Denominada basura marina, constituye uno de los más graves problemas de contaminación de nuestros océanos y lo peor de todo es que es imparable. Más del 60% de la basura que llega son plásticos. Ya en el año 2005 el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente), puntualizaba que por kilómetro cuadrado se encontraban unas 13.000 partículas plásticas, bien flotando, bien en el fondo del mar.
Las zonas cercanas a las costas de Francia, España e Italia son las más contaminadas del Planeta, en ellas se encuentran 1935 fragmentos por kilómetro cuadrado. Indonesia, el Mar Caribe, el Mar Celta y el Mar del Norte junto con e Golfo de Vizcaya y el Golfo de León son las siguientes zonas en la lista más contaminadas del mundo.
El plástico puede provocar multitud de daños a la biodiversidad marina como por ejemplo el en mallamiento de tortugas. O por desgracia forman parte de la alimentación de los peces provocándoles en la mayoría de los casos, la muerte por inanición al bloquearles el tracto digestivo. Otro de los problemas es que en los plásticos arrojados al mar, viajan multitud de especies virulentas e invasoras que terminan con la vida de muchas especies marinas.
Una de las especies más emblemáticas de los océanos, la tortuga boba, se encuentra en peligro de extinción, bien, pues nada menos que el 75% de las muertes de éstos ejemplares están provocadas por la ingestión de plásticos.
El cambio climático, la sobrepesca, las especies invasoras y la contaminación por basuras está acabando con la vida en los océanos, la pérdida de biodiversidad es tan alarmante que el mar está perdiendo toda su riqueza.
Hay que tener en cuenta que las propiedades más apreciadas del plástico en tierra son las más dañinas en el mar, es decir, no se degradan y no se transforman o procesan, permaneciendo en el medio ambiente durante muchos años completamente inalterados. La erosión hace el resto, ya que lo va fragmentando en diminutas partículas que quedarán suspendidas en el agua pasando a formar parte de la alimentación de los peces o van a parar al fondo marino concentrando contaminantes orgánicos (COP).
¿De dónde proviene la basura? ¿Crees que tú no contribuyes a ello?
- En primer lugar del turismo costero. Ropa, botellas, latas, comidas, cigarrillos, juguetes de plástico y accesorios para bañistas, que bien se olvidan o se dejan en la arena como basura. ¿Nunca has fumado en la playa? ¿Nunca has jugado en la playa? ¿Siempre recoges todo?
- Aguas residuales, desechos. En ellas se incluyen las aguas de saneamientos de las ciudades costeras y las redes de aguas pluviales que transportan basura, preservativos y jeringuillas. Todas ellas son vertidas indiscriminadamente al mar sin ningún tipo de acondicionamiento.
- Basura de los pescadores. Sedales, redes, flejes, nasas…
- Desperdicios de los buques. Kilos y kilos de basuras que se arrojan al mar deliberadamente o accidentalmente.
El informe presentado por la asociación ecologista Greenpeace que abarcaba la información explicada, proponía como solución una política de “Residuo” 0 tan evidente como fácil en la que las basuras son tratadas en origen para que no lleguen ni a los ríos ni al mar.
Debemos de ser conscientes que disfrutar de la Naturaleza no conlleva su destrucción, si somos los suficientemente cuidadosos con nuestras acciones. Respetar y amar tu entorno te repercutirá en salud, disfrute y bienestar, no lo dudes…
Francia prohíbe el cultivo de transgénicos y España se lleva el título de mayor productor
Ecologistas, investigadores y expertos en el tema solicitan bajo un manifiesto, la inmediata prohibición del cultivo de transgénicos en España. Francia acaba de prohibir el cultivo del transgénico MON-810 (maíz), por los peligros tóxicos que conlleva a la salud pública, por la posible contaminación a otros agricultores, por la generación de resistencias a plagas y por los efectos tóxicos sobre varios tipos de organismos que viven en los ecosistemas.
Esta medida ha sido aprovechada por nuestros científicos, procedentes del CSIC, y ecologistas, para presentar al gobierno un manifiesto en el que los transgénicos se determinan como amenaza para la agricultura y la sostenibilidad, además del impacto y los peligros de su introducción en el medio ambiente y en nuestros platos, ya que un tanto por ciento muy, pero que muy elevado de productos alimentarios llevan trasngénicos, pero como su proporción es inferior al 0,9% no es obligatorio que figure en la etiqueta. El otro camino que toman para llegar a nuestro estómago es a través del consumo de carne, huevos o leche, puesto que los animales son alimentados con cereales modificados genéticamente.
Tal y como explicábamos el mes pasado, los transgénicos destruyen la biodiversidad circundante, y lo peor aún está por llegar, la toxina a la que son sometidos los transgénicos para superar toda clase de plagas, llegará a nuestros platos y nuestra cocina tarde o temprano.
Lamentablemente en España se cultivan más de 75.000 hectáreas de transgénicos que chocan con el 70% de la población que es contraria al uso de los mismos, esperemos que el gobierno sea capaz de tener en cuenta estos datos y que se olviden de las multinacionales que tienen patentes con las que determinan qué comemos y qué bebemos, algo realmente oculto al gran público.
No Comment