Las recientes y desafortunadas declaraciones de un ciudadano de color, simpatizante de VOX, con todos los atributos que corresponden a una gran parte de los seguidores de esta formación política de bocazas y machistas, no sorprenden; pero, dan pie a un par de reflexiones, al rechazo de una forma de pensamiento y a una carcajada tan grande como la animalada del personaje.

Ante todo, aclararle al ciudadano Bertrand Ndongo que su color de piel nada tiene que ver con esta réplica. El que aquí escribe, considera que un ser humano es igual a otro sin importar su raza o su etnia y que la estupidez no es patrimonio de unos o de otros. Para mayor abundamiento debo esclarecerle a Ndondo que su memez es de libro y por tanto, no debe buscar reacciones racistas en este artículo, sino respuesta contundente a su pretendida crítica social.

Asegura el ciudadano Bertrand en su vídeo, basado en no sé qué encuesta, que: Las mujeres de izquierdas están más insatisfechas sexualmente porque no tienen machos empotradores. En el vídeo en cuestión no aclara en que Universidad adquirió los conocimientos precisos de sicología, medicina, antropología o sociología para apoyar esta rotunda manifestación. Presumo que, a falta de estudios, lo dice basándose en su dilatada experiencia no sabemos si con mujeres de izquierda o con varones empotradores de derechas. Observando el estilo del muchacho en cuestión y su físico arrebatador, sospecho que a pocas fiestas de señoras de derechas ha sido invitado, por tanto no tiene su tesis un abanico lo suficiente amplio para hacer tales afirmaciones. Tampoco en su aseveración de que son feas y despeinadas, lo que Ndondo ve en lo que cree una ventana de su apartamento de barrio, es su imagen en el espejo del baño.

Sin base científica, ni estadística, ni práctica, solo nos queda suponer que sus palabras son propias de largas sesiones de estreñimiento sentado ¡al fin! en una taza de wáter o de aburrimiento en las reuniones de Vox donde, a buen seguro, nadie le hace puñetero caso.

Ante el aluvión de críticas el ciudadano Bertrand recurre a lo del racismo y asegura que hace mucho tiempo que el hombre negro es libre de elegir su camino. Pues claro Ndondo, para eso luchó Martín Luther King y otros, incluidos muchos blancos. Pero también para que la mujer negra – a la que ni mencionas en tus post – la blanca o la de cualquier otra raza, tenga sus derechos y el respeto de todos… incluso de los supuestos empotradores.

No, no tienes ni razón, ni seso, ni vergüenza; solo boca. Precisamente fue Luther King quien dijo: Busco el día en el que la gente no sea juzgada por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter. El tuyo, Bertrand Ndondo, le avergonzaría.