Jakarewyj, de la tribu awá, ha contraído gripe y padece graves problemas respiratorios después de que su grupo fuera “rodeado por madereros” y estableciera contacto a finales de diciembre de 2014. Desde entonces, su salud se ha deteriorado rápidamente y ahora se encuentra muy débil y gravemente enferma.

Según otros awás sedentarizados de la comunidad donde vive Jakarewyj y también Amakaria, la lideresa del grupo, el marido de la primera y otros familiares murieron previamente en la selva contagiados de gripe.

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La salud de Jakarewyj, una mujer awá, se ha deteriorado drásticamente desde que su grupo fue contactado el pasado mes de diciembre.© Madalena Borges/CIMI-MA/Survival

“Estaban rodeados por madereros. Escuchamos muchos ruidos provenientes de motosierras cercanas y de tractores abriendo caminos para transportar la madera, y había muchos árboles marcados para ser talados”, dijo un awá sedentarizado a la organización brasileña CIMI.

Desde que el Proyecto Gran Carajás, financiado por la UE y el Banco Mundial, se puso en marcha en la década de los 80, la selva de los awás ha experimentado la afluencia masiva de madereros, ganaderos y colonos.

Después de dos años de campaña de Survival International, el movimiento global por los derechos de los pueblos indígenas y tribales, las autoridades brasileñas expulsaron a los invasores ilegales de uno de los territorios awás en enero de 2014. Según informaciones difundidas por los medios de comunicación, 173 aserraderos fueron cerrados recientemente cerca de un área awá.

A principios de semana, el gigante minero Vale inició sus trabajos para expandir la vía de ferrocarril que discurre justo al lado de la selva de los awás. Estos se oponen a su ampliación, que según dicen espantará a los animales que cazan, incrementará el ruido y derivará en una mayor invasión de su tierra.

Pero las autoridades todavía tienen que implementar un plan de protección a largo plazo para detener el regreso de los madereros, y otros territorios awás todavía siguen estando invadidos.

Carlos Travassos, responsable del departamento brasileño de indígenas aislados, advirtió que los awás se enfrentan al “genocidio” a causa de la actividad maderera ilegal en su tierra.

Los awás y Survival International han pedido a las autoridades brasileñas que envíen urgentemente a un equipo de especialistas sanitarios a tratar la enfermedad de Jakarewyj.

Los pueblos indígenas aislados son las sociedades más vulnerables del planeta. El primer contacto a menudo conlleva la propagación de epidemias devastadoras que pueden diezmar a tribus enteras.

El director de Survival International, Stephen Corry, declaró hoy: “Esta terrible situación muestra que es vital que el Gobierno adopte un plan de salud adecuado para los indígenas aislados. Por supuesto, este tipo de tragedias no se producirían si se cumpliera la ley y se protegieran las tierras de los pueblos indígenas no contactados. Brasil necesita actuar con rapidez para detener la muerte de más awás inocentes”.

survival.es