Más de 1.000 cazadores-recolectores penan serán trasladados desde su hogar en la selva a una enorme plantación de palma de aceite para dejar paso a la polémica presa de Murum.
Los penan ya han dicho que no quieren trasladarse, pero no les han dejado opción. Dijeron al Gobierno que si tenían que abandonar su hogar querían ser trasladados a otra parte de su territorio ancestral.
El Gobierno aceptó estas condiciones, pero ha vendido esa zona de su territorio a la empresa malasia Shin Yang, que está talando el bosque y plantando miles de palmas de aceite.
Los penan, que viven en el estado malasio de Sarawak, dependen de su selva para cazar y recolectar frutos y plantas silvestres. Sin ella no pueden sobrevivir.
En un conmovedor llamamiento, los penan dijeron: “Shin Yang ha entrado en la zona ilegalmente y sin nuestro consentimiento. Si se le permite talar la selva a gran escala, no quedará nada para que nuestra comunidad pueda mantener nuestro modo de vida”.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “Incluso teniendo en cuenta el lamentable historial del Gobierno de Sarawak, que ha tratado a los penan con desprecio durante décadas, esto se lleva la palma en cuanto a cinismo. No sólo va a expulsar a más de 1.000 personas de la selva en la que han vivido desde hace generaciones, sino que ha vendido la tierra que les prometió como su nuevo hogar, y está permitiendo que la talen para instalar plantaciones. Parece como si el Gobierno no se fuera a dar por satisfecho hasta que los penan se vean reducidos a la pobreza y la destitución”.
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