fort George Meade en Maryland (Estados Unidos), sede central de la NSA, y en la base británica de Menwith Hill (al norte del condado de Yorksire, Inglaterra) trabajan la mayor parte de ellos. Estamos ante la mayor organización de espionaje del mundo y, probablemente, de todos los tiempos.

¿Cómo funciona?

Los componentes de UKUSA han montado estaciones de intercepción electrónica y satélites espaciales para atrapar las señales emitidas por radio, satélite, microondas, teléfonos móviles y fibra óptica. Los imputs capturados son procesados por potentes servidores de inteligencia artificial como el MEMEX – dotados de los famosos diccionarios -, programados para detectar expresiones especiales en cada de las comunicaciones: palabras, frases, direcciones, secuencias numéricas, incluso voces y sonidos específicos. La red intercepta conjuntos de información indiscriminadamente, un sistema de reconocimiento automático de voces, denominado Oratory, puede detectar una voz en particular. Asimismo, dispone de extensos diccionarios en muchas lenguas para revelar esas palabras clave.

Cada país de la alianza UKUSA tiene fijada un área planetaria. Por ejemplo, Canadá controla el área meridional de la antigua Unión Soviética. Los Estados Unidos, disponen de satélites espías y puertos de escucha capaces de asumir el control de gran parte de Latinoamérica, Asia, Rusia asiática y el norte de China. Gran Bretaña se ocupa de Europa, la parte occidental de Rusia y el continente africano. Los australianos dedican su tiempo a escuchar las comunicaciones de Indochina, Indonesia y el sur de China. Por último, Nueva Zelanda atiende las conversaciones del Pacífico occidental.

Si consultan en algunas páginas de Internet donde aparecen los diccionarios de ECHELON, encontraran palabras tan “peligrosas”, como poesía, amor o pensamiento

Aunque parezcan consagrarse a otros menesteres, 120 estaciones fijas y un número desconocido de satélites geoestacionarios, están dedicados a saber los que medio mundo dice al otro medio, sus antenas captan las ondas electromagnéticas y las trasmiten a un lugar central para su procesamiento.

Los mensajes se acopian aleatoriamente y se procesan mediante los diversos filtros buscando palabras clave. El procedimiento, – llamado “Control estratégico de las telecomunicaciones” – prevé la búsqueda de esas frases y adjetivos que tanto asustan al Gran Hermano. Si consultan en algunas páginas de Internet donde aparecen los diccionarios de ECHELON, encontraran palabras tan “peligrosas”, como poesía, amor o pensamiento. Ya no les digo nada de libertad, revolución, rebeldía o ideario; todos ellos son epítetos merecedores del desasosiego y la vigilancia del sistema.

Cualquier sistema público de envío de datos está controlado. Los ordenadores de cualquier aeropuerto de uso para pasajeros, todos los documentos de tramitación a Instituciones públicas, todos nuestros e-mails o nuestras llamadas telefónicas, pueden ser interceptados y filtrados. Cualquiera de nosotros puede entrar en la lista de ciudadanos a vigilar. Como ven no estamos solos.

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Las excusas.

El terrorismo, el narcotráfico o la pornografía sirven como excusa válida para los servicios de espionaje de ECHELON y sin embargo cada día que pasa hay más terrorismo – incluidos los movimientos racistas y fascistas -, más narcotráfico y más páginas de contenido pornográfico, incluidas la prostitución infantil y pederastia en la red. Tienen que ser los Hackers blancos los que adviertan a las policías europeas de la existencia de este tipo de páginas o los medios de comunicación los que se encarguen de propagar las apariciones de abusos y asesinatos racistas, léase el caso reciente de las ejecuciones en Rusia o los hechos de Abu Grain. El mismísimo MI5 – el servicio secreto británico- se apoya con los Hackers para barrer sitios islamistas de Internet.

fotoMientras tanto, docenas de satélites y más de un centenar de estaciones se preocupan de que usted hable de amor o diga más de tres veces la palabra poema. La actividad pública y privada, incluida la empresarial, están sujetas a vigilancia alegal.

ECHELON asegura que sólo investiga en las telecomunicaciones civiles alguna información sobre terrorismo y narcotráfico. Potentes ordenadores rastrean las comunicaciones interceptadas en busca de palabras clave (hotkeys) que se ajustan a los contenidos de los “Diccionarios”. Sin embargo, como resulta innegable, se ha utilizado el sistema para fines conexos con el espionaje industrial o el acoso político.

El sistema fue conocido públicamente desde el año 98, fue la Fundación Omega, una empresa dedicada a estudios de mercado, la autora del informe encargado por el Parlamento Europeo. En dicho informe se avisa que en Europa todas las comunicaciones de teléfono, fax, correo electrónico o videoconferencia pueden ser rutinariamente interceptadas por la NSA, advirtiendo que el sistema está desarrollado para controlar gobiernos y objetivos civiles: organizaciones, empresas y ciudadanos de pie.

La respuesta europea.

La UE ha creado su propio servicio secreto: ENFOPOL. La red de espionaje de Europa tiene los mismos objetivos y fines que su “hermano mayor”. La puesta en marcha de ENFOPOL fue ratificada por todos los países miembros de la Unión Europea en 1995 (ENFOPOL 112 100037/95) aunque ninguno de ellos lo confirme. Su vida carece de debate público. Una resolución referente a la interceptación reglamentaria de las telecomunicaciones por el Parlamento Europeo, fechada en 1995, es el “instrumento legal” en que se basa ENFOPOL. La pertenencia al grupo espía no tiene carácter obligatorio pero un grupo de países ya conforma el llamado “espacio Enfopol”, que se irá acrecentando a medida que más estados se vayan añadiendo.

La información no podrá hacerse pública – ¡sólo faltaría! -, pero tampoco tienen la obligación de decir a quién se la proporcionan

Por supuesto esta organización trata de imponer sus pautas a todos los operadores europeos de telefonía fija y móvil, que no tiene demasiados inconvenientes en admitirlas puesto que su negocio es otro. Estas empresas facilitan a la policía secreta europea el acceso absoluto a las comunicaciones de sus usuarios y la información sobre números marcados y números desde los que se llama. Internet no se libra del tema y los proveedores facilitan “la puerta de atrás” para que ENFOPOL pueda acceder a los ordenadores privados cuando precise. Los operadores están asimismo obligados a notificar los datos personales, correo electrónico y claves privadas. Por supuesto, la información no podrá hacerse pública – ¡sólo faltaría! -, pero tampoco tienen la obligación de decir a quién se la proporcionan. Lo más terrible es que para ello no es imprescindible una orden judicial.

Los derechos del ciudadano.

ECHELON e INFOPOL pueden ser necesarias en la sociedad confusa y peligrosa que habitamos, tal vez alguno de ustedes se sienta más seguro después de haber leído este informe; sin embargo, otros pensaran – no sin razón – que tanto control ponen en un grave peligro los derechos de los ciudadanos, su libertad de expresión y el inalienable derecho a la privacidad. Debemos tomar conciencia de que los datos sobre nuestras actividades, procesados y almacenados en los servidores de los Grandes Hermanos pueden ser utilizados por los “vigilantes” cuando y como convenga; nuestros gustos, en que nos gastamos el dinero, cómo y dónde trabajamos y a que dedicamos el tiempo libre, son informaciones que pueden carecer de importancia hoy y que sin embargo pueden ser muy significativas para ese futuro que cantaba Orwell.

Muchas organizaciones y ciudadanos de todo el mundo se movilizan en defensa de las libertades civiles y los derechos humanos versus el insaciable ojo de los Grandes Hermanos. Porque como dijo Juvenal: ¿Quién vigilará a los propios vigilantes?

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TRANSCRIPCIÓN DE LA RESOLUCIÓN DEL PARLAMENTO EUROPEO DEL 5-11-2001

Resolución del Parlamento Europeo sobre la existencia de un sistema mundial de interceptación de comunicaciones privadas y comerciales (sistema de interceptación ECHELON) (2001/2098(INI))

El Parlamento Europeo,

  • 1. Afirma, sobre la base de las informaciones recogidas por la Comisión temporal, que ya no cabe ninguna duda en cuanto a la existencia de un sistema de interceptación mundial de las comunicaciones que funciona con la participación de los EE.UU., del Reino Unido, del Canadá, de Australia y de Nueva Zelanda, en el marco del Acuerdo UKUSA;
  • 2. Insta al Secretario General del Consejo de Europa a que presente al Comité de Ministros una propuesta para proteger la vida privada garantizada por el artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales adaptada a los métodos de comunicación e interceptación existentes en la actualidad mediante un protocolo adicional o, conjuntamente con las disposiciones relativas a la protección de los datos, en el marco de una revisión de la Convención relativa a la protección de los datos, con la condición de que ello no se traduzca en una reducción del nivel de protección establecido por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ni en una reducción de la flexibilidad necesaria para adaptarse a futuros cambios de la situación;
  • 3. Pide a los Estados miembros cuyas leyes reguladoras de la capacidad de interceptación de los servicios secretos contengan disposiciones discriminatorias en materia de protección de la intimidad que proporcionen a todos los ciudadanos europeos las mismas garantías jurídicas relativas a la protección de la vida privada y de la inviolabilidad de las comunicaciones;
  • 4. Insta a los Estados miembros de la Unión Europea a que creen una plataforma, compuesta de representantes de los organismos nacionales competentes para el seguimiento de los resultados de los Estados miembros en cuanto el cumplimiento de los derechos fundamentales y de los ciudadanos, para examinar la coherencia de la legislación nacional sobre los servicios de inteligencia con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Carta Europea de los Derechos Fundamentales, para examinar las disposiciones legales relativas al respeto del secreto postal y de las comunicaciones, y para llegar a un acuerdo sobre una recomendación a los Estados miembros sobre la elaboración de un Código de Conducta que garantice a todos los ciudadanos europeos que residan en el territorio de los Estados miembros la protección de la vida privada proclamada como derecho en el artículo 7 de la Carta Europea de los Derechos Fundamentales y que, además, garantice que los servicios de inteligencia desarrollen sus actividades en el respeto de los derechos fundamentales, de modo que se correspondan con las disposiciones recogidas en el Capítulo 8 del presente informe, en particular en el apartado 8.3.4, y derivadas del artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales; hace hincapié en la necesidad de elaborar normas comunes que se adapten mejor a las exigencias de protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión, más rigurosas que las que garantiza el artículo 8 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales;
  • 5. Insta a los Estados miembros de la UE a que en la próxima Conferencia Intergubernamental adopten la Carta Europea de los Derechos Fundamentales como derecho vinculante y defendible ante los tribunales, para así elevar el nivel de protección de los derechos fundamentales, especialmente en relación con la protección de la intimidad;
  • 6. Pide a los Estados miembros del Consejo de Europa que adopten un protocolo adicional que permita la adhesión de las Comunidades Europeas al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales o que reflexionen sobre otras medidas que eviten conflictos de jurisdicción entre los Tribunales de Estrasburgo y de Luxemburgo;
  • 7. Entretanto, insta a las instituciones de la UE a que en el ámbito de sus respectivas competencias y actuación apliquen los derechos fundamentales recogidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales y protocolos adicionales y en la Carta;
  • 8. Insta al Secretario General de las Naciones Unidas a que encargue a la comisión competente la presentación de propuestas que adapten a la evolución tecnológica el artículo 17 del Pacto internacional sobre los derechos cívicos y políticos, que protege la vida privada;
  • 9. Considera necesarias la negociación y la firma de un convenio entre la Unión europea y los EE.UU. por el que se establezca que cada una de las partes respeta en relación con la otra las disposiciones de protección de la vida privada de los ciudadanos y de la confidencialidad de las comunicaciones de las empresas que se aplican a sus propios nacionales y empresas;
  • 10. Insta a los Estados Unidos a que firmen el Protocolo adicional al Pacto internacional sobre los derechos cívicos y políticos, de modo que se puedan presentar ante la Comisión de Derechos Humanos creada en aplicación del Convenio las quejas presentadas por particulares contra los Estados Unidos por violación de este Pacto; pide a las ONG de los Estados Unidos pertinentes, en particular a la ACLU (American Civil Liberties Union) y al EPIC (Electronic Privacy Information Center) que ejerzan presiones ante el Gobierno estadounidense en este sentido.