Vacunas anti-COVID terminan en la basura
Mientras que un tercio de la población mundial no logró todavía aplicarse ninguna vacuna, al menos 240 millones de dosis contra el COVID-19 fueron a parar a la basura.
Mientras que un tercio de la población mundial no logró todavía aplicarse ninguna vacuna, al menos 240 millones de dosis contra el COVID-19 fueron a parar a la basura.
La brecha económico-social planetaria se acrecienta y 260 millones de nuevos pobres podrían caer en el barranco de la marginación antes de que finalice el 2022. De cumplirse este vaticinio, en diciembre de este año, 860 millones de personas podrían padecer una situación de extrema pobreza – al contar con menos de 1,90 dólares diarios– y más de 800 millones, desnutrición, revirtiéndose así los tibios avances de las últimas dos décadas.
Más de 40 millones personas viven en condiciones de esclavitud en todos los continentes. Una parte significativa son niñas y niños. A tres semanas del inicio de la V Conferencia Mundial sobre la Erradicación del Trabajo Infantil, en Durban, Sudáfrica, el esclavismo moderno vuelve a estar en la mira de la sociedad civil planetaria.
Centenas de científicos se movilizaron en diversas ciudades de mundo entre el 4 y el 9 de abril en defensa del clima. Un grito desesperado desde la ciencia contra el calentamiento global y las promesas incumplidas del poder político y económico.
Opacada mediáticamente desde fines de febrero por el conflicto Rusia-Ucrania, la pandemia repunta y golpea la realidad cotidiana en muchas regiones del globo. En Gran Bretaña, hacia el 25 de marzo se registraron 4.3 millones de nuevos casos semanales, casi 1 millón más que la semana precedente. Varios países europeos, como Austria y Alemania, también exhiben un aumento de casos. Otros, como España y Portugal, siguen en descenso.
La carencia a mediano plazo de granos básicos en Medio Oriente y África sobrevuela como una amenaza preocupante. El conflicto entre Rusia y Ucrania genera daños colaterales de muy diverso tipo a miles de kilómetros del teatro de operaciones.
La prensa escrita retrocede de forma acelerada a nivel mundial. La pandemia, los conflictos bélicos, la inseguridad de los periodistas y la censura amenazan la información independiente y de calidad.
De continuar por el actual camino América Latina se aleja, cada día más, de los desafíos de las Naciones Unidas de erradicar la pobreza hasta 2030.
En menos de una semana, el escenario y la agenda mundial cambiaron supersónicamente. Europa, sin aún el alta médica definitiva por la pandemia, (y con el peso social de la crisis sanitaria irresuelta) protagoniza desde fines de febrero un conflicto de proporciones mayúsculas.
Nubarrones preocupantes sobrevuelan los derechos humanos en Brasil. Diversas voces internacionales aumentaron en las últimas horas el tono de su crítica contra el Gobierno de Jair Bolsonaro. Brasil es el tercer país del mundo con mayor número de personas privadas de libertad, con más de 750.000 detenida-os y cárceles superpobladas.