¿A qué me refiero? Así se titula mi último libro y cuando comencé a escribirlo, el diplodocus era el sistema educativo español. Al igual que el diplodocus es grande, poderoso, bello a su manera… está dormido. Lo que me preocupaba era cómo despertarlo.
Frente al aumento de la conflictividad mundial, es necesario promover procesos educativos que enseñen desde y para la no violencia y que construyan una ciudadanía global.
Trabajar en Nicaragua, en Nuestramérica significa cooperar, trabajar juntas/os, orientarnos desde la diversidad para disfrutarla y promover la iniciativa creativa, el emprendimiento cooperativo, ya que es la actitud básica que nos permitirá seguir creciendo.
Según datos de UNESCO se estima que 31 millones de niñas en edad de cursar educación primaria y 34 millones de niñas en edad de cursar educación secundaria no van a la escuela, reduciendo sus posibilidades de tener un futuro digno y socavando su potencial para contribuir a la sociedad.
Estas son tres de las principales reivindicaciones que las organizaciones de la sociedad civil han incluido en su declaración final del Foro de ONG previo al Foro Mundial por la Educación que arrancó ayer en Incheon (Corea del Sur), donde más de un centenar de representantes políticos de todo el mundo trabajarán hasta el viernes con el objetivo de fijar la hoja de ruta educativa del planeta para los próximos 15 años.
Inspirado por anotaciones desde el pensamiento complejo, promovido por Edgar Morín (1), por reflexiones críticas profundas de Eduardo Galeano y Mario Benedetti, por aportes teórico-prácticos desde una pedagogía crítica y una educación alternativa popular posible (2) en Nuestramérica, y principalmente por comentarios de estudiantes sobre sus ‘clases’, comparto unas ideas que me cuestionan en mi quehacer docente, en mi quehacer socio-educativo. Al mismo tiempo de cuestionarme, estos aportes y comentarios también me motivan a superar y a trabajar diferente.
Estos días, uno de los libros que leí fue uno titulado ‘Qué será de nosotros, los malos alumnos’, del autor español Álvaro Marchesi (2004). Este artículo retoma varios de sus planteamientos, además de reflejar mi propio pensar y sentir frente a problemas en el aprender.
Vivimos en una época de creciente acceso a todo tipo de datos. Sí, digo de ‘datos’, y no de información, ni de conocimientos.
En estas fechas tan señaladas de la Navidad las ciudades se engalanan con luces, con árboles, son las fiestas de la alegría, del amor y la fraternidad. Son fechas también en las que miramos hacia atrás, dando gracias de lo que este año nos ha dado, y en las que miramos al próximo año con ojos cargados de deseos y buenos propósitos.