"foto"El pasado martes se celebró la Jornada "Vehículo eléctrico y redes inteligentes frente al reto del cambio climático", organizada por Greenpeace, para presentar y debatir su propuesta de vincular el desarrollo de las redes eléctricas inteligentes y el vehículo eléctrico con el fin de crear sinergias entre ellos y llegar a cubrir la totalidad de la demanda de electricidad con energías renovables para antes de 2050.

En la apertura de la jornada, el director Ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, destacó la necesidad de ampliar el uso a gran escala de las energías renovables, imprescindibles para luchar contra el cambio climático y sustituir las energías fósiles y nuclear. "Necesitamos un nuevo sistema eléctrico y de transporte, más inteligente, en el que aprovechemos con la máxima eficiencia las fuentes de energía limpias de que disponemos y abandonemos lo antes posible las energías sucias. Estamos demostrando que las barreras no son técnicas, sino políticas", declaró el director de Greenpeace.

Para profundizar en estos temas de candente actualidad para la Presidencia Europea, la jornada reunió a los actores clave que han de hacer realidad un sistema energético sostenible: el operador del sistema eléctrico y gestor de la red de transporte, el sector renovable, los fabricantes de automóviles y las empresas de tecnología.

Greenpeace ha elaborado dos informes para orientar el debate: Renovables 24/7 ? La infraestructura necesaria para salvar el clima y Electricidad verde para los coches eléctricos – Desarrollo de recomendaciones políticas para aprovechar el potencial climático de los vehículos eléctricos.

Entre las conclusiones de estos informes destacan:

  • Europa podría disponer de un suministro eléctrico fiable a todas horas, con un 90% de electricidad renovable en 2050 y sin ninguna necesidad de recurrir a centrales térmicas de carbón ni nucleares, gracias a la conexión de redes inteligentes locales y regionales con una superred de alta tensión.
  • Construir redes inteligentes es una enorme oportunidad de negocio, especialmente para las compañías de tecnologías de la información. En Europa la inversión anual necesaria sería de alrededor de 5 mil millones de euros, menos de 5 euros al año por hogar. 
  • La electrificación del transporte es un paso importante para la mejora de la sostenibilidad del sector y ha de garantizarse la introducción de vehículos eléctricos inteligentes, que se recarguen con energía verde a través de una red eléctrica inteligente.
  • La implantación de límites legalmente vinculantes más ambiciosos a nivel europeo a las emisiones de CO2 de todos los vehículos actuaría como impulso automático a la electrificación del sector del transporte. 

A lo largo de la mañana el director Ejecutivo de Greenpeace, además, planteó tres ideas fundamentales sobre las cuales ahondar en la reflexión:

  • Estamos asistiendo a un ataque sin precedentes contra las energías renovables, dirigido a cuestionar su credibilidad, para tratar de poner freno a su crecimiento. Estos ataques obedecen a los intereses de las empresas ancladas en las energías sucias, como Greenpeace ha documentado, y en el caso de España proceden de las grandes eléctricas, que ante todo no quieren que los beneficios del suministro eléctrico vayan a otras manos, ni están dispuestas a admitir más renovables que vayan en detrimento de sus centrales de energía sucia. Es inaudito que el Gobierno del país que ostenta la Presidencia Europea, que dijo que priorizaría las renovables, esté protagonizando el mayor ataque que éstas han sufrido, poniéndose en manos de los intereses de las energías sucias como la nuclear, el carbón o el gas.
  • Las fuentes de energía renovable generan beneficios económicos, ambientales y estratégicos probados: reducen el coste de generación del sistema, ahorran importaciones de combustible y reducen la dependencia energética del exterior; son la principal herramienta de reducción de emisiones y generan más empleo que ninguna otra fuente de energía. Estos beneficios superaron en 2008 en cuatro veces los costes que conlleva el sistema de apoyo a las renovables. Sin embargo, estos beneficios no aparecen en las cuentas del Ministerio de Industria, ni se mencionan.
  • Las fuentes de energía sucias (en especial el carbón y la nuclear) sólo han sido posibles gracias al patrocinio y subvención histórica del Estado. Una vez el carbón ha sido derrotado por las renovables, el Gobierno pretende forzar su utilización creando unas primas que podrían costar 2.000 millones de euros al año a los consumidores. Gracias al crecimiento de las renovables, las centrales nucleares se podrían cerrar mucho antes de lo previsto, y alargar la vida de centrales amortizadas e innecesarias es una inmensa subvención. Sin embargo, el Ministerio sólo cuestiona las primas a las renovables.

Las presentaciones y los informes relacionados con este seminario estarán disponibles en la página web de Greenpeace habilitada para la ocasión:  http://www.greenpeace.org/espana/campaigns/energ-a/revoluci-n-energetica/100322

 

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