En las fotos de niñas huaroanis de Ecuador las muestra con hojas de higuera cubriendo sus zonas íntimas, algo que nunca han llevado.

© Jimmy Nelson/teNeues

Nelson explica que su reciente libro de “retratos” de personas indígenas, a la venta por 128 €, surgió motivado por el deseo de “buscar las antiguas civilizaciones (…) y documentar su pureza en lugares donde todavía existen culturas inalteradas”. Las “culturas” que encuentra supuestamente han permanecido “sin cambios durante miles de años”.

Pero Corry califica este trabajo como una fantasía del fotógrafo que guarda muy poco parecido, tanto con la apariencia que estos pueblos presentan en la actualidad, como con la que alguna vez han tenido.

En las fotografías de niñas huaroanis de Ecuador, por ejemplo, a estas se las retrata desprovistas de la ropa con la que habitualmente viste esta tribu y llevando en su lugar hojas de higuera bajo las que ocultan sus partes íntimas, algo que nunca han hecho (generaciones previas de mujeres huaoranis únicamente llevaban una cuerda alrededor de su cintura). Corry expone que Nelson no solo presenta un retrato ficticio de los pueblos indígenas, sino que además pasa por alto la violencia genocida a la que están sometidas muchas de las tribus fotografiadas; e incluso va más allá y pretende que, por el mero hecho de retratarlos, estos pueblos indígenas pueden ser “salvados” de la “inevitabilidad” de la “desaparición”.

Según declaraciones del director de Survival International: “Dada la enorme publicidad que ha recibido el libro de Jimmy Nelson, pienso que es importante exponer el trabajo por la dañina fantasía que entraña, porque ignora los crímenes que se están cometiendo contra los pueblos indígenas y tribales en ‘nombre del progreso’. En la descripción de la tribu mursi de Etiopía, por ejemplo, no hay mención alguna de los realojamientos forzosos, las palizas, asaltos y desapariciones a los que está siendo sometido este pueblo.”

“No menciona, en la descripción de los tibetanos, la brutal opresión que sufren por parte de China. No menciona los aproximadamente 100.000 papúes que han muerto desde que se produjo la despiadada ocupación indonesia. No, las tribus, simple e inevitablemente, están ‘desapareciendo’. Esto es charlatanería peligrosa con la que juegan todos aquellos que quieren que ‘desaparezcan’ tan pronto como sea posible”.

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