Llueve y entre las gotas de agua, muchas son desconocidas.

No son inodoras e insípidas, sino lágrimas amargas y saladas.

Lágrimas que caen no sólo por dentro, sino por fuera

al ver el caos existente debajo de tantos paraguas.

Siento dolor y rabia viendo el puente

lleno de gente durmiendo, mojada…

Me dicen que no hay probreza… debo estar loca.

Marisol Moreda es Presidenta de la Fundación Herederos de la Mar