En noviembre es cuando nos quedamos sin nada
en el silencio de los hombres que se mantuvieron
humildes
últimos pero vigilantes de su dignidad
lo poco que se necesita para una vida discreta
hecha de pan y esplendor entre los tugurios.
Siempre hay quien camina con el viento en el
bolsillo
y tú estabas orgulloso de ello,
el temperamento proletario te tranquilizaba,
como ellos te asomaste al tiempo
contentándote con los pocos claros del cielo
una luz superviviente, suficiente para todos.

 

È di novembre che si resta con la conta del niente
nel silenzio degli uomini rimasti umili
ultimi ma vigili nella loro dignità
quel poco che serve per un vivere discreto
fatto di pane e splendore tra i tuguri.
Ci sono sempre quelli che camminano col vento in
tasca
e tu ne andavi fiero
ti rasserenava la tempra proletaria
come loro ti sporgevi nel tempo
accontentandoti delle poche schiarite del cielo
una luce superstite bastava per tutti.

 

Autora: Michela Zanarella

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