Joan Pujol, el mejor espía del siglo XX
Nació en 1914, en la calle Muntaner de Barcelona y nunca perdió su acento catalán. Su estatura era la normal para aquellos años, apenas un metro sesenta, miope, calvo, tímido y de aspecto cordial; sin embargo, escondía el mejor espía de aquellos turbulentos años de la II Guerra Mundial. En 1944 fue condecorado por los dos bandos, la Cruz de Hierro alemana y la Orden del Imperio Británico.