Es un animal primitivo que no ha modificado su aspecto físico des desde hace millones de años. El origen del nombre tapir parece que deriva del vocablo tapiich con que denominan a esta especie los cainguá de la etnia guaraní pura.
Están emparentados lejanamente con los caballos, burros, cebras y rinocerontes. Actualmente tres de las cuatro especies del tapir que existen viven en América:
- Tapir norteño que se lo encuentra desde Tehuantepec hasta el Ecuador.
- Tapir andino.
- Tapir Brasileño que se encuentra en la parte norte de Sudamérica y que es el más común.
El tapir se distribuye a lo largo de Centroamérica y América del Sur, con una mínima disponibilidad en el sur de Norteamérica. Está presente en México, Venezuela, Colombia, Paraguay, Brasil y Argentina.
Características taxonómicas del tapir.
La apariencia del tapir es semejante a la de un cerdo; poseedor de una morfología robusta y redonda. Su rasgo más llamativo es la probóscide, que consiste en un hocico, labios gruesos y una gran abertura nasal; compuesta de tejido blando. Esta nariz le permite oler el peligro, agarrar la comida y respirar debajo del agua ya que son buenos nadadores.
Tiene cortas extremidades y una cola también corta. Cuenta con 3 dedos que en realidad son pezuñas en las patas traseras, y 4 en las patas delanteras. Las pezuñas son fuertes y gruesas, estando sólidamente unidas al tejido por una lámina de queratina dura y densa.
En el cráneo los huesos nasales son reducidos y muy salientes, las apófisis zigomáticas están encorvadas por debajo y por delante y las órbitas son muy grandes. Poseen 42 piezas dentarias, de las cuales los incisivos superiores son los más desarrollados, mientras que los inferiores son pequeños.
Las orejas son ovaladas y sus ojos pequeños y no tienen buena visión, pero esto es equilibrado con su buen oído y su excelente olfato. Un pelaje corto y erizado cubre todo su cuerpo, que suele ser color marrón oscuro, gris o negro.
La columna vertebral consta de 48 vértebras: 7 cervicales, 26 toráxicas, 4 lumbares, 6 sacras y 5 coccígeas.
El tapir es un herbívoro monogástrico, con capacidad gástrica limitada debido al pequeño tamaño de su estómago cuya región cardial está formada por células escamosas.
El aparato reproductor de los machos adultos se caracteriza por poseer una bolsa testicular poco pendular, y los testículos se encuentran cerca del perineo. Las hembras adultas poseen un par de glándulas mamarias de localización inguinal, el útero presenta dos cuernos, y la placenta es epiteliocorial.
Este herbívoro es de tamaño mediano-grande, aproximadamente de 2 metros de largo y 1 metro de alto llegando a pesar entre 150 y 300 kilos. Su cuerpo es grueso y de cabeza y cuello grandes que le sirven para poder abrirse paso entre la maleza de los bosques tropicales donde vive.
Hábitat y alimentación.
Pertenece a los hábitats selváticos, a los bosques caducifolios y de montaña, a los pantanos y a las praderas, con la condición de que existan fuentes de agua suficientes. En los Andes, el tapir vive en las zonas montañosas
Realiza la mayor parte de sus actividades durante la noche y al caer el crepúsculo, pero los individuos que habitan las montañas de los Andes son más bien diurnos.
El tapir se caracteriza por manifestar un comportamiento tranquilo y tímido, lo que no implica que sea incapaz de defenderse. Si se asusta es posiblemente que ataque con sus mandíbulas y provoque heridas muy graves, pero normalmente evita las confrontaciones y huye para protegerse.
Dispone de una dieta herbívora en la cual las hojas, brotes, ramas, hierbas, flores, frutas y en general las plantas, son parte de su alimentación diaria. En invierno, cuando disminuye el follaje, se han visto tapires comiendo la corteza de los árboles y hojas secas dispersas por el suelo.
Después de las horas de sol, sale por las noches para conseguir su alimento en las zonas arbóreas y su apetito no rechaza ni las plantas acuáticas. Su peculiar nariz le sirve, para explorar el suelo sin tener que mover la cabeza. El tapir se alimenta por medio de un mecanismo denominado ramoneo selectivo. Esto consiste en sujetar las ramas u hojas con su probóscide y luego tirar, ayudándose con su labio inferior, hasta arrancar las piezas vegetales o cortar con sus fuertes dientes los extremos de la vegetación.
La cantidad de alimento que consume diariamente un tapir adulto equivale al 5% aproximadamente de su peso corporal (en torno a unos 15 kg).
El tapir es un animal sedentario que recorre los ambientes que habita en busca de alimento. A pesar de su gran tamaño, el tapir es ágil y capaz de trepar con facilidad por barrancos escarpados y de galopar a gran velocidad
Si bien se desconocen algunos aspectos vinculados a la alimentación y al uso de hábitat de los tapires silvestres, es sabido el rol que desempeñan en la dispersión de semillas a través de su materia fecal. Esto permite que aquellos vegetales que consumió en una zona sean sembrados en otra distinta gracias a ser un animal que se desplaza constantemente.
Así, pues, este mamífero latinoamericano es muy importante para la ecología de los bosques que habita, ya que cumple un rol clave en la estabilidad del ecosistema, y contribuye a la regeneración del bosque secundario.
Su reproducción.
El tapir es fértil entre los 3 y los 5 años de edad, pero la hembra alcanza la madurez sexual antes que el macho y da a luz cada 2 años. Posteriormente a la copulación ocurrida en el agua, el tapir tiene una sola cría, que nace después de un periodo de gestación de 13 meses, aproximadamente. El bebé tapir viene al mundo con los ojos cerrados y es así hasta después de 1 ó 2 horas. Los primeros 30 días de lactancia las hembras alimentan a las crías entre 5 y 10 veces por día, por periodos de entre 10 y 15 minutos. Los cachorros aumentan su peso unos 250 gr. por día.
Mientras su madre sale a comer, la cría se queda escondida en la densa selva. Las crías se camuflan muy bien ya que el vientre es completamente blanco al igual que el pecho y el tórax, su piel posee franjas marrones con motas, que se desvanecen poco a poco y cuando cumplen seis meses de edad están exentos de ellas o son mucho menos visibles. Las crías del tapir a la semana de vida ya salen a acompañar a su madre, y se quedan con ella los dos primeros años. La esperanza de vida de un tapir está entre los 25 a 30 años.
La supervivencia del tapir.
Esta especie es particularmente vulnerables a la presión de la cacería, ya que por su tasa reproductiva y densidades bajas, no pueden recuperar su población rápidamente. Además de cazar al tapir para consumir su carne o su cuero, el tapir ha proporcionado, desde hace siglos, al indígena y al criollo latinoamericano una serie de elementos medicinales. Así las pezuñas, raspadas o molidas, mezcladas en infusión con hierbas, se utilizaban para curar hemorragias en los partos y afecciones cardiacas. Ambas modalidades están consideradas como ilegales. Por otra parte, sus depredadores naturales son los jaguares, los cocodrilos, los tigres y las anacondas.
Otra amenaza es la fragmentación y la reducción de su hábitat natural, como consecuencia del desarrollo de actividades como la explotación forestal, deforestación, forestación con especies no nativas, explotación de hidrocarburos y ganadería, que cuando se realizan sin control ni adecuada planificación, traen como consecuencia una fuerte degradación de los ambientes y de los recursos naturales. Por todo ello el tapir es una especie en peligro y su cacería y captura están prohibidas según las normativas de la CITES y el SAREM (en Argentina).
La bióloga brasileña Patricia Medici considera que: “ El tapir es un animal que tiene un papel tan importante en la naturaleza que me asusta pensar qué podría ocurrir si se extinguiera en las áreas donde vive”. Procuremos protegerlo para que esto no ocurra.
Bibliografía. • Ambroseti: Notas biológicas. VII. El tapir. 1898. • Brooks, D.M., R.E. Bodmer & S. Matola (Eds.): Tapirs-Status Survey and Conservation Action Plan. IUCN/SSC Tapir Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge. UK. 1997. • Cabrera, A; Yepes, J.: Mamíferos Sudamericanos. Buenos Aires. 1940. • Chalukián, S.: Plan de Acción para la Conservación del tapir. 2007. • Colbert, M.: “Tapir terrestres”. Morphology. Marzo. 2007. • Downer, C. y Castellanos, A.: Tapirus terrestres. IUCN. 2006. • Eisenberg, J. F., C. P. Groves y K. Mackinnon: Tapirs. Encyclopedia of Mammals. New York. 1990. • Emmons, L. H. y Feer, F.: Mamíferos de los bisques húmedos de América Tropical: Una guía de campo. Bolivia. 1990. • Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial: Programa Nacional para la Conservación del género Tapirus en Colombia. Colombia. 2005. • Montenegro, Olga, Patricia Medici y Richard Bodmer: Conservación y manejo de tapires en Latinoamérica. Asunción. 2000. • Parera, A.: Los mamíferos de la Argentina y la región austral de Sudamérica. Buenos Aires. 2002. • Wilson, D. y Reeder, D. (editors): Mammal Species of the world. Washington. 1993. Webgrafía. • desarrollosostenibleperu.ning.com/…/el-tapir-el-desconocido-jardinero-de-l… • https://es.facebook.com/173213829360810/…/a…/641805745834947 • tapirmexico.blogspot.com/p/introduccion_2.html • www.animales-en-extincion.com/tapir.html • www.botanical-online.com/animales/tapir.htm • www.larepublica.pe/…/tapir-andino-sobrevivio-al-paso-del-tiempo-y-ho… • www.manejofaunasilvestre.org/Inicio/…/Docustore/…/Default.aspx?. • www.tapirs.org/Downloads/tsg-newsletter.html • www.tapirs.org/…/TSG_NL_25-07-2013.pdf¡ • www.temaiken.org.ar/uploads/Tapirus_terrestris_Manual.pdf • www.revistaecosistemas.net/index.php/ecosistemas/article/viewFile/…/293
No Comment