Sólo son un montón de personas que juegan a la democracia en instituciones que creen que hacen valer el derecho internacional, la realidad es que no existe tal y su existencia tampoco tiene sentido alguno ya.

En este mundo cada pueblo, debe defenderse como pueda y hacer todo lo necesario para recuperar el tiempo perdido por respetar una utopía construida por las potencias para seguir aprovechándose de los crédulos que obedecieron sus acuerdos mientras robaban sus recursos, socavaban sus soberanías y los mantenían en el rezago mientras ellos perfeccionaban sus armas de destrucción masiva y disponían de la vida humana de todo el mundo.

Esa es la verdad que nunca vimos y que hoy, nos ha abofeteado sin anestesia.