Miguel Esteban Torreblanca- Cuando la vida te quita/ la poesía te da. ¿Escribir para sobrevivir o vivir para escribir?Gloria Nistal-
La vida me ha quitado muchas cosas, yo he tenido una vida complicada, la poesía ha sido para mí una auténtica tabla de salvación, una bendición absoluta.
Tengo un poema que explica en detalle porqué escribo (de mi libro El amor y yo). Aquí está:
Yo escribo por necesidad,
por necesidad de ser y de contar.
Yo escribo porque las palabras
son anticongelantes,
anticoagulantes
y me mantienen viva, despierta,
caliente, inusitadamente esperanzada.
Tengo algunos miedos, es verdad,
pero los ahuyento
con los conjuros de las palabras.
Yo escribo porque a veces me pesa demasiado
el fardo de participar en la naturaleza humana.
Escribo para dar las gracias
porque pude ser un ángel destructor,
porque pude haber sido capitán de un barco negrero
camino de Cartagena,
porque pude haber sido Hutu en Rwuanda,
khemer rojo en Camboya, soviético en Katyn,
o teniente nazi en Treblinka.
Escribo porque un solo golpe de azar,
o una caprichosa combinación de estrellas
me liberó de ejercer cualquier forma de tortura.
Escribo porque el destino
me hizo estar al otro lado,
al otro lado de la oficialidad,
al otro lado de la política de los compromisos,
que inevitablemente
utilizan a los civiles como moneda de cambio,
al otro lado de las armas,
metales preciosos y codiciados,
diamantes de sangre,
al otro lado de las convenciones,
de los papismos y los talibanismos.
Escribo para ser juzgada a pecho descubierto,
para purificarme,
para saber más,
para entender un poco de este mundo desbarrado,
para estar entre los que se bañan en las fuentes
del conocimiento y del inevitable dolor
que lo acompaña.
Escribo porque desde algún lugar remoto
un ser pacífico me dicta
y me pide
por trasnochado, políticamente incorrecto o blando que parezca,
que insista, que siga, que no me canse de hablar de la paz.
Para eso escribo.
P- ¿Cómo es el proceso de creación de un poemario? ¿La inspiración viene a ti o tú vas por ella?
R- Las palabras llegan: cuando voy conduciendo en un largo viaje de repente se presenta el título de un poema, cuando estoy dormida me despierta una frase que se vuelve urgente, cuando veo cosas terribles las escribo, cuando experimento felicidad escribo y escribo para no olvidarla nunca y revivirla siempre, cuando estoy deprimida las palabras me acompañan y me ayudan a sobrevivir. Las escribo y son como un mantra, como un bálsamo que mitiga todos los dolores y, así, el libro va tomando forma.
Muy raramente busco la inspiración, pocas veces escribo por encargo.
P- Se están publicando muchos libros tanto en verso, como en prosa, reflexiones… Está habiendo un especie de boom poético, ¿qué pronóstico le haces al sector de la poesía?
R- La poesía está con nosotros desde los comienzos de la humanidad, Homero escribía poesía. No creo que haya más interés ahora por la poesía que en otras épocas. Pienso que siempre se ha escrito poesía y admirado a los grandes poetas. En el siglo XVIII y XIX, por ejemplo, se llevaba a poetas para que recitaran en los salones de los benefactores y protectores del arte y la cultura.
Ahora mucha gente quiere ser poeta porque hay una gran necesidad de expresar sentimientos y llevar una vida paralela a la del materialismo imperante. Creo que la poesía estará siempre entre nosotros, con las personas sensibles, con los que necesitamos sentir y expresar lo que nos conmueve. También creo que los poetas nunca tendremos un público masivo. La novela arrastra multitudes, la poesía es para minorías de gran corazón.
P- Escribes poesía con un boli verde o negro. ¿Qué tiene para ti el color de la esperanza?
R- Escribo con bolígrafos azules, pero descubro que unos días están cargados con tinta roja otros con tinta negra o verde, a veces, también, con tinta arcoíris.
P- Al escribir poesía, ¿puede uno ponerse en la piel de un personaje como se podría hacer en una novela?
R- Mayoritariamente escribo poesía lírica, íntima, me dibujo, me desnudo, me fotografío a mí misma, yo soy el personaje. También hablo de mi percepción del mundo y puedo describir a otros, pero no como una novela (yo publiqué una novela), los describo por empatía, para acercarme a ellos, para contar la sonrisa que me dedicaron o el sufrimiento que percibí en su mirada.
Mi poesía está llena de subjetividad, de afecto, de pasiones, de sentimientos. La novela es un lugar de mirada más distante, de descripciones, tramas, en ella, creo, hay más objetividad.
P- ¿La poesía lleva intrínseco el hecho de desnudarse completamente ante en el papel?
R- En mi caso sí. El papel es la estancia donde habita solo la libertad y nada me cohíbe.
P- ¿Qué poetas, escritores, te son esenciales como autora?
R- San Juan de la Cruz; Lope de Vega; Shakespeare; Pablo Neruda; Pedro Salinas; Jorge Luis Borges; Walt Whitman, Thomas S. Elliot; Elisabeth Barrett Browning…
P- Estás muy ligada al tema educativo, cómo visualizas una mayor integración de la poesía, un rol más activo de la escritura y escritores, en la educación y humanidades?
R- Siempre he pensado que el profesor debería ser también escritor y no solo crítico o lector de poesía, pero por otra parte a veces pienso que probablemente no sea necesaria más participación de la poesía en la educación.
La poesía tiene su lugar, muy elevado, a veces no es de este mundo, es de otro, algo incomprendido.
En mi opinión la poesía es nuclear en la educación y se engarza bien en el mundo de las humanidades, donde no tiene demasiado hueco es en el mundo de la falsedad, el egoísmo, la híper materialidad, la guerra…
P- Es verdad Quizás, como dice Eduard Escoffet, los poetas más famosos dentro de cinco años sean mujeres.
R- Lo ignoro, pero en Occidente, en Europa, es muy probable que así sea porque, por fin, se está incentivando la presencia de la mujer, se está dando a la mujer la importancia que merece.
Incluso ahora está habiendo discriminación positiva para compensar la desequilibrada balanza de épocas pasadas entre hombres y mujeres y por supuesto entre poetas hombres y mujeres poetas. Después de unas décadas, espero que las aguas reposen y haya un número equiparable de poetas hombres y mujeres.
P- ¿Crees que ya está cambiando el mundo?
R- El mundo siempre está cambiando. Esa es su esencia. El mundo nunca para, en Occidente vamos a otra velocidad. Yo he vivido varios años en América y en África y he visitado muchos países musulmanes y orientales y allí los cambios no son tan vertiginosos, ni la mujer ocupa todavía el lugar que debería.
P- ¿Tienes más libros, aparte de los publicados en un cajo para publicar?
R- Sí, tengo dos libros pendientes de publicar, uno de relatos fantásticos y un ensayo sobre una poeta victoriana. Y ahora estoy escribiendo un libro sobre mi vida en África.
P- ¿Sales mucho a recitar poemas?
R- No demasiado, la verdad, menos de lo que me ofrecen y más de lo que me gusta.
P- ¿Cuáles son tus influencias? ¿Tus gustos?
R- Me influyeron mucho las profesoras de literatura que tuve, también los poetas que he mencionado más arriba; unos cuantos fotógrafos como Henri Cartier- Bresson; Sebastiao Salgado o Cristina García Rodero; algunos pintores como Velázquez, Rembrandt o Banksy; los directores de cine: Fellini; Visconti; Claude Chabrol; Ingman Bergman; Stanley Kubrick; Billy Wilder; Woody Allen; John Huston; Park Chan-Wook; Clint Eastwood; Isabel Coixet y Paula Ortiz.
Me encanta el cine, la pintura, la fotografía, la literatura, el arte en general y desde luego la música y viajar, conocer el mundo y observar y compartir la vida de los otros. .
P- ¿Cómo describes tu propia poesía?
R- Profunda, íntima, aparentemente muy fácil de leer, pero con muchas lecturas y diferentes capas, con un gran bagaje, poesía filosófica y sentida.
P- Por ultimo,¿Qué canción y qué película escogería para definir su vida?
R- Para definir mi vida creo que no tengo una película o una canción. Hay canciones con las que me puedo identificar, me tocan, me llegan y me gustan muchísimo como las baladas o el rock, me gusta Adele. Y la ópera me entusiasma. Hay decenas de películas que me gustan y me han influido de una u otra manera.
No soy una persona dada a elegir uno entre muchos. Tengo una obsesión casi enfermiza por la acumulación de experiencias, soy coleccionista de todo lo que me entusiasma. He visitado ciento diez países y nunca quiero elegir el que más me ha gustado.
Hoy diría que estas canción y esta película, pero mañana podría decir otras.
Canción: I will survive , de Gloria Gaynor
Película: Memorias de África, de Sydney Pollack
Muchas gracias, Miguel, por esta estupenda entrevista.
Autor de la entrevista, Miguel Esteban Torreblanca
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